Hay una gran divergencia entre la retórica progresista de Obama y las prácticas cada vez más militaristas, agresivas, buscando extender el poder del régimen de EEUU
Análisis de James Petras, en ‘Mañanas de Radio’, CX36, jueves 18 de diciembre de 2014.
María de los Ángeles Balparda: Estamos en contacto con James Petras desde EE.UU., hablando de esta reanudación de relaciones diplomáticas entre EE.UU. y Cuba y la liberación de presos de un lado y del otro.
James Petras: La noticia sobre Cuba es un medio paso adelante. Debemos relativizar en parte porque primero son anuncios de propuestas, actualmente no hay anuncio de abrirr embajadas, están bajo discusión.
Lo que sabemos es que liberaron a los 3 presos pero después de 17 años injustamente encarcelados y también liberaron a 53 terroristas que estaban en Cuba cometiendo crímenes, Cuba estaba obligada a liberarlos y también al espía Alan Gross. Entonces, hay que poner las cosas en contexto. Cuba exige el cese del bloqueo económico, y eso tampoco lo realizaron en este intercambio.
Lo que entendemos es el por qué Obama toma estas medidas. Primero porque es un reconocimiento de que EEUU ha perdido la guerra diplomática contra Cuba. En las Naciones Unidas el último voto fue 99% para terminar el bloqueo y 1% entre EEUU, Israel y una isla olvidada en el Pacífico. Lo mismo en las reuniones en América Latina, todos los países, sin excepción, estaban a favor de integrar a Cuba y rechazar el bloqueo. Washington quedó solo. Frente a esta situación muy deteriorada de EEUU en relación con América Latina y las Naciones Unidas, Obama busca la forma de romper este aislamiento a partir de algunas iniciativas con Cuba.
Los anuncios, la retórica alrededor del momento actual, es típico de Obama. Es muy progresista pero no concreta. No hay nada concreto en este momento.Sólo habla de discusiones para esto o lo otro. En este sentido todo está en el futuro, no en la actualidad. Más allá de la liberación de remesas que no son nada, de 500 dólares suben a 2.000.
Debemos entender que para Cuba es un paso adelante en el sentido de que es un reconocimiento de la normalización de relaciones, un reconocimiento de que fracasó la política externa de EE.UU. En este sentido nos debemos sentir contentos. Pero más allá de eso hay mucho trabajo de solidaridad con Cuba para terminar el embargo y realizar las propuestas pendientes.
Y quiero subrayar una cosa. Nosotros en EEUU estamos acostumbrados a que haya una gran divergencia entre la retórica liberal o progresista de Obama y las prácticas reaccionarias. Dos puntos apoyan eso.
Primer punto, mientras Obama anuncia mejores relaciones con Cuba, debemos tomar en cuenta que hace dos meses descubrimos que está canalizando millones de dólares hacia “grupos culturales” para subvertir la juventud e internet en Cuba.
Segundo, en el mismo momento en que Obama anuncia que quiere considerar un debate sobre el bloqueo, anuncian nuevas sanciones contra Venezuela. Es parte de una táctica de dividir y conquistar, utilizando una apertura a Cuba pero al mismo tiempo golpear Venezuela.
Debemos celebrar la liberación de los presos después de 17 años de encarcelamiento injusto. Debemos celebrar el hecho de que EEUU finalmente acepte dialogar y considerar cambiar sus relaciones, pero con mucha cautela debemos aceptar eso, porque aquí en EEUU sabemos que hay una gran divergencia entre la retórica progresista de Obama y las prácticas cada vez más militaristas, agresivas y buscando extender el poder de EEUU.
Diego Martínez: ¿Qué cambia para Cuba si los anuncios hechos ayer se concretan.?
JP: Y yo creo que en ambos lados lo más importante es dejar las agresiones, por lo menos las amenazas militares. Segundo, fomentar el comercio. Cuba se podría beneficiar de exportaciones de varios productos que producen: biotecnológicos, algunos productos tropicales y algo más en relación con la industria, y recibir inversiones y comercio a partir de créditos de EEUU.
Eso es positivo, pero también hay peligro porque los inversionistas norteamericanos buscan crear aliados en Cuba y pueden crear nuevas clases sociales que respaldan la contrarrevolución dentro de Cuba. Pero hay que correr estos riesgos. Cuba debe mantener sus opciones, deben abrirse a los norteamericanos con mucha cautela y mucha supervisión. Yo no creo que sea simplemente bajarse los pantalones y esperar a que todo salga bien.
MAB: Sí, empiezan los viajes ahora.
JP: Hay docenas de miles de norteamericanos que entran a Cuba por Canadá, México y otros países. Pero eso va a facilitar mucho más a los visitantes culturales, educativos, religiosos. Pero todavía está prohibido el turismo puro. Hay una lista de categorías amplias, uno puede viajar como parte de un comité religioso de la iglesia que uno patrocina, o una institución educativa, una asociación profesional. Estas categorías ahora están mucho más liberalizadas para facilitar el viaje. Podría multiplicar por tres el número de turistas y remesas para Cuba.
Pero también debemos reconocer que el turismo siempre fomenta vicios y no simplemente el ingreso de dinero. Podría afectar la cultura y la forma de vivir. El turismo no es la mejor forma de ganar divisas. Cuba debe balancear sus relaciones más allá del turismo, porque ese fue el problema que siempre tuvo Cuba. O era el turismo o era el azúcar. Tiene que diversificar su comercio, diversificar su economía por fin y reconocer que la monocultura, depender de un ingreso no es una forma viable de desarrollar una economía sana y dinamica.
MAB: También empiezan viajes de altas autoridades del gobierno. John Kerry iría el mes que viene y otra funcionaria, Jacobson.
JP: Supuestamente están arreglando una reunión para empezar las discusiones. No debemos exagerar, la prensa burguesa y los progresistas están eufóricos y no críticos. Tienen que tomarse tiempo y ajustar los anuncios de Obama en un contexto. Todo está en el aire, abre la posibilidad de crear relaciones, pero las relaciones diplomáticas todavía no existen, es una propuesta sobre la que hay que dialogar.
Lo mismo con Kerry, y eso implica negociaciones, concesiones, consideraciones, tiempo. Y no debemos exagerar, un paso no es llegar al final, es un paso que abre el camino. Pero el camino tiene obstáculos, tiene dificultades y debemos ponerlo en un contexto. EEUU va a aumentar las exigencias sobre Cuba en el próximo período para conseguir el máximo de beneficios.
Y cuidado con lo que va a ganar la Cámara de Comercio norteamericana, ya han anunciado misiones mayores para empezar acuerdos con Cuba. Pero todavía el bloqueo no ha terminado, es el doble problema. De un lado está la propuesta de abrir relaciones, pero no ha sido finalizada.
MAB: Ayer también habló Mujica. La prensa hoy reporta que Obama le agradeció a Mujica a través de la ex embajadora por su mediación. Y Mujica dijo que esto es, en la escala latinoamericana, parecido al muro de Berlín. "Cayó el bloqueo" -dijo Mujica.
JP: No, no, está equivocado. Mujica ha hecho bien exigiendo la liberación de presos. Pero no han terminado el bloqueo, hay que subrayar eso, Obama nunca dijo que va a suspender el embargo. Dice sólo que vamos a abrir un diálogo en el Congreso norteamericano sobre el embargo.
Es un mal paso porque el Congreso va a ser controlado por los republicanos en el próximo enero y eso va a crear problemas, obstáculos y prolongación del proceso de suspender el embargo. Hubiera sido mejor, más eficiente y más consecuente si Obama suspendía el embargo antes de que terminara diciembre. Ahora tira la pelota en el campo del enemigo republicano derechista. Debemos informar a Mujica que el bloqueo sigue siendo la realidad.
DM: ¿Qué cosas de las anunciadas ayer por parte de Obama las puede hacer él como Presidente?
JP: Todo, todo lo que anunció como posibilidades o propuestas. Puede anunciar la apertura de relaciones, puede suspender todas las restricciones sobre el comercio, puede posibilitar que los turistas norteamericanos puedan visitar Cuba.
Dejó todo a medio camino, pendiente, para el futuro, a discutir. Por eso digo, ante la retórica general, es progresista. Pero en lo concreto, todo queda pendiente. Todo cambió para que nada cambie.
DM: ¿Y el papel de los grupos cubanos en Miami y en otros lugares de EEUU?
JP: Tenemos cifras de que más del 60% de los descendientes cubanos están a favor de abrir relaciones con Cuba. Lo que pasa es que los gritones, los congresistas, los más reaccionarios que son minoría, tienen una voz poderosa pero no representan a la mayoría, ni siquiera de la comunidad cubana en Miami, y eso hay que subrayarlo.
EL tema es que tienen mucho dinero, tienen mucha influencia en los medios de comunicación controlados por los cubanos millonarios. Pero si uno va por las calles de Miami a hablar con los comerciantes, los paseantes, todos dicen, bueno, prefiero mejores relaciones para que pueda visitar y enviar dinero a mi madre, a mi abuela. Entonces, hay una divergencia entre los mismos cubanos.
DM: Teníamos otro elemento importante de la jornada de ayer que es el anuncio de las FARC, del cese al fuego unilateral por tiempo indeterminado. ¿Cómo lo analiza usted?
JP: Es otra iniciativa de las FARC en favor de la paz y crear las condiciones para que los acuerdos se puedan realizar. El problema es que Santos sigue creyendo que podría usar la fuerza militar para dominar las negociaciones.
Mientras tanto estamos a la espera de que Santos haga un acto recíproco, simétrico diciendo que también suspenden las acciones militares para crear un ambiente de paz para avanzar en el proceso definitivo. Pero al menos las FARC han tomado medidas muy positivas, particularmente en esta época de las fiestas de fin de año.