El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, pidió la noche de ayer en horario de máxima audiencia que el Congreso ponga fin este año al embargo a Cuba. En una alocución ante el Congreso, Obama argumentó que la política estadounidense hacia Cuba no ha dado resultados tras 50 años.
“Es hora de probar algo nuevo”, dijo Obama, quien el 17 de diciembre anunció la intención de reestablecer relaciones diplomáticas con el país caribeño.
“Este año, el Congreso debería iniciar el trabajo de poner fin al embargo”, dijo Obama.
“Como dijo Su Santidad, el Papa Francisco, la diplomacia es un trabajo de ‘pequeños pasos’. Y estos pequeños pasos han ido sumándose para dar una nueva esperanza al futuro de Cuba”, agregó.
“Nuestro cambio de política en relación con Cuba tiene el potencial de poner punto final a un legado de falta de confianza en nuestro hemisferio; desmorona una excusa ficticia para imponer restricciones en Cuba; defiende los valores democráticos; y extiende una mano de amistad al pueblo cubano”, señaló el mandatario.
La declaración de Obama se produce un día antes de que comience la visita de más alto nivel de funcionarios estadounidenses a Cuba en tres décadas, con el objetivo de trabajar en el reestablecimiento de las relaciones diplomáticas con la isla.
Esta la primera vez que un presidente de EE.UU. pide el fin del embargo en un discurso del Estado de la Unión, le confirmó la Casa Blanca al corresponsal de BBC Mundo en Washington, Thomas Sparrow.
Los cubanos pudieron ver el discurso de Obama en directo gracias al canal venezolano Telesur que retransmitió el discurso del Estado de la Unión para Cuba.
Encuestas
Una de las primeras reacciones de la isla a la solicitud de Obama llegó de la organización opositora Foro Antitotalitario que, en un comunicado, cargó contra el presidente estadounidense.
“Obama ha cambiado de un modo engañoso, unilateral e inconsulto sus posiciones respecto al logro de la libertad y semocracia en Cuba”, indica el texto en el que piden al Congreso de EE.UU. “imposibilitar por todas las vías posibles la concreción del restablecimiento de relaciones diplomáticas” entre ambos países hasta que La Habana “no de los pasos concretos y visibles hacia un estado de derecho y una democracia representativa.
La congresista republicana de Florida Ileana Ros Lehtinen también se mostró contraria a la solicitud del presidente y dijo que levantar el embargo “sería una traición para más de 11 millones de cubanos que viven bajo un régimen tirano comunista”.
El embargo, por ser una ley, sólo puede ser retirado en su totalidad por una decisión en el Capitolio, donde hay un grupo de férreos defensores de esta medida histórica.
En particular, dos pesos pesados en el Senado que defienden el embargo son el demócrata Robert Menéndez, de Nueva Jersey, y el republicano Marco Rubio, de Florida.
Pero la oposición al embargo es creciente en la sociedad estadounidense. Las encuestas reflejan que incluso la mayoría de los cubanoestadounidenses quiere su fin.
Más de la mitad (52%) quiere el fin del embargo, según una encuesta del año pasado de la Universidad Internacional de Florida. En 1991, el apoyo al embargo era 87%.
Alfonso Fanjul, un magnate del azúcar, ha pedido el fin del embargo a Cuba.
También un coro creciente de empresarios estadounidenses está haciendo lobby en la Casa Blanca y el Congreso para acabar con las restricciones que EE.UU. comenzó a imponer en 1961 para intentar debilitar al gobierno de Fidel Castro.
La mención sobre Cuba formó parte del Discurso del Estado de la Unión, que el presidente realiza al comienzo de cada año para explicar sus prioridades políticas.
Guantánamo
“El Discurso del Estado de la Unión es una de las tradiciones políticas más importantes del país, incluso mencionada en la Constitución como un requisito del presidente”, explica el corresponsal de BBC Mundo, Thomas Sparrow.
En esta ocasión, además de la mención a Cuba, el presidente debatió largamente sus propuestas para mejorar la economía de la clase media y defendió sus recientes acciones ejecutivas en inmigración.
Además habló del cierre de la cárcel de Guantánamo, que ha sido uno de sus objetivos expresos como presidente.
“Casi al final de su discurso, Obama explicó que ha reducido a la mitad la población de Guantánamo y agregó que es hora de terminar la tarea”, agrega Sparrow.
El presidente resaltó que no tiene ningún sentido gastar US$3 millones por prisionero en una cárcel “que el mundo condena y los terroristas usan para reclutar”.
Desde que asumió la presidencia, Obama ha intentado cerrar la prisión. De hecho, el año pasado, en su Discurso del Estado de la Unión, el mandatario se comprometió a hacerlo en 2014.
Sin embargo, explica el corresponsal, el presidente se ha encontrado con el rechazo de algunos republicanos que se preocupan de que los detenidos que sean liberados se conviertan en una amenaza contra Estados Unidos.
Recientemente los republicanos presentaron una propuesta que incluso aumentaría las restricciones a la transferencia de detenidos, que no pueden ser llevados a cárceles estadounidenses.
En el último año han sido trasladados más de 20 detenidos a países como Uruguay o Kazajistán.
Fuente: Agencias