[resumen.cl] El consumo de combustibles fósiles está destruyendo regiones y comunidades, provocando guerras y hambruna en el proceso, argumenta la autora y activista.
Naomi Klein argumenta que la extracción de petróleo y gas está provocando conflictos alrededor del mundo.
El cambio climático está engendrando injusticia, racismo, intolerancia y guerras, según indicó la autora y activista política Naomi Klein.
“No se trata de cosas que se vuelven cada vez más calientes y húmedas, sino de que las cosas se vuelvan peores y repugnantes, a menos que cambiemos los corrosivos valores que están oponiendo a las personas entre sí”, dijo en una lectura realizada a la memoria del crítico literario y activista político Palestino Edward Said en Londres la semana pasada.
“Los combustibles fósiles, que son el principal motor del cambio climático, requieren el sacrificio de regiones y pueblos completos. Zonas de sacrificio como el delta del Niger y las arenas bituminosas en Alberta, Canada, salpican el mundo.
“Estas zonas requieren la destrucción de acuerdos que le permiten a los pueblos vivir en su tierra. Los derechos indígenas carecen de sentido cuando la tierra está siendo [destruída] y los ríos contaminados. La extracción de recursos es una forma de violencia porque hace mucho daño y mata culturas”, dijo.
La autora de libros como No Logo y Esto lo cambia todo, dijo que una epidemia de desesperación, vinculada a la extracción de petróleo y la minería, está asolando a comunidades en África y las Américas, llevando a suicidios y groseras injusticias.
“Klein relacionó el inicio de la crisis Siria con la sequía. “La sequía no fue el único factor pero el hecho de que 1.5 millones de personas fueran desplazadas exacerbó [la situación]. Hay una conexión entre la falta de agua y el conflicto en el Medio Oriente, Libia, Gaza, Afganistán y Pakistán. Hoy botes de refugiados huyen de las guerras y la sequía. Los migrantes son vistos como un ejército invasor.”
En una referencia al argumento de Said de que grandes secciones de la humanidad han sido vistas como subhumanas, u “otros”, Klein indicó que el cambio climático estaba creando grandes divisiones entre las personas.
“No hay una forma limpia, segura, de que funcione una economía basada en los combustibles fósiles. No hay una forma pacífica de hacerlo… Si las naciones y las personas son tratadas como otros, es más fácil librar guerras y planear golpes”, señaló.
“Nos estamos quedando sin formas baratas de obtener combustibles fósiles. Esto se ve en el auge del fracking, que está amenazando ahora algunos de los lugares más hermosos en Bretaña”.
Ella llamó a que las personas hicieran conexiones entre el cambio climático y el conflicto. “Las personas de movimientos contra la austeridad rara vez hablan sobre el cambio climático. Y las vinculadas al cambio climático rara vez hablan sobre la guerra. Superar estas desconexiones es la tarea más apremiante para cualquiera ocupado con la justicia social.
“[El cambio climático] es una emergencia presente. El acuerdo de Paris, firmado el mes pasado se compromete a mantener el calentamiento debajo de los 2°C. Pero esto es temerario. El 2009 las naciones africanas dijeron que esto era una sentencia de muerte. En el último minuto [en París] los países acordaron “hacer esfuerzos” para limitar aún más el calentamiento. [Pero] no estamos haciendo tales esfuerzos”.
“Las personas ricas piensan que van a estar bien, que se van a preocupar de ellos. Pero todos serán afectados”, señaló.