[MAPA] Centrales y proyectos hidroeléctricos en la región del Bio-Bio

[resumen.cl] La intervención hidroeléctrica es una amenaza importante para la estabilidad de los ecosistemas de agua dulce y su biodiversidad. En la región del Bio-Bio, luego de la instalación de grandes centrales durante el siglo XX y la década pasada, una serie de proyectos de tamaño mediano y pequeño se están instalando en valles de la precordillera y la depresión intermedia. En los próximos años, cerca de 57 centrales hidroeléctricas podrían estar operativas en la región, principalmente centrales hidroeléctricas de pasada, que igualmente pueden generar impactos en la biodiversidad y empeorar la calidad del agua. Pese a este incremento en la generación hidroeléctrica, la región del Bio-Bio, al igual que el promedio nacional, sigue dependiendo de la generación de combustibles fósiles como principal fuente de generación energética, cuyo destino es primordialmente el sector industrial. 

Entre los principales factores antropogénicos que generan impactos en los ecosistemas de agua dulce en el mundo se encuentran: la canalización, la extracción de agua, la deforestación, los esquemas de transferencia de agua de una cuenca a otra, la construcción de represas o centrales hidroeléctricas de pasada. Las centrales hidroeléctricas utilizan la energía potencial que posee la masa de agua de un cauce natural en desnivel, este se hace pasar por una turbina hidráulica, la cual transmite la energía a un generador y se transforma en energía eléctrica.

Existen centrales hidroeléctricas que requieren de grandes embalses o represas, que generan una amplia serie de impactos ambientales, tales como la inundación de grandes superficies de terreno aguas arriba y modificación del caudal aguas abajo, lo que puede implicar pérdida de bosques, tierras cultivables y el desplazamiento de comunidades humanas, dependiendo de la magnitud de la inundación y las características resultantes del nuevo río. Las centrales de pasada, al desviar o canalizar parte del flujo de agua del río, pueden reducir drásticamente su caudal, afectando la velocidad del agua y la profundidad, disminuyendo los hábitats disponibles para peces y organismos acuáticos, afectando sus procesos de migración y reproducción. Reducir el flujo puede ocasionar además, un calentamiento excesivo de las aguas del río en zonas de baja profundidad durante la temporada de verano.

Para abastecer parte de la energía necesaria para el funcionamiento del sistema urbano-agro-industrial global y su soporte extractivo de materias primas, la generación hidroeléctrica requiere mantener grandes masas de agua potencial para lograr un suministro constante para esta creciente demanda energética.

En Chile, las características de los ríos andinos, con la potencia de los caudales en zonas precordilleranas, debido a las fuertes pendientes y al abastecimiento constante a través de lluvias y deshielos, resultaron apropiados para la instalación de centrales hidroeléctricas, de embalse y de pasada. De acuerdo a la Agenda de Energía 2014 del Ministerio de Energía, se han realizado estudios que proponen que entre las cuencas del río Aconcagua y el río Puelo, existe un potencial hidroeléctrico que supera los 10.000 MW. Esta estimación preparó un ambiente propicio para que empresas generadoras y de transmisión de electricidad ingresen nuevos proyectos.

El sector hidroeléctrico en la Región del Bio-Bio.

En la región del Bio-Bio, según información disponible en el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental, el Módulo Cartográfico del Ministerio de Energía, documentos de la Comisión Nacional de Energía, el Coordinador Eléctrico Nacional e información del sector privado, cerca de 57 centrales hidroeléctricas podrían estar operativas en la región en los próximos años. Actualmente en los ríos de la región se encuentran operando 21 centrales hidroeléctricas, de las cuales 11 son embalses y 10 son centrales de pasada.  Se encuentran en pruebas cuatro centrales, de las cuales tres son de pasada y una incluye un embalse. En etapa de construcción se encuentran ocho centrales de pasada. Dos proyectos fueron desistidos por su empresa titular. Un solo proyecto fue declarado como "no calificado" mientras que otro fue declarado como "no admitido" por el Servicio de Evaluación Ambiental. (Ver mapa)

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En el valle del río Perquilauquén, que separa administrativamente a las regiones del Maule y del Bio-Bio, se proyecta la construcción de la Central hidroeléctrica Perquilauquén de Energía de la Patagonia y Aysén S.A. una empresa creada por creada por la compañía Invercap, para construir proyectos hidroeléctricos en el sur de Chile.

[caption id="attachment_32888" align="aligncenter" width="800"] Construcción de la central Ñuble en la comuna de San Fabián en mayo de 2016[/caption]

En la cuenca del río Ñuble, hasta ahora dos proyectos se mantienen en conflicto con la comunidad. Uno de ellos es la Central Ñuble de Pasada de la Asociación de Canalistas del Maipo. Anteriormente, el proyecto fue desarrollado por Enerplus S.A. y Transnet S.A., ambas filiales de Compañía General de Electricidad (CGE). La construcción de la central comenzó en 2014 en medio de múltiples ilegalidades cometidas por Eléctrica Puntilla S.A. y sus empresas contratistas. El proyecto considera el desvío del 92% del cauce en un tramo de 20 kilómetros del río mediante un canal de aducción en la ladera norte del valle, donde se ha reportado tala ilegal de bosque nativo y de acumulación de escombros.

[MAPA] Centrales y proyectos hidroeléctricos en el valle del río Ñuble. Para ver detalle, hacer click en los elementos del mapa.

El otro proyecto es el embalse Punilla del Ministerio de Obras Públicas (MOP) que pretende inundar 1.700 hectáreas de tierras junto al río, en medio del Corredor Biológico Nevados de Chillán-Laguna del Laja, calificado como Reserva Mundial de la Biósfera por la UNESCO. El proyecto que esta siendo desarrollado por la concesionaria italiana Astaldi, operando bajo el nombre de Aguas del Punilla ha sido denunciado por múltiples atropellos a la comunidad, amenazas y amedrentamiento psicológico para que la gente abandone sus terrenos, aún los que no han sido expropiados por el Estado y aún cuando no se han ejecutado los planes de “Desarrollo Social” que son parte de los compromisos de la calificación ambiental del proyecto.

En la comuna de Pinto, el proyecto de central hidroeléctrica Río Chillán, se encuentra en estado "No calificado". Su titular es la empresa Sociedad Hidroeléctrica Río Chillán Spa, propiedad de Empresas Conpax S.A.

En la cuenca del río Diguillín, al menos tres proyectos hidroeléctricos buscan instalarse. La central Halcones de Aaktei Energía SpA, es propiedad de Pedro Matthei, presidente de la Asociación de Pequeñas y Medianas Centrales Hidroeléctricas (Apemec) y se encuentra en calificación. El proyecto de central Aguas Calientes se encuentra desistido por HidroChile S.A., empresa que entró en venta en 2016 por los grupos Eton Park Capital Management y el banco norteamericano Goldman Sachs. Recientemente, el proyecto de central Radales de Aaktei Energía SpA, fue ingresado al Sistema de Evaluación Ambiental y se encuentra en etapa de calificación.

 

[MAPA] Centrales y proyectos hidroeléctricos en el los valles del río Diguillín y Cholguán. Para ver detalle, hacer click en los elementos del mapa.

En la comuna de Yungay, al menos cuatro nuevas centrales hidroeléctricas se han instalado en los últimos años con una fuerte propaganda en medios e instituciones locales. La central con embalse Itata de Eléctrica Puntilla (20 MW) se encuentra en fase pruebas y pronta a entrar en funcionamiento en el sector Saltos del Itata.

La central hidroeléctrica Molinos de Agua I (15,5 MW) y Molinos de Agua II (4,1 MW) de la firma Electroaustral, son propiedad del empresario Isidoro Quiroga Moreno, quien se ha enriquecido con los derechos de agua otorgados en dictadura y además posee diversas inversiones en otros sectores extractivistas. El proyecto Central El Pinar es propiedad de Aaktei Energía SpA.

En la cuenca del río Cholguán, la central Baquedano (17,94 MW) de Energía Baquedano S.A. busca emplazarse en la confluencia del estero Las Mulas con el río Cholguán, una zona con una alta intervención de monocultivos forestales.

 

[MAPA] Centrales y proyectos hidroeléctricos en en el valle del río Laja. Para ver detalle, hacer click en los elementos del mapa.

En la cuenca del río Laja, se encuentra uno de los sistemas hidroeléctricos más antiguos de la región. La central hidroeléctrica Abanico comenzó a operar en 1948, transmitiendo energía a la zona de Concepción, Tomé y Coronel. Posteriormente la transmisión se prolongó a Chillán (1950), Los Ángeles (1951) y Victoria (1954)

La central El Toro, terminada en 1973. La primera central construida completamente bajo tierra. Usa las aguas de la Laguna del Laja, formada en el siglo XIX con posterioridad a la erupción del Volcán Antuco y un dique formado por cenizas y piedras que bloquearon las aguas del río.

La central Antuco de Endesa-Enel, fue inaugurada en 1981 y utiliza los recursos de los ríos Polcura, Laja y Pichipolcura y de los esteros Malalcura, Cipreses y El Toro, además de las aguas de las descargas de las centrales Abanico y El Toro.

Endesa (Empresa Nacional de Electricidad S.A.) fue constituida en 1943, como parte del plan de industrialización de la CORFO. En 1987 comenzó su proceso de privatización mediante oferta pública de acciones, terminando con su privatización completa en 1989.Actualmente, la controladora de estas centrales es Enel (Ente nacional por la energía eléctrica). Esta es una empresa multinacional productora y distribuidora de energía eléctrica y de gas con base en Italia. Inicialmente, fue constituida como ente público, luego transformada en sociedad por acciones y finalmente privatizada.

En 2014, Enel se hizo del control del 60% poseía Endesa en Enersis mediante la adquisición de Endesa Latinoamérica, propietaria del 40% de la chilena, y del 20% de las acciones restantes controladas directamente por la eléctrica española. En julio año 2016 se anunció la compra por la multinacional española Endesa del 60% de la italiana Enel Green Power por unos 1.207 millones de euros.

La Central hidroeléctrica Rucúe, usa el agua del Río de La Laja e inició su funcionamiento en 1998. Es propiedad de Colbún S.A,  una empresa creada a partir de las centrales hidroeléctricas de Colbún y Machicura de ENDESA en 1986 y traspasada como empresa filial de la Corporación de Fomento de la Producción (CORFO). En 1997 CORFO vendió 37,5% de su participación en Colbún, y en marzo de 1997 fue privatizada completamente. Los accionistas principales de Colbún son Minera Valparaíso S.A. (Grupo Matte y Electropacífico Inversiones Ltda)

Cerca de pueblo de Quilleco se ubican los proyectos Central Caliboro (1,3 MW) de la Asociación de canalistas del Laja y cuya finalización fue anunciada recientemente por la empresa constructora Obechile. La Central Quilleco (70,8 MW) de Colbún S.A., utiliza agua del río de la Laja y se encuentra operativa desde 2007. En la zona se encuentra además la central Trupán, de la Asociación de Canalistas del Laja y el canal Zañartu.

[caption id="attachment_26794" align="aligncenter" width="800"] Central Laja 1 de Engie Energía E-CL[/caption]

En el río Laja, la operación de la central Laja 1, propiedad de la multinacional franco-belga GDF Suez-Engie Energía E-CL generó una amplia zona de aguas estancadas, modificando la dinámica natural del río en el sector La Aguada en la Comuna de Yumbel. Este cambio del régimen del río ha favorecido la acumulación y descomposición de materia orgánica, transformando la ribera del río en pantanos y zonas de aguas eutroficadas, es decir, con una abundancia anormalmente alta de nutrientes.

[caption id="attachment_38250" align="aligncenter" width="760"] Descomposición de material vegetal en zonas inundadas río arriba de la Central Laja 1 de Engie Energia E-CL.[/caption]

En la comuna de Los Ángeles, pequeñas centrales hidroeléctricas pertenecen a agrupaciones de regantes y canalistas de la zona. La central Santa Isabel, se encuentra muy cerca de la ciudad y su la finalización de su construcción también fue anunciada por la empresa Obechile. La Central El Diuto 1 y el Diuto 2, son propiedad de la Asociación de Canalistas del Laja. El Diuto 1 se encuentra en operación desde 2011 y su instalación fue realizada por la empresa Auxiliar d'Explotacions Energètiques S.L.

El río Duqueco se encuentra intervenido con 5 centrales hidroeléctricas. La central Peuchén (85 MW), obtiene recursos del rio Duqueco y los esteros Aillin y Quilaquín, mientras que la central Mampil (55 MW) capta aguas desde la descarga de la central Peuchén. Estas centrales son parte del complejo hidroeléctrico Duqueco, desarrollado desde mediados de la década de 1990 por Iberoamericana de Energía lbener S.A. En 2012, las centrales adquiridos a la Compañía General de Electricidad (CGE) por Duke Energy un holding de empresas de generación eléctrica, transmisión y distribución de gas de Estados Unidos con base en Carolina del Norte. En octubre de 2016, el fondo de inversión estadounidense de  infraestructura global, proyectos de energía, servicios públicos y de transporte I Squared Capital, compró las centrales e infraestructura de Duke Energy en Chile y otros países de América Latina.

La central Los Padres, ha sido denunciada por vecinos y autoridades debido a múltiples irregularidades. En 2013, la construcción de la central se inició sin permisos o autorizaciones municipales. Además, los camiones usados en la construcción han destruido caminos rurales interiores dejando sectores aislados en Callicura, Las Malvinas y Ramadilla.

El proyecto central Lleuquereo también opera en el río Duqueco, pese a que 2013, una resolución de CONAF resolvió denegar el desmonte de especies en peligro de conservación Prumnopitys andina (Lleuque o uva de la cordillera)  y Eucryphia glutinosa (Guindo Santo) Su titular es la Hacienda San Lorenzo S.A., filial de las empresas Maderas Cóndor S.A. y Forestal Comaco, Comaco S.A.

Las dos centrales hidroeléctricas en serie Aillín (7,0 MW) y Las Juntas (6,6 MW) se ubican en la cuenca alta del Duqueco, en la confluencia de los ríos Aillín y Duqueco. Se ha denunciado la intervención de bosque nativo con especies como: Lomatia hirsuta (radal), Gevuina avellana (avellana), Nothofagus pomilio (lenga), Nothofagus obliqua (roble), Nothofagus dombeyi (coihue) y  Nothofagus alpina (raulí)”.

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En el valle del Queuco, la central Blanco de Aaktei energía, y la central Boquiamargo han mantenido en alerta a las comunidades pehuenches que emprenden recuperaciones de tierras usurpadas. El estado ha respondido con controles de identidad preventivos ilegales y masiva presencia policial en las comunidades y hostigamiento con drones

La central Ralco (690 MW) es la principal central hidroeléctrica de Chile y entró en operaciones en 2004, luego de 6 años de construcción y casi 10 de conflictos con comunidades pehuenche. La central Palmucho (32 MW), está ubicada a los pies de la represa Ralco y entró en operaciones en 2007.

La central El Retiro en la comuna de Alto Bio-Bio, que al cierre de esta nota no pudo ser localizada en el mapa, ha recibido ataques incendiarios en febrero de 2016.

El segundo embalse del río Bio-Bio es Pangue (456 MW) en la confluencia de los ríos Bio-Bio, Pangue y Huiri-Huiri. Su construcción finalizó en 1996 luego de conflictos con las comunidades locales.

La central Mirador (3 MW) propiedad de Killian Neumann, se ubica en el sector de Pitrilón de la comuna de Alto Bio-Bio. Ha sido denunciada por construirse sin contar con permisos correspondientes. Máquinas retroexcavadoras que trabajaban en obras de la central fueron quemadas en 2014.

La central Quillaileo (0,8 MW), propiedad de EBCO Energía, se encuentra en operaciones desde 2014.  En el río Huequecura, la central Huequecura (3,3 MW), propiedad de la Compañía Eléctrica Los Morros S. A. - Carenpa, fue recientemente ingresada al Sistema de Evaluación Ambiental.

El embalse Angostura (323,8 MW), propiedad de Colbún S.A. es el tercer gran embalse en la cuenca y entró en operaciones en 2014 luego de un controvertido proceso de relocalización de familias que anteriormente ya habían sido relocalizadas con la construcción de Ralco y Pangue.

[caption id="attachment_38256" align="aligncenter" width="760"] Muro de la central Angostura de Colbún S.A. en el río Bio-Bio[/caption] [caption id="attachment_38263" align="aligncenter" width="760"] Parte de la zona inundada por la represa Angostura en el río Bio-Bio[/caption]

Río abajo, se ubica la central hidroeléctrica Rucalhue (90 MW) de Atiaia Energía, una empresa con sede en Brasil y Chile. El proyecto de central de paso Quilaco (12 MW) propiedad de Mainco S.A. del grupo Potencia Chile.  El proyecto de centrales Quiltramán 1 (0,8 MW) y Quiltramán 2 (0,4 MW), propiedad de JC Hidro Spa.  Las centrales La Viña (0,5 MW), Alto La Viña (0,2 MW), El Brinco (0,2 MW) y La Bifurcada (0,3 MW) son propiedad de Hidro Munilque Spa, filial de HLT energía, una empresa dedicada a las centrales hidroeléctricas asociadas a canales de regadío. Según indica la empresa, su construcción terminará en mayo de 2017

Aguas abajo del puente sobre el río Bio-Bio de la ruta 5 sur, se proyecta la construcción de la central Frontera (109,3 MW), propiedad de Aaktei Energía Spa. Comunidades mapuche del bajo Bio-Bio de Mulchén, Negrete y Los Ángeles se han manifestado en contra del proyecto alegando que podría afectar a cerca de 300 familias que viven de la agricultura en el sector.

[MAPA] Centrales y proyectos hidroeléctricos en la cuenca del río Bio-Bio. Para ver detalle, hacer click en los elementos del mapa.

Hacia el pueblo de Negrete, se emplazan las centrales Munilque 1 (0,6 MW) y Munilque 2 (0,6 MW), propiedad de la Asociación de Canalistas del Canal Bio Bio Negrete. Y en la confluencia del río Bureo con la ruta Q-650 se encuentra la central Bureo (2,2 MW) operativa desde 2013 y propiedad de PMGD Bio Bio Negrete S.A.

Cerca de la confluencia del río Renaico y el río Diablo, el límite administrativo de las provincias de Bio-Bio y Malleco, se proyecta la central Agua Viva (31 MW), propiedad de Electroaustral Ltda, del empresario Isidoro Quiroga Moreno.

La central PMGD Mulchén (3 MW) se encuentra en operaciones desde 2015 y es propiedad de Hidroeléctrica Rio Mulchén. Tanto PMGD Mulchén como el proyecto Alto Renaico (1,5 MW) de Mainco S.A., fueron construidas por la empresa Obechile.

[MAPA] Centrales y proyectos hidroeléctricos en torno a la Cordillera de Nahuelbuta. Para ver detalle, hacer click en los elementos del mapa.

Pese a que la Provincia de Arauco y la  Cordillera de Nahuelbuta sufren una escasez hídrica grave durante la temporada seca, debido su alta cobertura de monocultivos forestales de rápido crecimiento en un contexto de cambio climático global, se pretenden instalar al menos tres centrales hidroeléctricas que consideran desviar caudales de ríos y esteros.

La central Cayucupil (6 MW) al noreste de Cañete, es propiedad de RPI Chile Energías Renovables- RP Global, misma empresa que tramitaba el proyecto central Butamalal (12 MW). Actualmente el proyecto Butamalal se encontraría desistido.

En el valle del río Elicura, se proyecta la construcción de la central  Hidrowatt Gustavito (2,1 MW) en el estero Provoque. El proyecto es propiedad del empresario español Jose Maria Grugues Ortuño del Grupo Impulso. Comunidades locales y opositores al proyecto señalan que estas centrales pequeñas evaden el sistema de evaluación al declarar una menor potencia. En este caso, denuncian la empresa ya ha intervenido algunos sectores, y además, que el proyecto está fraccionado y serían más sitios los que pretende intervenir.

Energías renovables en la Región del Bio-Bio: alimentación del sector industrial y en complemento de la termoelectricidad.

En Chile, la producción de energía, principalmente mediante quema de combustibles fósiles y en menor medida, otras fuentes de energías renovables, es redirigida posteriormente hacia procesos industriales que impactan otros ecosistemas y explotan a la población humana del mismo u otros territorios. Procesos tales como la megaminería, la agroindustria, la industria forestal, los servicios comerciales que les dan soporte a estas actividades, y el sobreconsumo de mercancías asociado al estilo de vida neoliberal, que se ha sido profundizado por el Estado y el empresariado en la población chilena durante las últimas décadas.

Un aumento en el consumo eléctrico nacional en torno a los 100 mil Gwh de demanda total es proyectado por el Ministerio de Energía hacia 2020. Mientras tanto, la termoelectricidad continúa generando contaminación atmosférica, graves daños en la salud humana y degradación ambiental en zonas costeras, mientras que la hidroelectricidad puede estar modificando profundamente las cuencas hidrográficas y el régimen de ríos, con consecuencias inciertas para la biodiversidad local a mediano y largo plazo.

Actualmente, el empresariado y el Estado continúan promocionando fuertemente el aumento de la eficiencia energética en procesos industriales e inversión en formas no convencionales de generación de energía, como la hidroeléctrica, eólica y solar, con el supuesto objetivo de mitigar los efectos del cambio climático por emisiones de gases invernadero desde la quema de combustibles fósiles, aún ampliamente predominantes en el sector de generación de energía. Pese a que las centrales hidroeléctricas son consideradas como una fuente de energía renovable, la intervención masiva de estas en las cuencas hidrográficas conduce a la pérdida de biodiversidad, también puede contribuir a cambios climáticos a escala local, mientras que la descomposición de la vegetación en grandes zonas de inundación también emite gases invernadero. Finalmente, el destino de la energía generada en forma “renovable” potencia el mismo sistema de explotación laboral, extracción de materias primas, circuitos de sobreproducción, distribución y consumo de mercancías que terminan impactando a otros ecosistemas y explotando a la población humana del mismo u otros territorios.

Mientras las energías renovables para la alimentación de rubros industriales y comerciales no hacen más que elevar la incertidumbre sobre nuestro futuro, se vuelve urgente y necesario para las sociedades humanas, desistir de la utilización masiva de energía y abandonar los objetivos suicidas de estados y megacorporaciones. Producir más energía y potenciar los negocios industriales, extractivistas y servicios asociados, implican la destrucción o profunda modificación de nuestro ambiente, la dependencia de comunidades al Estado, el fortalecimiento del empresariado y del modo de vida capitalista en toda la población.

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