El dinoflagelado Heterosigma akashiwo es un viejo conocido. Me recibió en 1988 cuando re-ingresaba a trabajar en la entonces incipiente Industria Salmonera y durante agosto y octubre de ese año me hizo comprender que la Industria para lo que estaba trabajando iba a superar lo que Adriana Hoffmann llamara "La tragedia del Bosque Chileno".
Por Héctor Kol
Heterosigma es un dinoflagelado y no un alga, que en un país que tenía, entonces, apenas una producción de 4.300 toneladas/año de salmones y truchas (y que corresponde lo que hoy puede producir UN centro de engorda) encontró las condiciones nutricionales suficientes para proliferar en casi la totalidad del Mar Interior de Chiloé (Seno de Reloncaví y Golfo de Ancud) desde en Canal de Tenglo de Puerto Montt y hasta Queilen, por el weste y en toda la franja entre los 42° 00’ y 42° 40’ Latitud Sur, entre Chaitén y la Isla Grande de Chiloé, donde liquidó unas dos mil toneladas de salmones y truchas, casi el 50% de la producción salmonera nacional de entonces.
Durante esos tres meses, los salmoneros de entonces hicieron todo lo que podían hacer para reducir los efectos de la “Marea Café”… y no sabían qué hacer.
Si ya me habían sorprendido con la precariedad que mostraban cuando me contrataron para realizar prospecciones para instalar salmoneras en el Mar Interior de Chiloé (tal como lo relato en el documental “Contra La Corriente”, de Rory Barrientos la ausencia en los salmoneros de cualquier idea sobre lo que estaba pasando y cómo enfrentarlo, fue una sorpresa total.
Centros de producción con balsas jaulas construidas de madera, habilitados para producciones de unas 300 toneladas/año, con pasillos también de madera que a poco de estar en el agua se elevaban y torcían como una montaña rusa, con muchos trabajadores circulando por ellos dedicados a alimentar manualmente a los salmones, debieron enfrentar el mismo “problema” de hoy: una proliferación de Heterosigma akashiwo, un dinoflagelado entonces desconocido, que había causado, ya en esos años, mortalidades de salmones en Escocia e Irlanda y que habría llegado a Chile en las aguas de las cajas de ovas de salmón importadas, usando como medio de propagación los cistos de resistencia (semillas) que generaba al final de su ciclo de vida.
Las dificultades propias de la época, incluso para los europeos con ya décadas de experiencia en el cultivo de salmón en cautiverio, se representaban hasta en el reconocimiento e identificación del organismo en proliferación, al que llamaban “el flagelado X”, según los reportes que nos llegaban desde Europa y Canadá, vía fax, junto a instrucciones sobre medidas de salvataje de los salmónidos ya sembrados y expuestos al evento, medidas que eran imposibles de aplicar en Chile, como por ejemplo, arrastrar a los trenes de balsas-jaulas hacia aguas más profundas.
Aquel que intentó hacerlo, despedazó los módulos de cultivo de madera que se enganchaban a una lancha para su remolque, porque, probablemente, ni en Canadá ni en Europa sabían que en Chile la salmonicultura se hacía en balsas- jaulas de madera de pino….
Entonces (y tal como ahora) para los salmoneros un dinoflagelado es lo mismo que un alga, como muestra la Figura 3, cuando los salmoneros anunciaban la retirada de la “diatomea”. Pero la ignorancia no sólo era patrimonio de la prensa y de los salmoneros de entonces, sino también de los servicios públicos, que anunciaban, para alivio del mundo, que “las diatomeas” no son tóxicas en relación a la proliferación… de un dinoflagelado (Figura 4).
Y ese error mayúsculo, que probablemente tiene que ver con la seguidilla de eventos de proliferación previsibles que, sin embargo, siguen generando mortalidades en peces encerrados en instalaciones donde hoy se aplica “la más alta tecnología”, también se repite en SERNAPESCA, cuyos expertos ubican entre las “FAN” (Floraciones ALGALES Nocivas) a Heterosigma akashiwo y a Alexandrium catenella, ambos dinoflagelados, con un comportamiento muy diferente a una micro-alga y de donde proviene, precisamente, su peligrosidad para la Industria Salmonera.
En particular, la peligrosidad para la Industria deviene de la capacidad de los dinoflagelados de generar cistos (semillas) que permanecerán, por los siglos de los siglos, depositados en el fondo marino hasta que las condiciones ambientales y nutricionales permitan, nuevamente, su proliferación.
La “FAN” de Heterosigma akashiwo nunca se batió en retirada, como lo declaraban, hace 33 años, los salmoneros de entonces… y como lo declaran los salmoneros (e INTESAL) de hoy. Heterosigma permanecerá en un estado de latencia en el sedimento marino para re-aparecer cuando el medio acuático se lo permita, tal como lo acaba de hacer hoy, después de más de tres décadas. Y tal como lo hiciera la Alexandrium catenella en 2016, tras su proliferación de 2009… y antes, en 2002 (Figura 5).
En 1988, el año del Plebiscito y de la Marea Café, ciertamente que las condiciones para el estudio de un evento de esta magnitud eran inexistentes. La única botella para muestreo de agua la teníamos nosotros en HATFIELD (la cuna del actual Ventisqueros) y el único microscopio en poder de las empresas (de TODAS las empresas) lo tenía Marine Harvest, entonces escocesa. Por intercambiar información sin autorización de las respectivas empresas, fuimos amenazados de despido: todo lo que pensáramos, soñáramos o imagináramos, era propiedad de la empresa, se nos advirtió en HATFIELD, lo que tuvo la adecuada y heavy-metal respuesta nuestra. A fines de octubre de 1988, yo ya estaba fuera de mi puesto…También Pinochet.
Para disfrazar tales condiciones paupérrimas, la industria de entonces, representada por la Asociación de Productores de Salmón y Trucha de Chile (antecesor de Salmon-Chile) contrató los servicios del Instituto de Fomento Pesquero (IFOP) para determinar la extensión del evento, sus causas y el o los principales organismos involucrados.
En Septiembre de 1988, IFOP emitió un Informe Preliminar titulado “Estudio de Emergencia del Bloom Fitoplanctónico en la X Región” donde se destacaban tres antecedentes interesantes: la velocidad de desplazamiento de “las manchas”, la extensión hasta el Golfo del Corcovado del evento y la presencia, como fase previa a la proliferación de Heterosigma, de un “Bloom” de Skeletonema costatum, una diatomea (un alga) con estructura de sílice que mató salmónidos por daños físicos en sus agallas, en la primera semana de septiembre de 1988. Según este informe, en la Bahía Huenquillahue, al sur de Puerto Montt, la concentración de S. costatum había superado los 4 millones de células por litro de agua. Dos semanas después, la especie dominante en el evento era un “flagelado no identificado”.
Las Figuras 6 y 7 muestran los mapas, a mano alzada, que incluía tal Informe preliminar. El primero de ellos, fechado 15 de septiembre de 1988, muestra en trazos negros las zonas de “mayor abundancia” (visual) de la “marea café”, es decir, de Heterosigma akashiwo, a la fecha aún no identificada del todo. Como se aprecia en este mapa, el evento mostraba mayor intensidad en Fiordo Comau, Hualaihué y Canal Cholgo (Chiloé Continental) y en el sector surweste del Seno del Reloncaví (Puerto Montt y Calbuco).
La Figura 6 corresponde al mapa del estudio de IFOP fechado 18 de septiembre de 1988, sólo tres días posterior al anterior, donde las “manchas” más intensas de “marea café” se encontraban desplazadas hasta la Isla Tranqui, Comuna de Queilen, Chiloé Insular.
Comau estaba libre del evento… hasta el 20 de septiembre, cuando nuevamente todo el litoral de Hualaihué y el Fiordo Comau mostraron intensa presencia del evento.
La Naturaleza tiene sus propias velocidades y dinámicas, no susceptibles de tráfico de influencia alguno y por encima de la ignorancia empresarial y periodística. Y a pesar de estas evidencias, que pudieron ser más detalladas y menos artesanales, la alerta había sido dada para una Industria siempre arrogante y que jamás se ha interesado por el cuidado del sistema que interviene y por el que paga una miseria de patente acuícola… si es que la paga. Sus prácticas de entonces, son sus prácticas actuales.
Douglas Tompkins me señalaba siempre que el cuidado del medioambiente y la solidez de una democracia NO SON TEMA PARA EL SECTOR EMPRESARIAL, que ni lo uno ni lo otro eran rol de las empresas, cuyo objetivo único es el afán de lucro, a pesar de la “democracia” y a pesar “del medioambiente”.
La Industria Salmonera es un ejemplo de aquello.
Han pasado 33 años desde el evento aquí relatado y aún la Industria no ha dado señales de haber aprendido algo y de haber modificado su “rol histórico” para dar cabida a lo ambiental, a lo social y a lo político.
Mientras sigue apelando al tráfico de influencias para mantener el control de “lo político” que pudiera afectar sus intereses (o su único interés, más bien) y sigue manteniendo en el hacinamiento a los esclavos que colocan en sus plantas de procesos los “contratistas” (modernos traficantes de esclavos) también en el tema ambiental sigue haciendo lo que se le viene en gana y este nuevo evento del dinoflagelado (“evento algal”, por obra y gracia de SERNAPESCA y de INTESAL).
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Las normas y las leyes son motivo de burla para la Industria, violando cuanta norma se ha elaborado después de cada tragedia que causa para regular su comportamiento para con el bien nacional de uso público (el Mar Chileno) que hace pedazos día tras día.
Las proliferaciones que se han sucedido desde este evento de 1988 (en 1991, otra proliferación afectó la zona sur de la Isla de Chiloé) no son causa natural o culpa del cambio climático, como ya se hizo costumbre argumentar hasta en las Declaraciones de Impacto Ambiental que presentan los salmoneros. Una proliferación es el reflejo de una condición de eutrofización del medio acuático, de la superación de las capacidades de carga de los sistemas intervenidos con descargas orgánicas por sobre sus cualidades de neutralización, reciclaje o dispersión.
Y aunque hoy en Chile se produce, oficialmente pero no comprobadamente, UN MILLÓN DE TONELADAS DE SALMÓNIDOS, esto es, 250 veces más que aquella producción que mantuvo por casi tres meses a un dinoflagelado inundando las aguas del Mar Interior de Chiloé. Para la Industria Salmonera y para el Estado Salmonero que ella ha creado, es un asunto de poca o ninguna importancia tal degradación del mar de todos los chilenos.
En el actual evento, la empresa CAMANCHACA, por ejemplo, declaró mortalidades en seis centros de engorda que mantiene en los Fiordos Comau y Reñihué, en Chiloé Continental, frente al Parque Nacional Pumalín. Uno de estos centros afectados es el centro “Nieves”, número de Registro Nacional de Acuicultura (RNA) 100661 ubicado en el Fiordo Comau y que se ha conocido por las imágenes aéreas que lo muestran emplazado en un mar enrojecido por la proliferación de Heterosigna akashiwo (Figura 8).
El centro, que no operó en casi una década, estaba autorizado para una producción de 189 toneladas de salmónidos (189 mil kilos) por ciclo productivo hasta marzo de 2012, en que la Resolución de Calificación Ambiental N° 195 del 9 de marzo de 2012, del SEA- Los Lagos, firmada por el responsable técnico de todos los desastres ambientales de los últimos 15 años ocurridos en la Región de Los Lagos, autorizó a FIORDO BLANCO (entonces titular del centro en comento) la producción de 3.672 toneladas de salmónidos/ciclo productivo, es decir, una producción casi 2.000% MAYOR A LA ORIGINAL.
¿Y a título de qué ? De una Declaración Jurada presentada por la misma empresa, donde se aseguraba que el mismo sitio apto para cultivar 189 toneladas de salmónidos, era también apto para cultivar un 2.000 % más…
¿Estudios de capacidades de carga? NINGUNO.
A mayor abundamiento, señala esta RCA 195/2012 que estos 3,6 MILLONES DE KILOS DE SALMÓNIDOS autorizados, se engordarían en un centro de cultivo implementado por 16 balsas-jaulas rectangulares de 30 metros de lado y 15 metros de profundidad, como muestra la Figura 9.
La Figura 10 muestra las instalaciones del centro RNA 100661 a diciembre de 2020, tres meses antes de registrar pérdidas por la proliferación de H. akashiwo: como allí se aprecia, el módulo de cultivo está compuesto por 12 balsas jaulas de 40 metros de lado.
Lo autorizado por esta mera revisión de antecedentes presentados por el interesado que hacen los servicios de evaluación ambiental (y en especial, el SEA de Los Lagos) era que este centro, que ocupa una concesión acuícola de 6, 5 hectáreas (65 mil metros cuadrados) engordara salmónidos sobre una superficie de 14.400 metros cuadrados. La imagen de la Figura 10 citada muestra que la empresa CAMANCHACA S.A. ocupaba 19.200 metros cuadrados de superficie cuando llegó el dinoflagelado.
Si ocupaba más superficie que la autorizada ¿cuánto estaba produciendo en realidad?.
De igual manera, usando estructuras de cultivo no autorizadas, operaba el centro “Loncochalgua” RNA 102765 de CAMANCHACA S.A. en el Fiordo Reñihue, donde registró las primeras pérdidas en el mes de marzo de este año.
Sin regulación, sin fiscalización, sin interés por el medioambiente, es como sigue operando la Industria Salmonera desde aquella presentación en sociedad de Heterosigma akashiwo en 1988.
Aprendí la lección y mi compromiso desde entonces es públicamente conocido, también sus costos. Pero ha sido insuficiente.
Mientras sigan llegando a los cargos políticos y de toma de decisión individuos ya cooptados por esta Industria, que en sus campañas políticas para el próximo festival de elecciones usan como cínica consigna “NOS convirtieron en zona de sacrificio” cuando deberían escribir “LOS convertimos en zona de sacrificio”, mientras la pesca artesanal y las comunidades indígenas sigan postradas ante los “beneficios” y “becas” que reparte esta Industria, mientras sigan saliendo ignorantes de las Universidades dispuestos a firmar y a afirmar cualquier cosa con tal de obtener un puesto en las salmoneras o en los servicios públicos que mantienen al Estado Salmonero, la destrucción total del mar austral está asegurada.
Y mientras las ONGs que defendieron la Ley Longueira y la re-zonificación del Uso del Borde Costero en la Región de Aysén favorable a los salmoneros (que con RADIO TRAPANANDA echamos abajo en 2019, con un nocaut al primer round) sigan “negociando” con algo que no les pertenece y sigan publicando estupideces en sus páginas web, la Industria mantendrá impunemente su tarea destructiva del mar que nos daba Seguridad y Soberanía Alimentaria, es decir, libertad para no morir de hambre…
La Historia la construyen los hechos y el Bloom de 1988 fue un hecho.
Algunos aprendimos la lección y no volvimos a cometer errores y hemos tomado puesto fijo en la defensa del mar austral, el mismo que hoy inundan la Alexandrium catenella en Aysén y ese viejo conocido, Heterosigma akashiwo, en la Región de Los Lagos. Ambos han regresado a casa y no la abandonarán jamás.
Estamos más viejos. Es cierto. Pero así como ocurre con la vida, en las ciencias y en las luchas (donde no basta con querer luchar, sino SABER luchar)… la antigüedad también constituye grado.
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Fotografía principal: @alvfoto