[resumen.cl] Los pueblos originarios están entre los más castigados por la pandemia del nuevo coronavirus en el continente americano, principalmente en Brasil o Estados Unidos. Uno de estos casos: el pueblo de los Cheroquis.
Hoy Estados Unidos, tras el desastre sanitario del negacionista Trump, lleva una rápida y masiva campaña de vacunación contra la Covid-19. En todos los lugares del mundo los criterios para vacunar han sido muy similares: personas de mayor edad, enfermedades de riesgo, personal sanitario o de asilo de ancianos encabezan las listas; mientras que en algunos lugares con gobiernos autoritarios o seriamente cuestionados por su población, como el caso chileno, han incluido entre los priorizados a miembros de las Fuerzas Armadas y las Policías.
Sin embargo, hay un caso que ha llamado la atención en el mundo, donde la prioridad la determina no un factor biológico sino que cultural. Para los Cheroquis de Estados Unidos, las primeras personas en ser vacunadas son las mil que conservan la lengua vernácula, para así garantizar su transmisión a las futuras generaciones.
Los Cheroquis, uno de los mayores pueblos originarios de Norteamérica que sobrevivieron al brutal exterminio y que hoy habitan en los estados de Alabama, Georgia, Kentucky, Carolina del Norte, Carolina del Sur, Tennessee y Virginia en el sudeste de los Estados Unidos, está compuesto actualmente de aproximadamente 350 mil personas.
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El jefe de los Cheroquis, Chuck Hoskin Jr., explicó a la cadena de televisión CNN que "cuando pierdes un hablante de una lengua con tan solo dos mil personas que la hablan con fluidez, no solo pierdes una vida: también un tesoro nacional", explicaba.
La pandemia ya se ha llevado más de treinta "tesoros nacionales" de los Cheroquis, y los datos han mostrado que la Covid-19 mata dos veces más nativos americanos que la media de ciudadanos y ciudadanas de los Estados Unidos.
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