Los pobladores criticaron el Plan de Emergencia Habitacional y exigen veto presidencial a la Ley de Usurpaciones o Antitoma.
Por Maximiliano Bazán
La tramitación en el Congreso de la Ley Antitomas gatilló una seguidilla de movilizaciones de movimientos de pobladores a lo largo del país, exigiendo al gobierno poner un veto presidencial que impida su promulgación.
En Santiago, durante la mañana del miércoles 6 de septiembre, el Movimiento Solidario Vida Digna realizó una marcha por la Alameda, llegando hasta La Moneda para entregar una carta al presidente, donde además del veto a la Ley Antitomas, exigieron aumentar los recursos para la compra de terrenos con destino de vivienda social sin que ello implique un aumento del ahorro familiar, junto con agilizar los procesos de postulación y entrega de obras retrasadas.
Te puede interesar: Pobladores marcharon a nivel nacional exigiendo a Boric el veto total de la ley Antitomas
Estos mismos puntos motivaron al mismo Movimiento Solidario Vida Diga el pasado 2 de septiembre a realizar una marcha en la comuna de Huechuraba, la cual convocó a más de 500 pobladores. VIDEO MARCHA (DRON).
La vocera del movimiento, Claudia Osorio, plantea que “todos estos años hemos visto que lejos de avanzar en una solución para las familias sin casa, solo se ha profundizado la crisis habitacional, aprobando leyes que criminalizan la pobreza, como la Ley Anti Tomas, en vez de enfrentar la causa del problema, que es la especulación inmobiliaria que nos impide acceder oportunamente a terrenos”.
La respuesta del SERVIU
Tras la movilización, el SERVIU RM sacó un comunicado, donde dice que para la comuna de Huechuraba la meta del Plan de Emergencia Habitacional considera la construcción de 782 viviendas, y que, actualmente, se encuentran 2.011 viviendas en distintos procesos de avance, superando con creces las metas del gobierno.
Los pobladores critican estas cifras. Según Simón González, dirigente del movimiento, “la meta del plan de emergencia considera viviendas que tienen ejecución pendiente de gobiernos anteriores y viviendas de proyectos de integración social que involucra deuda a 30 años para las familias, por lo cual es un número engañoso”.
Pero el problema no sería solo el conteo de las viviendas, sino el diseño del Plan de Emergencia. “No puede ser que la meta para Huechuraba sea construir 782 viviendas, cuando es una de las comunas con más suelo ocioso, sin uso dentro de la región, objeto de especulación inmobiliaria, en la que hay más de 4 mil familias sin casa, y que durante los últimos 12 años no se ha entregado ninguna vivienda social”.