Desde la Comunidad educativa señalan problemas sistemáticos de suministro de agua en la Escuela F-348 de Galvarino, además de la falta de profesionales para la atención y apoyo de un estudiante diagnosticado con Trastorno del Espectro Autista (TEA) del establecimiento.
Por Michelle Martínez
La semana pasada las y los apoderados de la Escuela F-348 del sector Llufquentue, ubicada en Galvarino, se tomaron las dependencias del colegio rural tras denunciar irregularidades en el suministro de agua potable. Las y los apoderados acusan que este problema se ha ido arrastrando desde finales de marzo del presente año, después de que los camiones aljibe que brindan agua a la institución educativa no trasladaran la suficiente en diversas ocasiones a lo largo del año.
Yolanda Huenchulao, apoderada y vocera del centro de padres de la Escuela F-348, acusa las consecuencias de la falta de suministro de agua y de qué manera esto afectó al estudiantado durante la jornada escolar: «La situación de agua potable fue súper grave a lo largo del año, más de cuatro veces ha pasado que los camiones no llegaron a dejar agua. Los niños no tenían para tomar, el almuerzo no se estaba dando producto de que no había agua para cocinar, los niños tampoco tenían agua para lavarse las manos y los baños estaban totalmente sucios. Había ocasiones en donde tenían que irse más temprano por no haber suficiente agua».
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Esta compleja situación tiene como antecedente, el mal funcionamiento de la planta de tratamiento de aguas de la escuela, la que funcionó hasta principios de este año y servía para abastecer las instalaciones, considerando que la escuela no podía recibir el suministro por parte de empresas sanitarias debido a la ruralidad de su ubicación.
«El colegio funcionaba con una planta de tratamiento de aguas, la cual no trataba bien el agua y hacía que los niños se enfermaran del estómago. Vino la Dirección General de Aguas a ver si es que la planta estaba funcionando, y dijeron que no estaba haciendo la labor de purificar el agua» señaló la vocera. «Por ende, cerramos inmediatamente esa planta y se solicitó el suministro de los camiones aljibe. En primera instancia, llegaban día por medio para dejar agua, pero eso duró solo una semana porque después empezaron los problemas. En ocasiones traían solo 500 litros de agua, lo que causó que los niños debieran devolverse a la casa al mediodía porque esa cantidad no era suficiente para que funcionara el colegio»
Por otro lado, la comunidad educativa también acusó durante las movilizaciones otras irregularidades en el funcionamiento del colegio, las cuales van desde la falta de suministros de aseo, problemas con la infraestructura, hasta la carencia de profesionales capacitados para la atención de un estudiante diagnósticado con Trastorno del Espectro Autista (TEA).
«Hay muchas falencias en el colegio, tanto en el tema de los implementos de aseo que llegaban para los asistentes de educación como por el estado de deterioro del establecimiento. El Departamento de Educación nunca le ha hecho una mantención a las maderas y a las canaletas. Por otro lado, también hay una situación compleja con un niño TEA, y no se están cumpliendo las condiciones mínimas para cuidarlo» señala Huenchulao.
Luis Muñoz, director del Departamento de Educación (DAEM) de la Municipalidad de Galvarino, confirmó a Resumen que la alcaldía se hizo presente el mismo día de las manifestaciones y conversó con la comunidad educativa, prometiendo solucionar el correcto abastecimiento de agua potable de aquí en adelante. Sin embargo, al preguntarle su postura sobre el resto de acusaciones de la comunidad educativa, se negó a prestar declaraciones al medio.
Respecto a las movilizaciones y la actualidad del funcionamiento del establecimiento, la vocera del centro de padres explica que «durante todo el año el DAEM no quiso comunicarse con la dirección del colegio, tampoco con el centro de padres. La movilización ayudó en gran parte en la presión que uno ejerce con el paro, porque lamentablemente, hoy en día, la burocracia del sistema hace que a uno como dirigente no le den las soluciones al minuto. Pero cuando se toman medidas de presión, tanto con tomas de colegio o con cortes de camino, ayuda bastante porque ahí si se hacen presentes las autoridades».
A lo anterior, concluye que, «actualmente, el colegio volvió a tener suministro de agua regular tras la toma, pero sobre el resto de demandas no hemos tenido respuesta por parte del DAEM. Nos encontramos en pleno diagnóstico para ver si nos cumplen, pero en caso de que hagan incumplimiento de nuestras demandas, nos volveremos a movilizar».
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