Octopus: El pulpo inflamable que amenaza a Talcahuano.

Este sábado 27 de Julio, en la Unión Comunal de JJVV de Talcahuano, junto al Gimnasio los Cóndores, se realizó una charla informativa sobre el proyecto Octopus- terminal gasoducto marítimo que se construiría en la Bahía de Concepción-. A la convocatoria asistieron una 20 de representantes de Juntas de Vecinos choreras, además de pescadores artesanales. La reunión fue organizada por la coordinadora Talcahueño.


Los asistentes a la reunión develaron grandes sorpresas no mencionadas por el precario Estudio de impacto ambiental de Octopus. Una de la principales criticas que se le hace al proyecto, es que se realizó a partir de datos de los años 93-94, lo que significa que la base científica sobre la que se ampara el proyecto no considera el tsunami y terremoto del 27 de Febrero del 2010. Pescadores artesanales señalaron que tras el tsunami, el fondo marino de la Bahía que era solo lodo, fue removido hacia la costa por el tsunami y actualmente, lo que hay en el fondo marino es arena. Por lo mismo, las características del suelo sobre las que se construirían los pilotes, cuyo número tampoco se menciona en el proyecto, son otras. Un asistente señalaba por la misma fragilidad de construir sobre la arena ¿Qué hace pensar a estas personas, que un ducto resistiría a una ola que giro a la Isla Quiriquina?. El tsunami barrio con el fondo marino.


Las críticas a la posible construcción de este proyecto, guardan relación con la utilización de sectores aledaños a Santa Clara, Salinas, Villa Mar y San Marcos, como una especie de maestranza, bodega, acopio y basural. El proyecto utilizaría las redes de agua potable, alcantarillado y electricidad de los vecinos del sector, lo que podría afectar el suministro de servicios básicos. La utilización de esta franja junto a los vecinos los transformaría en una especie de patio trasero del proyecto, donde se quedarían con las basura, la contaminación con material particulado del aire, los ruidos molestos y el riesgo de accidentes por el paso de maquinaria y camiones por las calles de las distintas poblaciones. Los vecinos alegaban una serie de realidades que se darían, pues la construcción del ducto se realizaría en tierra.

Con la sola construcción-más no el funcionamiento aún- del proyecto, los pescadores artesanales no tendrían acceso al espacio para el tiraje de redes, para las anclas, etc. Por otra parte señalaban, que la remoción del suelo marino hará desaparecer a toda la fauna marina del lugar.


La coordinadora ambiental Talcahueño señaló asimismo, que el muelle que se construiría pondría en peligro el Área protegida de Rocuant -Isla de Los Reyes- cuyos humedales cobijan una serie de especies protegidas, como la Gaviota de Franklin. La importancia de este humedal es fundamental pues es parte básica de la cadena trófica, donde se producen los nutrientes para las plantas marinas.


También se señaló las posibles consecuencias del uso del agua marina para enfriar el gas. El agua sería mezclada con Cloro y tras utilizarse, sería devuelta al mar, con grandes cantidades de cloro y a otra temperatura. Pescadores señalaron además, que tampoco se han realizado nuevas mediciones de la temperatura del agua en la Bahía, que cambió según señalan, de 7 grados a 9º- Octopus señala en su informe que la entregaría a 7º. El cambio de la temperatura en las aguas, puede romper fácilmente todo el equilibrio de la fauna y flora de la Bahía, desde Talcahuano a Cocholgüe.


Por otra parte, se realizó una serie de críticas al ducto submarino de terminal. La coordinadora Talcahueño contrastó este proyectó, con la catástrofe provocada por la rotura de un ducto submarino de Enap el año 2007, donde fue sumamente complejo controlar la tragedia pues no se lograba detectar la fuga, tragedia que a la larga a dejado un desastre medioambiental de proporciones en nuestra Bahía y en el golfo de Arauco. Lo mínimo que debiera exigirse, según los mencionados, es un ducto aereo.


Pero la peligrosidad de este proyecto no solo radica ahí. El capitán García, patrón de Pesca de Talcahuano, señalaba que hay una serie de ductos que atraviesan la bahía de Concepción cuya existencia la ciudadanía ignora. El ducto se entramaría entre el Cordón industrial, atravesando hacia Talcahuano, pasando por Gaete, por la Puntilla en Santa Clara hasta el otro extremo de la Bahía. El ducto que se encontraría en el borde costero estaría en pésimas condiciones: García aseguró haber estado cuando sellaron las fugas del ducto con hormigon- las que no fueron reemplazadas tras el 27F- 4 en total. Lo impresentable del proyecto Octopus es que utilizaría esta red de ductos para trasladar el gas proveniente de los buques. Una fuga en estos ductos podría provocar un accidente de proporciones gigantescas, comprometiendo a las comunas de Hualpen, Talcahuano, Penco, Lirquén y Tomé.


El riesgo de una catástrofe de proporciones ya nefastas, podría aumentar con la construcción de la plataforma logística- un megapuerto seco- que construirá, con el auspicio de la clase política local- sobre estos ductos.


El patrocinio de la clase política para este proyecto ya esta consolidado, hace años se trabajaba en silencio en la construcción de una serie de ductos entre las distintas industrias del sector para conectarse a este terminal, sin siquiera existir un Estudio de Impacto Ambiental.


Frente a la amenaza de este nefasto pulpo, la comunidad chorera se está organizando. Su símil son las comunidades de Penco, Lirquén y Tomé, que realizan jornadas de información, participación y movilización, para detener este mefítico proyecto.

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