En el norte del país se vive un ambiente crucial para las y los migrantes de la zona. La atención se ha volcado poco a poco y con mayor intensidad hacia ellos y ellas durante las últimas semanas, dado a la controversia originada con los dichos del Colegio Médico de Iquique, la situación de pasos irregulares por la frontera, y los llamados xenófobos a cacerolear por una parte de la población; aspectos que cruzan el fenómeno de migración en Chile.Por Valentina Luza
Iquique es conocido por ser un territorio pluricultural, gestado en base a los flujos de migraciones que poseen un valor histórico. En el 2019, según un informe del Departamento de Extranjería del Gobierno, en la Región se estimó un total de 68.394 personas extranjeras residentes, de los 330.558 habitantes que hay. Esto sería considerado un 14% de la población total.
Estas cifras cada día aumentan más y más. Es un hecho innegable que esto responde a un fenómeno de carácter mundial; que azota a diferentes partes del mundo entre crisis de todo tipo. Entre las principales razones de las personas para migrar -tanto en Chile como en cualquier otro sitio- está la búsqueda de mejores oportunidades; económicas, sociales, culturales, entre otras.
Es por esta razón, que la conversación cada vez se estrecha más. Una realidad que se asienta de manera natural entre los territorios; que se enriquecen a la misma vez con este proceso y que empujan a los gobiernos de turno a manifestarse al respecto.
Sin embargo, para que sea con características humanitarias y en pos de los derechos de las personas, urge un análisis en sus marcos legales en todas las disposiciones que esto implica; regularizar la estadía y sus papeles que les permitan el acceso a los servicios de salud y de toda índole, considerando el escenario de crisis sanitaria y social que ha golpeado sin distinción.
Fue en el 2019 que la situación de los migrantes en Chile llegó a la Comisión Interamericana de DDHH, dado a las ambiguas normativas que los protegen, y según calificaron, empujándolos a un estado de vulneración constante de sus derechos.
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Hoy por hoy, la Ley de Migración es la que está en la mira. Desde la población migrante que exigen las especificaciones claras de esta misma, así como también la existencia de una mesa de diálogo que busque estrategias conjunto a la población y organizaciones que han trabajado por años por el tema de manera directa.
Múltiples factores y discusiones
Durante el último periodo se han generado “unas olas” de migraciones en las fronteras que han reavivado la conversación de la población respecto al tema. Es por ello, que desde el Colegio Médico de Iquique lanzaron un comunicado donde pedían a las autoridades regularizar “la migración ilegal” dado que según indicaban, ésta era una de las razones de la persistencia de números altos en las cifras de contagios de coronavirus Tarapacá.
Este declaración conmocionó a gran parte de las y los residentes, e inmediatamente fue refutada con una carta emitida desde 43 académicos de diferentes casas de estudios que catalogaron estos dichos como deshumanizantes y racistas.
No pasó desapercibida y de paso alentó a un sector de la población a “cacerolear contra los inmigrantes”. Un hecho sumamente controversial que fue catalogado como una expresión de la xenofobia, discriminación y odio que persiste bajo el alero de estos estigmas.
Para Lorena Zambrano, dirigenta de la Asociación Migrante y Pro Migrante (AMPRO) de Tarapacá todos estos hechos han respondido “a un arma política” que se ha destinado estratégicamente y que no puede analizarse de manera aislada. Asimismo, cuestiona el actuar del Colegio Médico y expresa que “deben ser neutrales y actuar desde su puesto, de manera neutral”.
Profundiza que no se trata de una casualidad que se activaran todos estos hechos a días del plebiscito y mientras se discutía la Ley de Migraciones en el Senado. Sabiendo que la migración en Tarapacá no es un hecho que las autoridades desconocieran y que podían prevenir con políticas públicas o estrategias desde antes de la agudización de la pandemia. El “problema” de la migración -como llaman desde las autoridades- es ya un hecho que hace años busca ser abordado desde las agrupaciones.
“Hace falta una mirada transversal, se han dedicado a atacar o planear con organizaciones de la sociedad civil ataques de odio. Siempre se ha desconocido el aporte integral que han tenido los migrantes en la Región. No se habla de los médicos extranjeros que han muerto salvando vidas, ni tampoco de como los migrantes han levantado ollas comunes, ni tampoco el aporte económico que somos todos”Te puede interesar: Ley de Migración y Extranjería se encuentra en su segundo trámite constitucional y con amenaza de veto presidencial
El aporte que ha significado la migración en Chile según el libro “Migración en Chile: Evidencia y mitos de una nueva realidad “de la Universidad Alberto Hurtado del Servicio Jesuita a Migrantes (SJM) es de 680.200 millones de pesos al PIB, lo que representa 0,38 por ciento del indicador.
Para Lorena, hace falta un trabajo en políticas públicas que reconozca a las y los migrantes y se preocupe de evidenciar todas las dimensiones que requiere su bienestar en el país: “Tenemos un sólo hospital en nuestra Región, si vamos a hablar de la salud, ésta ha sido mala en Chile hace muchos años”. Así como también las problemáticas de vivienda, entre otras, que empujan a las y los migrantes a buscar alojo en albergues o en tomas calificadas de ilegales que posteriormente son desalojadas.
“Las políticas públicas no han sido parte del cambio. Chile no se ha preparado para ir inyectando recursos en sus regiones, sabiendo que sea como sea la población crece. Debe hacer un reajuste nacional y presupuesto en todas sus categorías", enfatiza Lorena.
Un ejemplo de ello es la poca regularización o recursos destinados durante la crisis sanitaria a aquellos que se encuentran con problemas en sus papeles para poder acceder a trabajo. Como así también, la poca regularización legislativa cuando se trata de arriendos y garantías para los migrantes. Es decir, todos aquellos aspectos que protejan de alguna manera sus derechos básicos de estadía.
Migrar es un derecho humano
Madres, hijos, abuelos, familias completas que dejan todo atrás por un mejor vivir. Este, es uno de los mayores impulsos para los miles de familias que llegan a Chile desde diferentes lugares de Latinoamérica. No es un hecho que se evoque al tiempo presente; es más bien histórico, respondiendo incluso a la mayoría de las raíces que tienen las y los nortinos.
Tarapacá es una ciudad pluricultural en muchas dimensiones; gastronomías, cosmovisiones, cultura, etc. Gracias a las características geográficas que han propiciado la movilidad humana desde la ancestralidad. El proceso migratorio no es ajeno a nadie.
Es por ello que muchos y muchas deciden empezar una vida aquí. Lorena también destaca la importancia de un cambio social en el trato hacia los extranjeros, en unos imaginarios que dejen de estigmatizar en grupos: “Migrante no es el empresario. Migrante es el que barre, la asesora del hogar, pero personas que dan trabajo a su misma gente, ellos son extranjeros. Esas mismas clasificaciones que nos dan a nosotros mismos, generan disputas internas”.
Según un estudio titulado “Ser migrante en el Chile de hoy” (2012), un 44,6 % de los encuestados consideró que en los medios de comunicación televisivos se les muestra desde la estigmatización. En el mismo estudio, un 44% de ellos menciona haber sentido discriminación en los años de su estadía.
Esta también es otra trinchera de lucha desde la asociación centrada en la disminución de desigualdades; un proceso que requiere la participación e involucramiento de toda la ciudadanía.
Una conversación necesaria a miras del plebiscito
Para Lorena estos días también son claves. La gestión de los gobiernos que han evitado legislar de manera concordante con el fenómeno migratorio pasa la cuenta: “Ellos mismos han dado pie para que pase todo esto. Al no tener una Ley de Migración clara donde estén los procesos justos y equitativos. Esto nos viene afectando desde hace años, en el gobierno de Bachelet se avanzó un poco y ahora con Piñera se retrocedió el doble. Nos dan y nos quitan con la otra mano”.
Hace años que desde las organizaciones se han buscado las instancias para conversar con las autoridades y legisladores del país para establecer estrategias de bien común. La importancia de unificar las conversaciones de manera interregional es también un punto clave; se intensifica el tráfico de personas migrantes, como así también la vulneración de niños, niñas y niñes que pasan las fronteras junto a sus padres.
“No pueden cerrar los ojos a todos estos temas que están sucediendo. Eso es negar su responsabilidad como gobernante”.
Desde AMPRO han dedicado las energías de las últimas semanas a incentivar el voto de la población y así generar una representatividad para futuros procesos: “Nosotros aquí tenemos un gran rol que estamos a incitar al voto. Queremos sacar dos diputados, calculando si todos vamos a votar. También inculcando fuertemente que no tenemos que quedarnos fuera de la constitución”.
Al preguntar cómo se imagina desde su perspectiva “Un nuevo Chile” comenta que con mucho temor, miedo a que no exista una verdadera inclusión más allá del papel y que se siga sin aplicar. Con temor que se siga viendo a las otras personas como otro: “¿Cuántas víctimas más de toda esta idiosincrasia xenófoba y racista debe haber, para qué digamos 'no más'?”.
Aquí la campaña “La humanidad somos todes”, de la Cátedra de Racismos y Migraciones Contemporáneas, la Universidad Abierta de Recoleta, la Red Nacional de Organizaciones Migrantes y Promigrantes, la Radio Universidad de Chile y la Radio JGM ha tomado una gran importancia. Esta hace un llamado de humanidad ante los distintos casos de discriminación y racismo en contra de la población migrante, buscando su eliminación.
“Vemos un pueblo que se alza y pide justicia por años de esclavitud, veo que la migración también está para eso, para trabajar de la mano. Es preocupante que deberíamos no seguir clasificando entre nacionalidades. Personas que habitamos el territorio. Ahora pensamos en un mundo donde quepan muchos mundos. La humanidad somos todos", concluye.
Fotografía principal: Johan Berna.