En el marco de la crisis política de la guerra entre Rusia y Ucrania, Meta -la empresa dueña de Facebook, Instagram y WhatsApp- decidió bloquear a Russia Today y Sputnik en el territorio de la Unión Europea. A ellas se sumó Youtube.
Por Felipe Soto Cortés
“Hemos recibido solicitudes de varios gobiernos y de la UE para tomar medidas adicionales en relación con los medios controlados por el estado ruso. Dada la naturaleza excepcional de la situación actual, restringiremos el acceso a RT y Sputnik en toda la UE en este momento.” señaló Nick Clegg, vicepresidente de Meta en su cuenta de Twitter este lunes.
Tras el anuncio de Meta, se sumó la plataforma Youtube que también bloqueo los canales de Russia Today y Sputnik señalando "Bloqueamos los canales YouTube de RT y Sputnik en toda Europa, con efecto inmediato. Nuestros sistemas necesitan un poco de tiempo para ser completamente operativos. Nuestros equipos vigilan la situación las 24 horas para actuar lo más rápido posible".
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Por su parte, Twitter destaca en su red a periodistas y medios de comunicación no alineados con Washington y la OTAN, o que han colaborado en algunos de estos medios, como “Medios afiliados al gobierno, Rusia”
¿Por qué no, entonces, destacar como Medios afiliados al gobierno de EEUU, a conglomerados de grandes magnates como CNN, o señalar que la BBC es del Estado Británico, o que la AF es del Estado Francés?
En el escenario de guerra la información es en el fondo, propaganda. De un bando o de otro.
¿Quién se atrevería a censurar en redes a medios de comunicación chilenos y sus periodistas como “afiliados a la OTAN”?
Suena complejo, pero censurar solo un bando de la “información” es parte de una práctica totalitaria que tanto la Unión Europea como Estados Unidos han denunciado. Sobretodo cuando la censura es por parte de sus enemigos. Tal como en 1984, de George Orwell.
Esa manera de tratar la información hace que sea una prolongación del escenario de guerra, obligándonos a tomar partido por los buenos contra los malos e impidiéndonos así intentar comprender un fenómeno mucho más complejo. En este caso, el enfrentamiento entre dos gobiernos de derecha, uno de ellos, que es un simple títere de EEUU y la Unión Europea y el otro que representa también a una oligarquía interesada en controlar recursos ajenos.
Es decir, no es ni la URRS, ni Hitler, ni la guerra fría, ni los buenos contra los malos. Los juicios simplistas son potenciados por la falta o la distorsión de la información, censurar a otros medios porque no representan la línea de la OTAN ni EEUU solo hará que se profundicen las diferencias en el conflicto.
Pero parece ser ese el objetivo de ese tipo de políticas que se suman a las nuevas sanciones a Bielorrusia por su colaboración en la invasión de Ucrania -Es en Bielorrusia donde se están sosteniendo los diálogos por la paz-, la paralización de transacciones del Banco Central de Rusia y la exclusión de varios bancos rusos de SWIFT, así como a la financiación europea a la compra y entrega de armas y equipos militares a Ucrania.