Javier Milei triunfó en las últimas elecciones presidenciales argentinas con una serie de promesas que nunca cumplirá, fuegos de artificio unidos a una estética desenfadada que lo hacia aparecer como “por fuera” del sistema político tradicional. Sin embargo, desde el minuto uno descartó sus anuncios más publicitados: destrucción del Banco Central y dolarización, para luego deshacerse de una serie de promesas electorales que apuntaban a terminar con el nepotismo y hacer pagar a "la casta" por la crisis económica y social que vive el país.
Joaquín Pérez
Milei prometió barrer con el nepotismo y uno de sus primeros actos administrativos fue derogar un decreto (93/2018) aprobado en el gobierno de Mauricio Macri que limitaba las designaciones en el Estado de familiares directos de funcionarios, con el objetivo de nombrar a su hermana Karina como secretaria general de la presidencia.
Milei prometió barrer con la casta y se rodeo de oscuros personajes proveniente de viejos gobiernos fracasados como el de Macri, partiendo por la propia Patricia Bullrich (Ministerio de Seguridad), a quien en la campaña electoral acusó de ser una terrorista montonera que ponía bombas en jardines de infantes. El hombre a cargo de la economía es también un antiguo funcionario del gobierno de Macri: Luis Caputo, el mismo que endeudó a Argentina por 100 años durante el gobierno Macri con préstamos imposibles de pagar con el FMI y los denominados “fondos Buitre”.
Pero no solo de macrismo se llenó el gobierno de Milei, las autoridades nombradas por el nuevo presidente provienen también de los fracasados gobiernos de Fernando de la Rúa o incluso algunos oportunistas del peronismo menemista como Guillermo Ferraro (en Infraestructura) que incluso trabajó como vicepresidente de la empresa nacional de servicios entre 2005 y 2007 durante la presidencia de Néstor Kirchner, el régimen más odiado por Milei. Será este peronista el encargado de hacer un modelo de obra pública “a la chilena”, como lo ha definido Milei, donde el Estado solo concecionará a privados las obras.
Así que la casta sigue ahí mismo, no solo la casta política, también la judicial y la empresarial, determinando las acciones de un gobierno que hace pagar a las clases populares y sectores medios, la inmensa mayoría de los argentinos, la crisis económica, a través de un paquetazo económico, tarifazo de cuentas de servicios básicos, todo ello reforzado por un anunciado decretazo que incluye la derogación de numerosas leyes que garantizan derechos sociales, sindicales, ambientales, además de atacar la industria nacional y las pymes en favor del negocio primario agro exportador, desregulando precios, permitiendo la especulación y la colusión.
Muchos votantes de Milei se enteran que la casta eran ellos, que las medidas politicas y económicas apuntan a empobrecer la clase media argentina y precarizar aún más a los sectores populares, con el fin de los subsidios estatales a los servicios básicos y el transporte público las tarifas se dispararan, los precios en los supermercados ya subieron ostensiblemente y la inflación durante sus tres primeros meses de gobierno promete superar la de todo el último año de gobierno peronista.La libertad para que las grandes empresas nacionales y transnacionales destruyan Argentina, llega a tal que Milei prometió en cadena nacional que la “Ley de Manejo del Fuego” vigente desde año 2012 para proteger humedales, bosques y áreas naturales, será derogada. Solo el año 2022, los incendios forestales arrasaron más de 700 mil hectáreas en Argentina.
La normativa aprobada durante el kirchnerismo prohibía que se realizan modificaciones en el uso de suelo de superficies afectadas por incendios forestales intencionales o accidentes por 60 años en el caso de bosques nativos, áreas naturales protegidas y humedales; y por 30 años para zonas agrícolas, praderas, pastizales o matorrales.
En esa misma cadena nacional anunció un decreto que incluye 30 puntos, que elimina la ley de alquileres, desregulando el cobro de los arriendos, lo que elevará los precios, provocará especulación inmobiliaria e incluso dolarización en sus cobros. También pretende eliminar la Ley de Abastecimiento, la Ley de Góndolas, la Ley del Compre Nacional, que regula a los supermercados, impidiendo los sobreprecios y la colusión, ademas de obligar a favorecer la producción nacional de pequeñas y medianas empresas. Junto con la derogación de estas leyes, también anunció el cierre del Observatorio de Precios del Ministerio de Economía.
El decreto también incluye eliminar la Ley de Tierras, que regula la compra de propiedades por parte de extranjeros, ahora no existirá límite para que grandes empresarios extranjeros se adueñen de la Patagonia, por ejemplo.
Elimina la Ley de Promoción Industrial, Argentina es de la pocas naciones latinoamericanas con un desarrollo industrial, gracias a este tipo de leyes. Con esto, Milei condena a Argentina a convertirse en otra república bananera más, exportadora de materia primas para los grandes centros de la economía mundial, subdesarrollo y dependencia económica en estado bruto.
Sin duda, una de las partes más dura del decreto es aquella que hace alusión a la eliminación la normativa que impide la privatización de las empresas y el régimen de sociedades del Estado, señalando claramente: “transformar todas las empresas del Estado en sociedades anónimas para su posterior privatización”.
El decreto de Milei también restringe el Derecho a Huelga, establece pisos de cobertura mínima para actividades consideradas como “servicios esenciales”. Así, las organizaciones sindicales "no podrán imponer a las partes una cobertura menor al 50 por ciento". Por "trascendentales" el artículo define a las actividades de "producción de medicamentos y/o insumos hospitalarios; transporte marítimo, fluvial, terrestre y subterráneo de personas y/o mercaderías a través de los distintos medios que se utilicen para tal fin; servicios de radio y televisión; actividades industriales continuas, incluyendo siderurgia y la producción de aluminio, actividad química y la actividad cementera; industria alimenticia en toda su cadena de valor".
Milei pretende transformar a Argentina, en lo mismo que el Chile post pinochet y el Perú post Fujimori: un paraiso para la libertad empresarial a costa de limitar no solo derechos sociales, sino también libertades políticas.
El decretazo anunciado por Milei no solo es inconstitucional y antidemocratico, es anti republicano. Argentina, con mayor cultura democrática que otros países de la región, se apronta ahora a resistir esta nueva arremetida neoliberal autoritaria en la calle. Apenas anunciado el decretazo el pueblo argentino reaccionó y salió a la calle, los caceroleos se repitieron a lo largo de todo el país, las gentes salieron a las calles hasta altas horas de madrugada, rodeando el congreso de la nación a pesar de ser el dia siguiente un día laboral.
Milei lleva solo días en el gobierno, pero ya pretende imponer medidas excepcionales para gobernar, a través de un protocolo con el que pretende reprimir las manifestaciones que se vendrán ante su paquetazo neoliberal, como por su Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) anunciado ayer, que pretende pasar por sobre el Congreso.
La crisis esta nuevamente instalada en Argentina, cada cierto tiempo aparece un tipo que endeuda al país, privatiza las empresas estatales y quita derechos sociales a la población, ya se hizo en dictadura, se hizo después con el peronista Menem, más tarde con el radical de la Rúa y su ministro de Economía, Domingo Cavallo, más tarde fue Macri, todos estos proyectos fracasados, tienen a la Argentina donde está. Milei sigue los mismos pasos, pero esta vez los hechos se producen de forma más vertiginosa, tanto desde el gobierno como desde la calle.