México: Identifican peritos a uno de los normalistas desaparecidos en Ayotzinapa


Funcionarios que participan en el Gabinete de Seguridad Nacional informaron que los primeros resultados del análisis de restos localizados en el basurero y en el margen del río San Juan, en el municipio de Cocula, dieron positivo para la identificación de Alexander Mora Venancio, uno de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos desde el pasado 26 de septiembre.

Especialistas de la Universidad de Innsbruck, Austria, enviaron a las autoridades mexicanas y a peritos argentinos los primeros resultados de sus investigaciones, los cuales fueron hechos del conocimiento de los familiares de los normalistas directamente por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) en la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa. La información fue compartida y discutida durante las horas siguientes en asamblea.

El coordinador del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, Abel Barrera Hernández, indicó que los padres decidieron mantener en sigilo esta información, por respeto a la familia del joven estudiante Alexander; sin embargo, ya salió a la luz pública y ahora vamos a esperar a que el equipo de forenses argentinos explique en términos más científicos los resultados, pero el asunto ya fue platicado con los padres, y con la familia de la víctima.

Las fuentes consultadas refirieron que siguen en estudio restos que podrían llevar a nuevas identificaciones.

En el sitio oficial de la escuela Raúl Isidro Burgos también se confirmó la noticia, en su página de Facebook se colocó el siguiente mensaje fechado en El Pericón, municipio de Tecoanapa, Guerrero, de donde era originario el joven estudiante:

“Compañeros, a todos los que nos han apoyado, soy Alexander Mora Venancio. A través de esta voz les hablo. Soy uno de los 43 caídos el día 26 de septiembre en manos del narcogobierno. Hoy 6 de diciembre le confirmaron los peritos argentinos a mi padre que uno de los fragmentos de huesos encontrados me corresponden.

“Me siento orgulloso de ustedes, que han levantado mi voz, el coraje y mi espíritu libertario. No dejen a mi padre sólo con mi pesar, para él significo prácticamente todo, la esperanza, el orgullo, su esfuerzo, su trabajo y su dignidad.

Te invito que redobles tu lucha. Que mi muerte no sea en vano. Toma la mejor decisión, pero no me olvides. Rectifica si es posible, pero no perdones. Este es mi mensaje.

Este domingo, a las 12 horas, la PGR ofrecerá una conferencia de prensa en la que dará a conocer información completa de los avances de las pruebas de ADN mitocondrial realizadas por los investigadores de la Universidad de Innsbruck que permitieron la identificación de Alexander Mora Venancio.

Los estudios se realizaron a uno de los 14 fragmentos de hueso que el gobierno mexicano envió a esa institución europea por acuerdo de los especialistas mexicanos e integrantes del EAAF, ya que es considerada una de las entidades académicas y de investigación más prestigiadas en ese ámbito.

En ese laboratorio se logró la identificación de los restos de dos hijos del zar Nicolás II, casi cien años después de que fueron calcinados, y aclarado la identidad de restos que supuestamente pertenecieron a Mozart, entre otros.

El llamado caso Iguala inició la tarde-noche del 26 de septiembre de este año cuando un grupo de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos, de Ayotzinapa, fue atacado por policías municipales de los ayuntamientos de Iguala y Cocula, en Guerrero, por órdenes del entonces alcalde de Iguala, José Luis Abarca Velázquez, a fin de que no fueran a protestar en el sitio donde su esposa María de los Ángeles Pineda Villa rendía su informe de labores al frente del DIF de esa localidad, y afectaran lo que sería el acto de lanzamiento de su campaña como candidata a esa alcaldía.

Abarca Velázquez ordenó –de acuerdo con las investigaciones de la PGR– que pararan como fuera a los estudiantes. Los uniformados los detuvieron ilegalmente y posteriormente los entregaron a integrantes de Guerreros Unidos, una organización dedicada al tráfico de drogas, secuestro y extorsiones en los estados de Guerrero, Morelos y México.

El grupo Guerreros Unidos surgió como una escisión del cártel de los hermanos Beltrán Leyva tras el abatimiento de Arturo Beltrán Leyva por elementos de la Secretaría de Marina, en diciembre de 2009, en Cuernavaca, Morelos.

Un líder regional de Guerreros Unidos en la zona de Cocula e Iguala, identificado como El Gil, habría sido –de acuerdo con las investigaciones de la PGR– quien, en coordinación con otro hombre identificado como El Chucky, ordenaron el traslado de los estudiantes al basurero de Cocula, donde fueron ejecutados e incinerados.

El pasado 7 de noviembre, en conferencia de prensa, el procurador Murillo Karam informó que según las indagatorias los restos de los jóvenes fueron incinerados en una pira elaborada con llantas, madera y basura, utilizando como aceleradores diésel, gasolina y otros combustibles; posteriormente los restos fueron destrozados, recogidos, colocados en bolsas y tirados al río San Juan, que cruza por el municipio de Cocula.

Lo anterior con base en los testimonios de tres integrantes de Guerreros Unidos que fueron dados a conocer por la PGR, y con los cuales se pudieron recuperar en los márgenes del río dos bolsas con fragmentos de huesos y cenizas, además de restos humanos que quedaron esparcidos en el basurero de Cocula.

Hasta el momento hay 80 personas detenidas como presuntos responsables de la desaparición de los estudiantes, entre ellos el ex alcalde de Iguala José Luis Abarca y más de 50 policías municipales de Iguala y Cocula; el resto son integrantes de Guerreros Unidos. Se encuentran prófugos nueve involucrados, entre ellos Gildardo López, El Gil, y un hombre apodado El Chuky.

En tanto, en la PGR continúan los trabajos de identificación genética para establecer la identidad de 31 de los 38 cuerpos que fueron inhumados de manera clandestina en nueve fosas localizadas en el municipio de Iguala, y de los cuales ninguno corresponde a los normalistas.

Etiquetas
Estas leyendo

México: Identifican peritos a uno de los normalistas desaparecidos en Ayotzinapa