El Gobierno de Ucrania ha impuesto este lunes el régimen de máxima alerta en todo el territorio nacional ante el avance de las milicias populares antifascistas en el este del país, donde se disponen a sitiar el estratégico puerto de Mariúpol.
“El objetivo de tal decisión es la plena coordinación de las actividades de todos los órganos de poder para garantizar la seguridad de los ciudadanos”, aseguró Arseni Yatseniuk, primer ministro ucraniano.
Las milicias populares anunciaron públicamente el inicio de la ofensiva sobre Mariúpol, cuya toma sería un revés definitivo para la moral de las fuerzas ucranianas, ya que permitiría a los antifascistas crear un corredor terrestre entre la frontera rusa y la anexionada península de Crimea.
Los milicianos anunciaron sus planes de crear una sola línea de frente a lo largo de las regiones de Donetsk y Lugansk para combatir a las fuerzas ucranianas.
“Los combates continúan. Ahora, estamos intentando enlazar con la república popular de Lugansk para crear un frente unificado”, dijo Alexandr Zajárchenko, líder de la República Popular de Donetsk.
Los milicianos han ideado una estrategia para alejar la artillería gubernamental de sus principales plazas fuertes. “Si, hay que atacar para que no bombardeen (la ciudad de) Górlovka. Los ataques contra Górlovka prosiguen. Yo he visto con mis propios ojos las naves industriales destruidas”, dijo Zajárchenko en rueda de prensa en esa ciudad controlada por las fuerzas populares.