Murió el Mamo

[resumen.cl] Este viernes 7 de agosto murió el odiado y repudiado criminal de la dictadura Juan Manuel Guillermo Contreras Sepúlveda, alias “El Mamo”, el tenebroso y sádico jefe de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA).

Con la muerte del criminal Mamo se acaba la representación más fidedigna de la crueldad y maldad de la dictadura militar y sus terribles órganos represivos.

Contreras, cuya carrera militar se sostiene solamente en su relación personal con el dictador que lo sitúa a la cabeza de la acción represiva del régimen, habría tenido la inocua carrera de un mediocre oficial si no hubiese sido por la ocurrencia de un golpe de estado y de una política del imperialismo yanqui destinada a tener perros guardianes en las fuerzas armadas de sus países lacayos de América Latina. Este militar rastrero, a mediados de los sesenta fue alumno de los cursos de exterminio desarrollados por el Pentágono en su Escuela de Las Américas y solo alcanza notoriedad por los crímenes cometidos al mando de la DINA, por su falsedad, por su cobardía endémica.

Fue responsable de la desaparición y muerte de centenares de prisioneros políticos de la dictadura. Jamás tuvo la entereza de reconocer ni uno solo de sus delitos y se convirtió a sí mismo en la oscura razón para mantener el sometimiento de la tropa subordinada mediante el llamado pacto de silencio, que no es otra cosa que una amenaza de represalias, o de muerte, o de dejarlos sin sueldo, si alguno no protege y salva el pellejo de los llamados mandos militares de los órganos represivos.

Durante los primeros años post dictadura y el comienzo de los juicios contra uniformados y agentes represivos (incluido el propio tirano Pinochet en 1998) el criminal Mamo Contreras se jactaba que él jamás sería detenido y que no moriría en una cárcel. Al contrario de lo que fue su amenaza y jactancia, lo cierto es que fue detenido, procesado, condenado y murió preso. Aunque hubiera contado con la protección y complicidad de una plaga de oscuros personajes en el ejército y en el hospital militar, lo definitivo es que murió preso y cumpliendo condena.

El criminal fue detenido el 28 de enero del año 2005 y comenzó a cumplir una condena a 12 años de cárcel por el crimen del militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) Miguel Ángel Sandoval Rodríguez decretada por resolución de la Corte Suprema del 11 de noviembre de 2004.

Desde ese día permaneció preso, como reo rematado. Desde esa condena inicial ha sumado otras 59 condenas a firme por delitos de lesa humanidad, la última de las cuales le fue notificada hace solo unos días en el refugio del hospital de sus encubridores. Desde esos 12 años iniciales de condena, el Mamo ya sumaba 526 años de condena.

De los más de 10 años que alcanzó a purgar en prisión, 8 los cumplió en el Penal Cordillera que, aunque fuera un resort de lujo construido por el ex presidente Lagos para los jerarcas uniformados condenados, seguía siendo una cárcel para estos engreídos criminales de jinetas. Los otros años que alcanzó a purgar los hizo en el Penal de Punta Peuco que, aunque cumpliera condena en un sector segregado para oficiales y separado de la vulgar tropa condenada, seguía siendo una cárcel para estos engreídos criminales de todas las calañas.

Chile se ha librado de una sombra maligna, pero no se ha librado del cáncer que la provoca. El infierno está de fiesta por la llegada de uno de los suyos.

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