El Gobierno y los medios de comunicación han puesto a la mediagua como la única alternativa que puede dar respuesta a las necesidades de quienes perdieron sus casas el 27 de febrero. En las lluvias registradas el día miércoles de esta semana, no sólo quedó al descubierto las condiciones de quienes viven en carpas, sino que también el estado de las mediaguas.
En Penco, sobre las multicanchas del sector Baquedano, viven unas 120 personas, miembros de 21 familias de la población Villa Esperanza. Las mediaguas en que viven se llovieron completamente en la madrugada y la mañana de este miércoles 05 de mayo.
Los vecinos Fabriciano Castro y Norma Bascuñán cuentan que los militares hicieron las mediaguas a su antojo. El alcalde Guillermo Cáceres les había prometido mediaguas con forros y ventanas de vidrio. Pero, como ventanas, recibieron un bloque de tablas un poco más gruesas que las de un cajón de tomates y como aislante térmico, recibieron "lana de celulosa" que no es otra cosa que papel de diario picado que fue pegado a todas las peredes y que con la lluvia se mojó completamente.
Esta "lana de celulosa" es un peligro, no sólo por la humedad y los hongos que alberga, sino por que los vecinos se calefaccionan con braseros, corriendo el riesgo que este papel picado se queme con las brasas.
La señora Norma nos cuenta que las 22 mediaguas fueron construidas hace 15 días, en los cuales los vecinos tuvieron un sólo baño químico, que al cabo de unos días estaba inutilizable. Por ello tenían que pedir baños en casas de amigos o familiares. Recién el día jueves 06 de mayo recibieron 4 baños químicos para 120 personas.
Don Fabriciano dice que lo que se puso como techo, en realidad es lata de recubrimiento lateral y los clavos que la sujetan a las vigas de la mediagua, son clavos comunes y corrientes, sin la protección para el agua lluvia. Pero el agua no sólo se filtra por los bordes de los clavos, sino que por los agujeros que los militares dejaron cuando se equivocaban de lugar para clavar.
Después de la lluvia, el alcalde envió la gran solición: plastico. Así Cáceres obedece a su correligionaria UDI, la intendenta Van Rysselberghe, cuando afirmó que ante un frente de mal tiempo "Lo que vamos a hacer, aunque sea medio rudimentario, es entregar plástico al por mayor para que cubran las carpas y no se les mojen la ropa y los colchones”.
Otro tema son los chocos que levantan la mediagua del suelo. Comunmente, estos se llaman pollos o pilotes y son de cemento. Los de estas mediaguas son de pino y tienen un grosor irregular que oscila entre los 3 cm y los 20 cm. Cuando le falta altura, se le pone madera que la complete.
La lluvia no sólo entró por las perforaciones del techo, sino que también por las junturas entre los paneles y el piso. Esto porque los paneles los pusieron sobre el piso, lo que permite que el agua caiga en el borde del piso y entre bajo el panel hacia el interior de la mediagua.
Esta situación se vive también en sectores como Villa Belén, playa Negra, Cerro Verde Bajo y Cerro Verde Alto y en el tradicional Barrio Chino.
Don Fabriciano se pregunta ¿Que culpa tenemos de ser pobres? Y nos cuenta que todos los arreglos que han hacho a estas burlas del Estado, han sido con los materiales que quedaron de sus destruidas casas, porque no tienen dinero para comprar, pues la cesantía y los salarios de misera, los agobian a todos. De hecho, sólo en enero de este año, el municipio registraba un 18% de cesantía.
¿Cual es la responsabilidad que tiene con el país, este Estado e instituciones como el Ejercito?