No se sabe cómo se gastaron $141 millones: Contraloría audita Programa que atiende a víctimas de trauma ocular

En Salud
[resumen.cl] Desinformación acerca de cómo se utiliza el dinero destinado al Programa Integral de Reparación Ocular (PIRO), dependencias sin señaléticas apropiadas, registros clínicos desactualizados y pacientes sin antecedentes que acrediten las atenciones supuestamente prestadas, son algunos de los hallazgos de la auditoría realizada por la Contraloría General de la República a la instancia a la cual han concurrido cientos de personas con daño ocular provocada por agentes del Estado. Accede al informe aquí La auditoría tuvo el propósito de constatar si el Hospital del Salvador, encargado del PIRO, estableció medidas de monitoreo y control relacionadas con la ejecución de los recursos asignados, así como verificar el cumplimiento de lo previsto en este y si sus acciones se encuentran debidamente documentadas y registradas. El periodo sometido a examen comprende desde el 18 de octubre de 2019 al 31 de marzo de 2021. En primer lugar, el órgano contralor comprobó «que el Hospital del Salvador no ha implementado medidas que permitan determinar cuáles son los fondos que son destinados al programa PIRO», pues las remesas mensuales remitidas a dicho establecimiento por el Servicio de Salud Metropolitano Oriente están conformadas por recursos provenientes del Fondo Nacional de Salud, destinadas gastos generales como remuneraciones, pago de proveedores, entre otros, sin que se distinga el monto para el Programa. No obstante, indica, «se pudo advertir que mediante el decreto N° 1.934, de 15 de noviembre de 2020, del Ministerio de Hacienda, se asignó al Servicio de Salud Metropolitano Oriente la suma de $718.269.000, para que dichos recursos fueran destinados al PIRO en dicha anualidad, sin embargo, los gastos efectuados con cargo a dicho programa, entre los años 2019 y 2020, habían ascendido a $576.839.768, lo que implica la existencia de un saldo de $141.429.232, al 31 de diciembre de 2020, respecto del cual no se obtuvo información sobre su utilización». Junto con ello, la Contraloría estableció «que 4 bienes utilizados para el programa aún no cuentan con sus . respectivas etiquetas de inventario y la ausencia de señaléticas en las dependencias del programa PIRO». Además se constató que, si bien el Hospital del Salvador cuenta con un protocolo de inclusión de pacientes al programa PIRO, «algunos registros clínicos referidos al ingreso de los pacientes no se encontraban actualizados». También, la entidad informó que del registro de 374 personas concurrentes al Hospital del Salvador con afecciones de trauma ocular severo, con ocasión de las manifestaciones sociales ocurridas a partir del 18 de octubre 2019, 93 atenciones médicas que conforman la muestra examinada y «en 8 casos el historial clínico de los pacientes no contiene antecedentes que acrediten las atenciones prestadas en virtud del programa PIRO, disponiendo solo de un registro en el sistema informático denominado ANITA, utilizado en la Unidad de Trauma Ocular, UTO, del cual se obtiene el comprobante de atención del paciente donde se consigna un breve texto sobre cada caso». La Contraloría estableció un plazo de sesenta días para que el Hospital del Salvador entregue la información faltante y resuelva las falencias detectadas en esta auditoría. Por su parte, la Coordinadora de Victimas por Trauma Ocular, desde hace años, denuncia que los recursos presupuestados para el PIRO no han sido destinados íntegramente a él, además de registrarse despidos de sus trabajadoras/es, agravando las falencias que desde el inicio de su tratamiento les revictimizan. Para presionar por la implementación de mejoras en su funcionamiento, en noviembre del año pasado, realizaron una ocupación de sus dependencias, exigiendo una reformulación profunda a la política instaurada en términos de reparación, sintetizando sus demandas en once puntos: 1) Ley de reparación integral para todas las victimas y supervivientes de terrorismo de estado. 2) Horas de atención concretas, sin aplazamientos. 3) Horas de operaciones sin aplazamientos. 4) Psicólogos y Psiquiatras con perspectiva de género y derechos humanos. 5) Especialistas con perspectiva de género y derechos humanos. 6) Injerencia en toma de decisiones médicas, de lentes, tratamientos, asistencia social integral con nosotres, en las mesas de trabajo y profesionales traumas oculares. 7) Alojamiento, transporte y colaciones para compañeros de regiones. 8) Emergencia con equipo integral 24/7 9) Que se cumplan los petitorios presentados ante el INDH íntegro, y el petitorio que presentamos como coordinadora victimas de trauma ocular. 10) La renuncia inmediata de Victoria Pinto directora del hospital el salvador. 11) Transparentar los presupuestos enviados al Piro en los dos años que lleva vigente. A meses de esta manifestación, con un gobierno que ha reconocido la necesidad de implementar políticas de reparación ante actos atentatorios contra los derechos humanos y con el informe de la Contraloría que describe, al menos parcialmente, algunas de las falencias de esta institucionalidad, los planteamientos de la Coordinadora de Victimas por Trauma Ocular se evidencian como vigentes.
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