A través de un lienzo han expresado que seguirán adelante en forma decidida con su lucha, ya que “Si no hay navidad para los portuarios, no hay año nuevo en Valparaíso”.
El accionar de las Fuerzas Especiales de Carabineros ha sido constante, inundando el sector puerto de Valparaíso de gases tóxicos y contaminantes.
Como continúa relatando uno de los portuarios movilizados, “Nosotros hemos ido conversando con los vecinos y comerciantes para que entiendan las razones de nuestra lucha y al mismo tiempo hacerles saber que son los empresarios los culpables de que tengamos que recurrir a este tipo de acciones para visibilizar nuestra movilización. Todo este año ha sido muy malo laboralmente para nosotros, ya que los turnos de trabajo han disminuido. También se ha visto complicado esto con los trabajos de ampliación del muelle en 120 metros realizados por la empresa TPS, lo que nosotros aceptamos pensando en nuestro futuro laboral. Eso nos significó estar un tiempo sin poder trabajar, con menos cantidad de buques que atender y una menor cantidad de tarros (así llaman los trabajadores portuarios a los contenedores, ndr) para nuestras faenas. Por eso nos movilizamos para solicitar un bono compensatorio y mejoras laborales, pero la empresa TPS se ha burlado de nosotros, sin querer negociar en un comienzo y al hacerlo en estos últimos días se ha limitado a ofrecer compensaciones irrisorias, con pequeños préstamos y gif cards. En cambio, la empresa concesionaria del otro muelle de atraque, TECEVAL, negoció con sus trabajadores y les dio una solución satisfactoria que incluyó un bono compensatorio de un millón de pesos. La empresa TPS incluso ha tratado de dividir y quebrar el movimiento ofreciendo trabajo a algunos de nuestros integrantes, porque saben que existen muchas necesidades en las familias. Estamos pasando hambre, no tenemos como pagar las cuentas de la luz, el agua y el gas, y tampoco podemos pagar los estudios de nuestros hijos.”
El movimiento llevado adelante por los trabajadores portuarios eventuales ha ido siendo comprendido por los habitantes y comerciantes del sector puerto, producto de la cercanía y explicaciones que los mismos trabajadores se han encargado de difundir respecto de sus demandas y el actuar que ha tenido la empresa Terminal Pacífico Sur (TPS). Prueba de esto es la movilización de apoyo organizada por locatarios, comerciantes, juntas de vecinos, organizaciones sociales, estudiantiles y culturales del barrio, quienes el pasado viernes 14 de diciembre realizaron un acto de solidaridad en la plaza Echaurren. En la declaración emitida por “Barrio Puerto” expresan:
“Durante el año 2017, Terminal Pacífico Sur (TPS) obtuvo ganancias del orden de los US$8.597.000 por la explotación del Terminal N°1 del puerto de Valparaíso. Jugosas ganancias que en nada se condicen con las precarias condiciones laborales que enfrentan los trabajadores portuarios, especialmente los eventuales de TPS, todo ello producto de la falta de regulación laboral e incapacidad de sostener diálogos resolutivos con las empresas. Aun mes del inicio de la movilización, la empresa portuaria del empresario Von Appen, ni siquiera ha tenido la voluntad de llegar a un acuerdo con sus trabajadores y ha realizado diversas maniobras para romper la huelga y generar división entre las comunidades, es por ello que vecinos y locatarios del Barrio Puerto junto a los trabajadores portuarios, hemos decidido unir fuerzas, debido a que el enemigo es el mismo: la empresa portuaria que al no tener voluntades que lleven al diálogo, ha generado daños en el comercio local, al turismo en la zona, afectando la vida de barrio y la ciudad. Es por ello que hacemos un llamado a quién sienta convocado en dar su apoyo a estas luchas sociales, que no solo pertenecen a los portuarios sino que a toda la ciudad de Valparaíso, son hechos que afectan a toda la región, siendo actos de importancia pública en una ciudad que por años ha sido testigo de la decadencia, abandono por parte de la empresa portuaria, de autoridades y del Estado, afectando la vida en nuestro barrio, con respecto al comercio local, los espacios públicos, el borde costero y todo lo que conlleva a un desarrollo pensado para y por los porteños. En un gesto responsable, democrático y con la voluntad de llegar a acuerdos hemos dialogado y unido fuerzas varios de los locales comerciales de Barrio Puerto, agrupaciones vecinales y trabajadores, coincidiendo en que es el empresariado los provocadores de este conflicto el cual nos convoca y afecta a tod@s. El puerto está de luto y hacemos un llamado para mañana viernes 14 de diciembre a las 18:00 en plaza Echaurren a participar de una concentración pacífica en apoyo a los trabajadores portuarios. ¡Valparaíso ayuda al puerto! Firmantes: Junta de Vecinos 134 Barrio Puerto/ Junta de Vecinos 35 Cerro Toro/ La Escala Galería de Arte/ Locatarios Barrio Comercial calle Bustamante/ Sindicato de Músicos, Simuval/ Escuela de Orfebrería Valparaíso/ Colectivo Barrio Puerto/ Sindicato de Auxiliares de Bahía/ Sindicato Sudemp Uniport/ Sindicato de Estibadores/ Movimiento 15 deAgosto/ La Pará Kultural/ Restaurante El Vittorio/ Restaurante Puerto Milnay/ Restaurante El Sureño/ Restaurante Doris/ Bar Liberty/ Sanguchería delTouper/ Tribu Centro Funcional/ 504 Coffe/ Restaurante Maison Doree/ Restaurante Morena Bistro/ Centro de llamados Serrano/ Club Deportivo Carretones de Valparaíso/ Kolectivo Pedagogía Patrimonial/ Estudiantes débase UPLA/”.
El trabajador que se ha acercado a conversar continúa su relata expresando que “Nuestra lucha también se caracteriza por el apoyo que hemos tenido de otras organizaciones, especialmente de la Unión Portuaria, quienes han realizado acciones concretas de apoyo a nuestro movimiento. También hemos recibido el apoyo solidario de otros trabajadores del sector de la minería y de los estudiantes”
Respecto a este último aspecto cabe resaltar las acciones coordinadas llevadas adelante por los trabajadores portuarios y los estudiantes de la Escuela de Derecho de la Universidad de Valparaíso el día jueves 13 de diciembre, en donde, mientras los portuarios levantaban barricadas en el sector de plaza Sotomayor y las calles aledañas alrededor de las 7,30 horas de la mañana, los estudiantes desplegaron barricadas a esa misma hora en Avenida Errázuriz, frente al edificio universitario.
Hoy lunes 17 de diciembre, luego de la “tregua” del fin de semana, los trabajadores portuarios eventuales nuevamente se manifestaron con barricadas en el sector puerto en la hora punta de la mañana, provocando alteraciones en el tránsito que se prolongaron por más de dos horas.
Durante la tarde, las Fuerzas Especiales de Carabineros desplegaron un fuerte contingente policial para iniciar un asalto a las sedes sindicales, la que fue resueltamente resistida por los trabajadores portuarios, pero que finalmente terminó con el violento allanamiento a la sede del Sindicato de Estibadores, en donde la Fuerza Pública provocó cuantiosos daños, como los mismos trabajadores difundieron mediante imágenes, llevándose detenidos a un importante número de trabajadores que se encontraban en su interior.
Pablo Klimpel, vocero de los trabajadores portuarios eventuales movilizados, realizó una declaración pública ayer lunes en la noche, difundida a través de las redes sociales, en donde manifestó: “Hoy tuvimos una larga jornada de protesta en el puerto. Carabineros de Fuerzas Especiales entraron al Sindicato, lo allanaron, tuvimos alrededor de 20 detenidos, un par de heridos, con compañeros resistiendo en el techo del Sindicato. Carabineros destruyó la puerta del Sindicato, oficinas del Sindicato, cuadros del Sindicato, sin ningún motivo, no era necesario estar rompiendo las puertas ni las oficinas. Acá en Valparaíso paralizó el Terminal Dos en solidaridad con el Terminal Uno, paran los puertos en San Antonio, paran los puertos en el norte, en el Bio Bio, en el centro. Aquí yo creo que hay responsabilidades políticas importantes de parte del gobierno. Tenemos 4 estudiantes heridas por una persona que se dio a la fuga, Carabineros le dio cobertura para poder escapar, tiraron el lanza aguas y el zorrillo, nadie lo detuvo, estaba lleno de Fuerzas Especiales. Era, al parecer, unas jóvenes estudiantes universitarias. No entiendo cómo un privado puede tener más poder que un Estado. Cómo es posible que no exista una legislación que pueda sentar al privado a conversar, se pueda llegar a acuerdos. Acá no se trata sólo de bonos y plata, se trata de condiciones de trabajo, se trata de hacerse cargo de un problema social y eso es importante, porque independiente que digan que no tienen ninguna deuda con nosotros si hay un problema social, si hay un modelo de relaciones laborales que colapsó en Valparaíso. Eso tiene que quedar claro. Aquí si existe un muerto va a ser responsabilidad de Piñera y va a ser responsabilidad de las autoridades locales. Me parece inédito el descaro de la Ministra Pérez con el Alcalde pidiéndole la renuncia para que se solucione el problema portuario en Valparaíso, cuando un Alcalde tiene solo atribuciones municipales, pero no como la Empresa Portuaria, como el Gobierno, especialmente el Ministro de Trabajo, el Ministro de Trabajo o Interior. Creo que hay responsabilidades políticas, hay una falta de voluntad política del Gobierno de poder dar una solución. Hacemos nosotros un llamado a las autoridades a que se pongan los pantalones. No puede ser que un privado tenga patas pa’rriba un país. También llamamos a la solidaridad de los trabajadores, de la organización sindical. Vamos a estar alertas, nosotros seguiremos en esta lucha. Muchas gracias. ¡Arriba los que luchan!”
Guardando naturalmente las proporciones, es posible aventurar que las acciones de protesta realizadas por los trabajadores portuarios acá en Valparaíso constituyen un pequeño “botón de muestra”, asimilable – en una escala infinitamente menor y más localizada – a las protestas masivas y generalizadas que han protagonizado las denominadas “chaquetas amarillas” en Francia, quienes con sus radicales movilizaciones han paralizados y metafóricamente incendiado la ciudad de Paris y sus alrededores estas últimas semanas. Valparaíso se está simbólicamente transformando en un pequeño “ValParis”.
Crónica escrita el 18 de diciembre de 2018