Organizaciones de Tomé, Penco, Lirquén, Quirihue y Concepción se reunieron a conversar en torno a un mate en la sede de la Unión Comunal de Huertos Orgánicos (UCHO), el objetivo de la actividad según la presidenta de la UCHO Fidelina Camaño es la instauración de un protocolo de acuerdo para el cuidado del medio ambiente y también para compartir experiencias y conocimientos entre los distintos grupos. Esta es la primera de las tres reuniones que tienen presupuestadas.

María Eugenia Carreño de CETSUR nos cuenta que la Unión Comunal de Huertos Orgánicos se adjudicó un fondo de protección ambiental del ministerio de medio ambiente, el cual será destinado a instalar una red de cuidado del medio ambiente. Esta actividad se plantea la generación de acuerdos entre los grupos que han emprendido este trabajo de promover  la producción sin la utilización de químicos, producir preferentemente para el autoconsumo y la reproducción de árboles y plantas nativas, por ejemplo.

La UCHO para masificar e invitar a la comunidad a introducirse en este tema ha organizado una serie de talleres como: el manejo de residuos orgánicos domiciliarios y la instalación de lombricarios y composteras y un taller en el ámbito de la nutrición, vinculado a la alimentación saludable y al etiquetado nutricional.

María Elena Molina de la comuna de Quirihue  del grupo Las Camelias,  nos cuenta sobre su trabajo “nuestro objetivo es contribuir en la preservación del medio ambiente reciclando y asentando huertos orgánicos libre de químicos, invernaderos de flores exóticas e intercambio de semillas naturales, tratando de contrarrestar la fabricación de alimentos desde la agroindustria”

Este grupo que ya lleva más de 14 años, produce principalmente para el autoconsumo, pero el excedente lo vende en la ferias de Chillán, Los Ángeles por ejemplo. Nos comentan que la intención es seguir socializando estos conocimientos y esta forma de vida por lo que la invitación es que se incorporen jóvenes a este trabajo.

Asimismo María Elena señala el daño que producen las forestales “estamos rodeados de plantaciones forestales en nuestra localidad que han afectado el agua y el suelo con sequía y degradación de las tierras, pero ahí estamos nosotras dando la lucha”.

A partir de la década de los 80 o 90 surge como la instauración de huertos orgánicos en las ciudades de mano de las mujeres y utilizando sus patios o lo que tuvierna disponible incluso plantaban en botellas, neumáticos, es decir, aprovechando al máximo los lugares. Esta actividad tiene relación con el nivel de cesantía que existía en ese momento, en el caso de Tomé cuando van cerrando las fábricas y los hombres comienzan a quedar cesantes, las mujeres buscan una alternativa para sustentar a las familias y crean estas huertas para el autoconsumo.

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