La marcha partirá al medio día desde Plaza Perú de Concepción y culminara en la plaza de la independencia. Carlo Araneda, vocero de la coordinadora No antenas en nuestros barrios, afirmó que la del sábado 26 es una actividad familiar en repudio a la instalación torres para antenas en medio de las poblaciones.
La marcha es convocada por la recientemente formada coordinadora que agrupa a vecinos de diversas poblaciones de Concepción, San Pedro de la Paz y Chiguayante amenazados por la instalación de torres para antenas, en medio de sus poblaciones. De acuerdo al vocero son 57 las torres proyectadas en el gran Concepción que mantienen alerta a los vecinos.
Los representantes de la agrupación, recientemente visitaron las comisiones de transportes y telecomunicaciones de la cámara de diputados y senadores, exponiendo el rotundo rechazo a las antenas debido a que representa una amenaza para la salud y la soberanía de los pobladores. Respecto a la legislación los vecinos hicieron notar los vacios legales que permiten interpretar la ley 20.599 y finalmente dar facilidades a las empresas de telecomunicaciones para instalar torres sin mayor dificultad en lugares densamente poblados.
Estos casos hacen patente que no hay espacio a la participación ciudadana en decisiones trascendentales para la calidad de vida de los pobladores. De otra parte, explica Carlo, es una contradicción una ley que establece zonas sensibles donde existen escuelas en las que no se pueden instalar antenas, no obstante si se puede instalar estos dispositivos en medio de las viviendas donde las personas pasan la mayor parte de tiempo. Peor aún, las zonas sensibles tienen su "letra chica", y ya fue aprobada la instalación de una torre a tan solo 16 mts. del colegio Mozart, en el Barrio Universitario de Concepción.
Tras la exposición de los vecinos penquistas la comisión de transportes y telecomunicaciones del senado (Alejandro García Huidobro UDI, Juan Pablo Letelier PS, Guido Girardi PPD, Manuel Ossandon RN, Jorge Pizarro DC) responsabilizó a los municipios de interpretar mal la ley, mientras el subsecretario de transportes y telecomunicaciones hizo entender que ellos solo pueden fiscalizar, una vez instalada la antena, si es que se cumple con el nivel máximo de ondas electromagnéticas establecidas por ley. Esta medición se realiza solo una vez para cada antena instalada, a menos que, por medio de una demanda, se establezca una segunda medición, previo aviso a las compañías de telecomunicaciones involucradas, es decir una fiscalización avisada por lo tanto de dudosa efectividad.
Múltiples informes alertan sobre los daños que produce la exposición continua a radiación electromagnética: efectos sobre el sistema inmunológico y alteración del ADN, cáncer, leucemia etc. siendo más vulnerables los niños, los adultos de tercera edad, los enfermos y las embarazadas. En el caso de los teléfonos celulares y de las centrales de retransmisión, no existe unanimidad entre los investigadores, no obstante los vecinos se acogen al principio precautorio de la Organización mundial de la Salud ratificado por Chile en la cumbre de Rio (1992) que establece ante la incertidumbre científica, la prevención.
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