Mario Calderón Tapia: Biografía de un periodista revolucionario

El jueves 07 de abril se realizó el lanzamiento del libro “Un Mundo que Cambiar. Biografía de Mario Calderón Tapia”, escrito por su hermana Aminie Calderón Tapia, en el Aula Félix Morales de la Universidad de Playa Ancha (UPLA) en Valparaíso. Por Guillermo Correa Camiroaga, desde Valparaíso En un salón repleto de personas -donde se amalgamaron distintas generaciones de jóvenes y muchachas rebeldes de ayer con jóvenes y muchachas estudiantes de periodismo de hoy- se realizó un emotivo acto en donde la Memoria Histórica Popular se entrelazó con el Compromiso Ético de la carrera de Periodismo leído a viva voz por los y las estudiantes que ingresaron este año al primer año de esta importante profesión en la UPLA de Valparaíso. Lee| La casa de Elena Caffarena Morice, precursora del feminismo en Chile, será Monumento Histórico Esta ceremonia se dividió en tres partes, en la primera de ellas académicos y autoridades de la Carrera de Periodismo dieron la bienvenida a los nuevos alumnos y alumnas, expresando entre otras cosas que: “El periodismo se diferencia de la historia porque como periodistas trabajamos con un pasado que todavía le podemos llamar presente (…) la vida se teje creando lazos entre el presente, el pasado y también el futuro, de ahí la importancia de la memoria para comprender el presente y soñar el futuro (…) por eso el día de hoy esto tiene tanto sentido, tenemos por un lado a una nueva generación de futuros periodistas llenos de energías, proyectos, sueños, esperanzas; también tienen dudas, inseguridades y temores, y hoy van a sellar un Compromiso Ético con los valores que animan a nuestra profesión (…) Hoy también recordamos nuestra historia llena de sueños de otras juventudes (…) La historia de Mario Calderón se anuda con el presente de quienes hoy estamos ejerciendo esta profesión y los que han ingresado para llegar a ser profesionales(…) Unimos así hoy ambos momentos, la bienvenido de la promoción 2022 y el lanzamiento del libro de Aminie Calderón sobre su hermano. Dos puntadas de una misma hebra, dos trazos de tiempo que se juntan en una misma línea de sentido…” “Este momento que estamos viviendo ahora va a quedar registrado en nuestra memoria, porque estamos recordando a Mario Calderón, un joven que como los jóvenes que están acá luchó por sus sueños. Llegó a esta institución cuando era la sede de Valparaíso de la Universidad de Chile a estudiar periodismo como muchos de ustedes (…) Él, como decía su madre, pudo observar desde siempre la realidad social y se fue inquietando y quiso dejar de ser solo un observador para comunicarla con un propósito. Hoy día lo estamos recordando y ha estado presente en el corazón de tantos y tantas periodistas y de quienes lo conocieron; le hemos dado un lugar en nuestra institución en donde se conjuga nuestro carácter institucional con nuestros espacios de formación, en el Área Audiovisual. Allí hay una Placa y una foto de él (...)” Posteriormente, en la segunda parte de este acto, se llevó a efecto el lanzamiento propiamente tal del libro en donde actúo como moderador Danilo Ahumada, Presidente Nacional del Colegio de Periodistas de Chile, y como panelistas Aminie Calderón Tapia, la autora del libro, Adolfo Tannenbaum, amigo de Mario Calderón Tapia, y Marcelo Bertrand, editor de “Mundo de Papel Ediciones”. Durante la introducción de esta sección, Danilo Ahumada manifestó: “Para nosotros era muy importante poder reunirnos en este espacio, de manera presencial, porque la última actividad presencial que tuvimos fue el 18 de octubre del 2019, cuando precisamente inauguramos, en el lugar donde cohabitamos docentes y UPLATV, el “Espacio Colaborativo de Trabajo Mario Calderón Tapia”. Después vino la revuelta social, la pandemia, y hoy nos volvemos a reunir con la memoria, pero con la memoria resistente. No es casual este gesto de poder reunir a estas generaciones que hoy están representadas acá por compañeras y compañeros que lucharon en aquellos tiempos difíciles, pero que se hace vivo y presente con las luchas que tenemos hoy día. Por eso tiene tanto significado que hoy podamos estar acá reunidos y reunidas (…) Como Presidente del Colegio de Periodistas de Chile me ha tocado liderar un proceso, que no es solo de hoy día, sino que viene de antes con la lucha de los compañeros por la libertad de expresión, con los compañeros que han resistido la precariedad laboral, que hemos luchado por avanzar hacia el derecho a la comunicación, que tengamos más medios de comunicación, contra la concentración de los medios de comunicación que han construido un discurso único, hegemónico y que tanto daño le ha hecho a la sociedad chilena (….) Como profesor también fui vinculándome a la historia de Mario Calderón a través del tema del ejercicio de la memoria. Igual como él seguí el camino de la dirigencia en la federación estudiantil y, por lo tanto, en lo personal, es un compañero que me representa y por eso me honra poder estar en este espacio (…) Entonces, reflexionar a partir del libro “Un Mundo que Cambiar. La Biografía de Mario Calderón Tapia”, escrito por su hermana Aminie, no es un retorno petrificado a ese pasado, es un ejercicio en movimiento que moviliza memorias y que permite situarse en este presente de enormes transformaciones y un futuro que será el resultado del compromiso que aplicamos cotidianamente. Es también resignificar y traer a la vida esas experiencias que vivió nuestro compañero Mario “negro” Calderón, periodista, desaparecido en plena dictadura cívico militar…” Danilo enseguida cedió la palabra a Aminie, hermana de Mario Calderón Tapia y autora del libro, quien realizó una extensa exposición respecto al contenido del mismo, en parte de la cual expresó lo siguiente: “Es para mí muy llamativo y de mucha importancia que sea en este lugar donde nos hayamos reunido en torno a su recuerdo, donde él terminó su carrera de periodismo en 1971, para volver en 1972 como profesor ayudante de las cátedras de periodismo, publicidad y propaganda. Mario era proveniente de nuestra familia profundamente comprometida con la lucha social del país que surgía en Valparaíso. Nuestra abuela, María Castro Astudillo, era dirigente anarquista, luchaba por el derecho a voto en los años treinta. También fue dirigente sindicalista y participó en la fundación del Partido Socialista en Valparaíso. Más tarde, su hijo, se convierte en gran luchador gremialista de los trabajadores de la salud. Mi padre llegó a ser Presidente de la FENAT en los años cincuenta, encabezó a sus colegas en la gran huelga del año 1955, motivo que le valió la prisión por cuatro meses en la cárcel de Valparaíso (…) En 1959, Mario, instado por nuestro papá se integra a la juventud democratacristiana de la época. Padre e hijo eran atraídos por la “revolución en libertad”. Pronto, el joven Mario, en esta organización asume cargos de dirección. La palabra “revolución” comenzaba a tener un sentido para sus escasos 16 años (…) en ese entonces comienza su incorporación a las primeras luchas estudiantiles donde destaca por sus características personales y su condición de líder (…) el año 61 ingresa a la carrera de Derecho donde se destacó por su actitud de liderazgo y fue así como en octubre del 63, a la edad de 19 años, es elegido Presidente de la FECH Valparaíso (…) Mario, en 1967, después de un viaje a Cuba, donde conoce una verdadera revolución, participa en el Congreso Regional de ese año para la fundación del MIR (Movimiento de Izquierda Revolucionaria) en Valparaíso. Al ser miembro fundador se integra a la Dirección de dicha organización. En el 67 ingresa a la Escuela de Periodismo del entonces Pedagógico. Durante su permanencia en la Escuela trabajó durante las noches para solventar sus estudios y para sostener la familia que formábamos junto a nuestra madre. Durante los cuatro años de carrera se integró a las luchas estudiantiles, cooperando en los Comités Obrero-Estudiantiles. En el 69 participa en las luchas para la Reforma Universitaria y en las tomas de locales universitarios siendo dirigente del Comando de Huelga y participando de la Brigada de Comunicaciones trabajó con los Sindicatos de Valparaíso. En 1970 participa en la Convención de la Reforma de la Escuela de Periodismo. El año de su egreso, el año 1971, fue miembro de la Comisión Redactora de los Fundamentos de la Carrera. Todo aquello era acompañado por su opción política. Cabe destacar que mi hermano no sobresalía solamente en su vida de estudiante y de trabajador, sino que los más importante a mis ojos en su calidad humana, hermano e hijo cariñoso que mostraba especial preocupación por nuestra familia (...) Carismático y de amplia sonrisa, era apreciado hasta por sus contrincantes políticos (…) Dotado de generosidad y desapego material, junto a su consecuencia, el valor más fundamental que más tarde lo llevó a arriesgar su vida por los valores que defendía. Perteneció a la generación sesentera, rupturista y rebelde que más tarde sería el blanco de los aparatos represivos de la dictadura (…) La dictadura cívico militar dirigió la represión hacia un importante sector de la población chilena estimados “antipatriotas y enemigos internos”. No fue un proceso aislado, sino un entramado institucional proveniente del Estado con la práctica sistemática y permanente de la persecución, la tortura y los asesinatos. Pese a que Mario era buscado por las fuerzas represivas de la dictadura en Valparaíso, logra escapar a Santiago donde prosiguió su lucha hasta que fue secuestrado y hecho desaparecer bajo las órdenes directas de Miguel Krassnoff con su Brigada Halcón. Hoy forma parte de la Lista de los 119 Detenidos Desaparecidos bajo la denominada Operación Colombo. La Operación Colombo se trató de un plan perverso, extraído de los manuales de la Escuela de las Américas. Fue el preámbulo de la coordinación de los Servicios de Seguridad cuyo objetivo era hacer creer que las 119 personas detenidas en las mazmorras, desesperadamente buscadas por sus familiares, se habían eliminado entre ellas en una pugna en el extranjero. Una burda y falsa mentira que no tarda en ser desenmascarada por los medios de prensa internacionales. En este caso preciso, los periodistas y medios de prensa que eran adictos al régimen mostraron su falta de ética, su obsecuencia y complicidad con la sanguinaria dictadura. Vengo hoy a encontrarme frente a jóvenes que aspiran a ser Periodistas y que se comprometen a ser dignos y dignas de su profesión, conscientes de la responsabilidad de su rol de comunicadores, que deben respetar el derecho irrenunciable de la ciudadanía a disponer de información amplia y verdadera. Hay que estar vigilantes, porque en nuestro país la condición de periodista fue ensombrecida por los que sin piedad ni vergüenza colaboraron en los montajes tendientes a encubrir los asesinatos de la dictadura, faltando a la ética de su profesión, como queda demostrado en el juicio del Colegio de Periodistas en el año 2005, a raíz de la Operación Colombo, en el Caso de los 119 Detenidos Desaparecidos. 31 Periodistas fueron cruelmente asesinados y asesinadas durante la dictadura. Murieron por la libertad, pues eran tenaces opositores al régimen de facto. Recorrer su desempeño profesional y político, conocer sus jóvenes vidas, vemos que dejan un ejemplo a seguir. Mario permaneció un año clandestino en Santiago hasta que fue detenido el 25 de septiembre de 1974, en la esquina de la calle Catedral y Bandera, a las nueve y media de la mañana, siendo horriblemente torturado, posteriormente lo asesinaron. No sabemos en qué lugar recóndito de este país escondieron su cuerpo. Lo hemos buscado incesantemente (…) Su nombre quedará grabado ahora en el metal que preservará su recuerdo como símbolo de la época de las luchas estudiantiles libradas para lograr una universidad democrática en aquel entonces, período en el que Mario jugó un rol preponderante en esta Facultad. Necesitamos luz para iluminar el sendero de las nuevas generaciones que perseverarán su lucha hacia un mundo justo e igualitario por el cual Mario también luchaba. Intentaron hundir su dignidad, su alegría de vivir, de abolir sus ideas, sin embargo, su recuerdo ha logrado sobrepasar el tiempo y el horror y lo encontramos en el camino de la Memoria Histórica, sobrevolando los campos abiertos de la esperanza para alcanzar una sociedad justa e igualitaria. No lo destruyeron. La prueba de ello es que nos encontramos reunidos en torno a su recuerdo. Nos entrega historia, la insumisa, la rebelde, la que escriben los pueblos que luchan por su libertad y justicia social.” Al finalizar esta segunda parte de la ceremonia, María Teresa Aguilera, compañera y amiga de Aminie, hizo entrega de un ramo de flores de parte de los amigos, amigas, compañeras, compañeros, de las generaciones pasadas y presentes, como un reconocimiento a la incansable e importante tarea en el rescate de la Memoria Histórica popular que lleva adelante la compañera Aminie, labor que ha ido plasmando hasta el momento en tres libros: “Éramos Liceanas en Septiembre del 73”, “Guerrilleros de la Nueva Aurora” y “Un Mundo que Cambiar. Biografía de Mario Calderón Tapia”. La manifestación de arte popular no estuvo ausente en esta actividad y las canciones “El Aparecido”, de Víctor Jara, y “El Necio”, de Silvio Rodríguez, llenaron de melodía y contenido el Aula Magna de la Universidad de Playa Ancha. La tercera parte y final de esta ceremonia se llevó a cabo en el Área Audiovisual de la Carrera de Periodismo, lugar donde se reinauguró la  Placa de Memoria que fue instalada el 18 de octubre de 2019 en un acto en homenaje a Mario Calderón Tapia, precisamente el día en que estalló con la furia de un volcán la rebeldía de millones de chilenos y chilenas a lo largo y ancho del territorio nacional, quienes con la dignidad de un pueblo que lucha decididamente por romper las cadenas del abuso, la desigualdad y la opresión, pusieron en jaque al gobierno de Sebastián Piñera y la institucionalidad neoliberal, rebelión popular que la feroz represión estatal, con asesinados(as), encarcelados(as), torturados(as) y mutilados(as) oculares no pudo contener, pero que sí pudo ser desarticulada por el Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución, junto con la aparición de la pandemia de coronavirus en nuestro país. Al descubrir la Placa de Memoria, Aminie manifestó que “Mario será recordado como un dirigente, como un trabajador, como un militante, como un luchador popular, pero él es mi hermano y hay una gran emotividad presente en mí en estos momentos. De todas maneras, quiero reiterar que pese a las emociones que nos provocan los recuerdos, no se puede construir futuro sin rescatar nuestra memoria.”
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