El desastre Brasileño se expande por la región. Uruguay, quien logró sortear la primera ola como un verdadero oasis en el continente, hoy presenta cifras muy elevadas, cuestión que ya ha redundado en las internaciones en hospitales. El ministro de Salud uruguayo, Daniel Salinas, reveló que ya se detectó la variante P1 del coronavirus, detectada por primera vez en el estado brasileño de Amazonas, en siete departamentos del Uruguay. Durante esta semana, el país ha roto sus registros de contagios y muertes todos los días, lo mismos ocurre en Paraguay, donde los infectólogos atribuyen la aceleración y aumento de casos en la nación guaraní, precisamente a la presencia de la cepa brasileña P1 de Manaos. La directora de la OPS alertó sobre el aumento desmedido de casos en Pando, región de Bolivia fronteriza con Brasil, situación similar estarían viviendo el Departamento de Loreto en Perú también fronterizo con el gigante sudamericano. Venezuela, quien ya aplica hace semanas el cierre de fronteras con Brasil, indicó que los casos han aumentado exponencialmente, en los estados Bolívar y Amazonas, que colindan con el país dirigido por Bolsonaro, quien ha dejado que la propagación de virus actué sin control alguno. Ya el 30 de enero pasado la cepa amazónica brasileña fue detectada en Colombia, país que también adoptó cierre de fronteras con Brasil. Sólo Chile, que ha visto una explosión de casos las últimas semanas que mantiene al sistema sanitario al borde del colapso, aún no cierra fronteras aéreas con Brasil, a pesar de haberse detectado la presencia de la variante P1 hace semanas. El día de hoy fue confirmada la presencia de la cepa brasileña en la región del Biobio una de las más atacadas por la pandemia en los últimos meses.