Contraloría detectó una serie de pagos realizados por el Departamento de Educación de la Municipalidad de Cabrero a transportistas escolares de la comuna, pese a que no se prestaron los servicios pues se estaba en pandemia y no había clases presenciales.Por J. Murieta
En Chile las cosas parecen funcionar al revés. A comienzos de año, comunidades educativas de distintos establecimientos educacionales públicos del país protestaron por falta de transporte escolar para los sectores rurales, por lo que estudiantes no podían acudir a sus escuelas.
Ahora, en Cabrero, la noticia es justamente, lo contrario: en plena pandemia, cuando las clases presenciales estaban suspendidas, el DEM de la Municipalidad de Cabrero mantuvo vigentes 5 contratos de transporte rural escolar pese a la suspensión de clases presenciales implementada desde el 15 de marzo de 2020 hasta agosto de 2021.
Según el organismo fiscalizador, en un documento emanado el 6 de abril de sus oficinas, dichas condiciones “imposibilitaron la prestación de servicios en los términos convenidos con los transportistas, sin disponer el término anticipado de los mismos “por exigirlo el interés público” de acuerdo a lo establecido en las propias bases administrativas del certamen y lo indicado por la jurisprudencia administrativa de esta Entidad de Control, pagando íntegramente las mensualidades pactadas”.
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A estos cinco contratos se suman otros siete contratos celebrados tras una licitación abierta en febrero de 2021, en plena pandemia y con las clases presenciales suspendidas por el Ministerio de Educación.
En ente contralor manifiesta que este tipo de decisiones están en pugna con los principios de eficiencia y eficacia previsto en los artículos 3° y 5° de la ley 18.575 por los que deben velar los funcionarios públicos.
Por estos casos la Municipalidad ordenó procedimientos sancionatorios contra los funcionarios responsables.
No es lo único cuestionado por Contraloría
El organismo detectó además que el DEM celebró 10 contratos vía trato directo en 2020 por los que desembolsó $53.552.200 y 13 bajo la misma modalidad en 2021 por un monto de $58.614.696 “sin una demostración efectiva y documentada de los motivos que justificaron su procedencia” pues los contratistas, debido a la suspensión de clases por la pandemia, no estaban en condiciones de cumplir a cabalidad los contratos.
Las irregularidades se repiten también en otros aspectos: la Municipalidad habría pagado $74.900.000 en primera instancia y luego $82.960.000 al empresario transportista, Ramón Cuevas Correa, pese a que eludio el pago de cotizaciones previsionales de parte de sus trabajadores. En este caso el ente contralor ordenó a la Municipalidad conseguir que se reintegren los dineros a las arcas fiscales.
Asimismo, se verificó que no existe documentación que respalde que 5 transportistas hayan cumplido el contrato por el que se les pago de manera íntegra lo contemplado. Además, el mismo transportista Cuevas Correa no presentó los contratos de trabajo de dos conductores, lo que es obligatorio para poder recibir los pagos.
La Contraloría asevera, además, que el alcalde Mario Gierke no proporcionó de manera íntegra y oportuna la documentación relativa a una de las licitaciones, lo que vulnera dictámenes del organismo que obligan a los alcalde a informar de estos procesos al Concejo Municipal.
Por otra parte, realiza un cuestionamiento a la probidad de Juan Sanhueza Pirce quien fungió como alcalde subrogante al firmar las licitaciones, pues el aludido no se abstuvo de designar en la comisión de evaluación de ésta a su propia esposa, la funcionaria Mónica Cancino Pérez.
No es primera vez que Sanhueza Pirce aparece en denuncias sobre la Municipalidad de Cabrero.
Se le sindica como uno de los responsables por un caso de exacción ilegal, apuntando a que él era quien reunía los dineros que ilegalmente se le habría exigido a funcionarios por trabajar bajo el alero del alcalde Mario Gierke y una vez que se fue de la Municipalidad de Cabrero, apareció trabajando en Quilleco, lugar donde se le cuestionó por presuntos sobresueldos al tener un doble contrato en la casa edilicia. Se desempeñó en la comuna cordillerana hasta diciembre de 2022.
Según trascendidos, la Municipalidad de Cabrero estaría responsabilizando por todas estas irregularidades al exjefe del DEM de Cabrero, Levi Ramírez, quien dejó el cargo salpicado por el escándalo del déficit financiero en educación.
Ramírez pasó del DAEM de Los Ángeles a Cabrero, donde se desempeñó como jefe del DAEM desde marzo del 2019 con un sueldo bruto de mas de 4 millones de pesos mensuales, hasta marzo de 2023. Al mismo tiempo, estuvo contratado a honorarios por un sueldo de $1.172.317 pesos desde el 30 de diciembre del 2021 en la Municipalidad de Quilleco.
Resumen se comunicó con el equipo del Alcalde Mario Gierke, sin embargo, hasta el cierre de esta edición no se obtuvo una respuesta de su parte.
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