Nuestro Martes Negro.

Este miércoles 04 de Noviembre los trabajadores públicos conmemoran uno de los atentados más grotescos que la historia de Chile haya conocido contra los trabajadores: El sistema de AFP.

El sistema es denunciado constantemente por los trabajadores, y sin embargo se insiste con un sistema de privilegio a la inversión privada con dineros de la previsión de los chilenos. El negocio, privilegiado y profundizado por la Concertación tiene una íntima relación con las reformas en Dictadura.

De fondo de ahorro público a fondo de inversión privada.

En dictadura se cuestionó constantemente el sistema de ahorro establecido por medio del INP pues tenía serias fallas. La verdad es que el sistema del INP, estaba lejos de ser un sistema perfecto, pero su cobertura era admirable. En la UP la previsión el 15.2% del PNB y cubría prácticamente a la totalidad del país.  

En Dictadura por medio del general de aviación Nicanor Díaz Estrada se propone reemplazar cajas previsionales por corporaciones mixtas, con una cercanía a las concepciones del plan de recuperación económica, hecha por ODEPLAN (Chicago Boys)

Entre fines de 1979 y principios de la década de 1980, los sueños de los economistas neoliberales se hacen realidad. En 1980 a través de los decretos 3500 y 3501 sobre pensiones y capitalización individual se cambia por completo las bases del sistema de previsión.

En primer lugar, se estableció  un sistema de capitalización individual. Hay un 10% del salario que se va a la AFP. Los fondos de las AFP son fondos de inversión, no fondos de ahorro. La “tasa de retorno” –lo que devolverán- guarda relación con la “rentabilidad de las inversiones efectuadas”.  

Las ventajas que tenía este sistema, era que quitaba menos dinero que el INP de los salarios. Cuestión obvia, puesto que la edad de jubilación en dictadura subió a 65 años en hombres y a 60 en mujeres. Antes de estos hechos, la edad de jubilación era de 40 años de servicio o de 65 años de edad, existiendo varias facilidades para poder jubilar anticipadamente. Con la reforma (ejecutada en el año 1979) el tiempo de trabajo se extendía mucho más, y por lo tanto se prepara el terreno para privilegiar a las AFP pues si se extiende el plazo vital de trabajo, se puede cobrar menos por año. Estas facilidades, no llegaron al sistema antiguo pues las cotizaciones del INP no bajaron. Podría fácilmente cuestionarse esta reforma como uno de los pasos que preparó el terreno para la privatización del sistema previsional.

Estrategia vieja, pero no pasada de moda: agotar un sistema público hasta que haga ascuas, para que de esta forma funcione con enormes dificultades y cuya solución definitiva es privatizarlo.  

A la larga el sistema de AFP sale más caro, no solo porque utilizan más dinero, sino porque es un negocio que invierte en competir, publicidad, en gastos accesorios, en gastos que no sabemos que son (los gastos de administración).

Este mismo sistema, privatizó  el seguro de invalidez, colocando enormes trabas para obtenerlo. Y para comprobar su terrible efecto hay que mirar la alta tasa de licencias crónicas de trabajadores que no pueden trabajar más y que son tramitados una y otra vez para forzar cada vez más la entrega de su dinero.

La previsión solo la costea el trabajador
Uno de los privilegios más grotescos de la reforma fue llevar todos los costos de la previsión al sueldo del trabajador: rebajó la cotización previsional que antes era pagada por el empleador y el empleado, y ahora es solo pagada por el trabajador.

La razón era que es una forma de bajar los costos de producción y los servicios y asegurar las fuentes de trabajo.

El plan laboral
En realidad, estas medidas son impuestas en paralelo con el Plan laboral de José Piñera (Cerebro del plan laboral, del sistema previsional, de la ley de minería); y sus palabras de emoción frente al nuevo sistema fueron: “generar una verdadera solidaridad y seguridad en la base, propiciar la pensión individual, y dar paso al principio de subsidiariedad.”

Subsidiariedad para el negocio privado: con la previsión se financian las inversiones de los empresarios.

“El sistema de pensiones se fue robusteciendo llego a ser el 34% del ahorro mensual.

Fue necesario diversificar las inversiones de los fondos, para lo cual se formó una Comisión de Riesgos, con base en la Superintendencia de AFP.” (Para invertir plata de los trabajadores en distintos negocios)

El maquiavélico plan laboral quitó  un peso enorme a la lucha sindical, puesto que los trabajadores alcanzaban un nivel de presión enorme al establecer negociaciones por rama productiva. Y el plan laboral consideró ilegal la negociación por rama productiva estableciendo la negociación por empresa –atomización de la lucha sindical-.

Por otra parte, agrupó a trabajadores de distintas ramas, y los dejó formando un sindicato. Eso afecta los intereses de un sindicato de manera enorme: por ejemplo, cuando los trabajadores públicos se movilizaron el 2007 por el reajuste del 14.5% y alcanzaron un 10%, significó que los trabajadores de menor rango ganaran 10 mil pesos más, mientras que técnicos  de nivel superior o administrativos de rangos altos subieran sueldos en 200 y hasta 300 mil pesos. Muchos tendrán claro que la llamada “unidad” no es unidad de clase. Los que se arriesgan más, con contrato definido, ganan sueldos escuálidos. Dan una dura pelea y siguen ganando sueldos de hambre.

Por otra parte las organizaciones declaradas marxistas o que asumieran la lucha de clases como su matriz ideológica eran declaradas anticonstitucionales por la Constitución altamente represiva de 1980. Así se justificó la enorme represión sobre los trabajadores.

Una especie de Impuesto
Aún así, hubo muchos trabajadores que no estaban dispuestos a cambiarse del INP.

La estrategia que operó sobre ellos fue subir las cotizaciones del INP. Así, el sistema de AFP sacaba del salario bruto mucho menos que el INP. Como una especie de impuesto por quedarse en el otro sistema.

En conclusión.
La previsión de los trabajadores se transformo en un fondo de inversión para los empresarios, financiado solo por los trabajadores y expuesto a los vaivenes del mercado. La consecuencia lógica de la reforma previsional es la exposición más descontrolada del dinero de los trabajadores con menos ingresos, puesto que ellos son quienes está en los fondos más riesgosos. Su expresión en la realidad son pensiones miserables, dificultades en jubilaciones por enfermedades crónicas o accidentes, y una mina de oro para los empresarios.

El sistema previsional chileno resulta “ser un escándalo pues los fondos de pensión expuestos a los vaivenes del mercado internacional, al estar tan desprotegidos podían perder una cantidad enorme de recursos. Este es el episodio que se vivió desde el 2007 hasta la fecha con pérdidas enormes (solo hasta octubre del 2008 se habian perdido cerca de un 20.31% del total de los fondos) para los fondos más riesgosos, donde están los trabajadores con menos recursos y menos informados o simplemente retenidos por trabas administrativas cercanas a la corrupción.  

Ese es el llamado colchón financiero chileno. Hoy las pérdidas van cercanas a los 13 mil millones de dólares” (Ver:http://rsumen.cl/index.php?option=com_content&view=article&id=1541:la-crisis-economico-politica-desde-un-acontecimiento-concreto-acerca-de-las-licencias-medicas-&catid=10:trabajo&Itemid=54)


Fuentes:
Una Mirada Crítica a la Reforma Previsional de 1981
José Pablo Arellano

Historia del movimiento asociativo laboral chileno v.2
Homero Ponce Molina

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