Una trama que supera a la series de Netflix se ha destapado en Uruguay, el país que presumía hasta hoy, ser el menos corrupto de Latinoamérica. Este culebrón incluye mafias transnacionales, drogas, fútbol y políticos, se desató al conocerse que el asesor presidencial, Roberto Lafluf, quien lideró la campaña del actual presidente, intentó de ocultar información sobre la entrega de un pasaporte exprés al principal narcotraficante uruguayo: Sebastián Marset.
El escándalo le ha costado la renuncia en menos de una semana, al ministro del Interior, Luis Alberto Heber, el segundo al mando en el ministerio interior, Guillermo Maciel, además del propio Roberto Lafluf, considerado el principal asesor del presidente. El ministro del Exterior, Francisco Bustillo, ya había dimitido el pasado miércoles tras las filtraciones de unas grabaciones en las que parece pedirle a una ex funcionaria que no entregue evidencia relacionada con una investigación en curso sobre dicho pasaporte.
El alboroto desatado tras la revelaciones de la ex vicecanciller Carolina Ache, provocaron la suspensión de la gira a los Estados unidos del presidente de Uruguay: el pasaporte entregado en forma exprés por el gobierno uruguayo, era para el narco Sebastián Marset, jefe del denominado Primer Cartel Uruguayo (PCU) con una larga trayectoria como traficante de drogas, prófugo de la DEA, Interpol, además de la justicia paraguaya y boliviana.
Sebastián Marset en Paraguay
El año 2020 Sebastián Marset llegó a Paraguay como futbolista, a un club de la segunda división de aquel país (Capiatá). Un año después, técnicamente sería declarado prófugo y apareció en los registros de Interpol junto a su pareja, la también uruguaya, Gianina García, madre de sus tres hijos.
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A los entrenamientos del Capiatá club llegaba en una camioneta blindada, que estaba a nombre de la empresa Tapyracuái, propiedad del clan Insfrán, sometido a proceso en Paraguay por el caso A Ultranza Py, la mayor operación contra el narcotráfico y lavado de activos de la historia en ese país.
Es la misma organización criminal denunciada en el asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci cometido en Cartagena, Colombia, en mayo del 2022, caso en que terminaría involucrado el expresidente paraguayo, el derechista Horacio Cartes.
Un día sin decir nada Sebastian Marset, no asistió más a los entrenamientos, huyó de Paraguay rumbo a Santa Cruz de la Sierra en Bolivia, donde llevaba una vida de lujos, en ese enclave dominado por la extrema derecha boliviana. Todo esto hasta que la policía boliviana se le dejó caer en julio del 2023, viéndose obligado a huir del país.
Lo que sí logró el gobierno del presidente boliviano Luis Arce fue incautar en la casa de Marset 17 fusiles, una pistola, 1.915 municiones, 28 cargadores de distintas armas, cuatro chalecos antibalas y un parque automotor compuesto por 31 vehículos, una motocicleta, cuatro cuatriciclos y un vehículo deportivo Terix.
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En su vivienda también se encontraron animales exóticos, un mini zoológico, al estilo de Pablo Escobar. En Bolivia permanecía con pasaporte brasileño falso a nombre de Luis Amorim.
En el operativo de captura de Marset en Bolivia participaron cerca de 3 mil efectivos, sin embargo logró fugarse del país con paradero desconocido, se rumoreaba que había logrado salir rumbo a Colombia.
Hoy sabemos que Marset fue detenido en Dubai y fue para ello que requirió su pasaporte exprés con sus amigos del gobierno uruguayo.
En declaraciones a los medios uruguayos Ache, la funcionaria que destapó el escándalo señalo: “Yo fui la única política de este gobierno que renunció y se fue para su casa. Y, paradójicamente, no fue ni por haber hecho algo incorrecto, ni por haber hecho algo ilegal. Todo lo contrario, fue por no haber estado dispuesta a ocultarle comunicaciones a la justicia y por haberme negado a cometer un delito”.