Este domingo 7 de abril, las orilleras de playas negras de Coronel que aún se mantienen en toma de los accesos de la Termoeléctrica Santa María de Colbún, ubicada en el sector Bypass, denunciaron a Resumen que la generadora sigue produciendo desastres medioambientales como el que ocurrió con los langostinos, el 20 de marzo.
Tras trasladarse al ducto desde donde la termoeléctrica succiona el agua del mar, observaron como camiones cargaban toneladas de sardinas, langostinos y mariscos muertos que tapaban con mallas verdes para sacar rápidamente del lugar. Las orilleras decidieron por esto sacar fotografías para tener evidencia del suceso, debido a que la empresa, en complicidad con las autoridades locales, niegan sistemáticamente el tremendo desastre medioambiental que produce Colbún, tratándolas frente a la opinión pública como personas que quieren aprovecharse de la empresa.
Todo esto sucede mientras el municipio coronelino, con Leonidas Romero a la cabeza, recibe 1100 millones de pesos para inversiones en educación por parte de Colbún. Mientras la sardina y la anchoveta, los peces que desovan en las orillas, están desapareciendo. Cabe preguntarse si el dinero que pone Colbún es para comprar conciencias o para mitigar el nefasto daño ambiental. Porque si estos “episodios ambientales” son así de catastróficos, es probable que no valga mucho la nueva sede social, cancha de fútbol y plaza de juegos que hay a unos metros de la Industria, ni las nuevas bibliotecas, equipadas infraestructuras y demases que se harán en educación gracias a la responsabilidad empresarial de Colbún, en una población asolada por el desempleo, la contaminación y las enfermedades respiratorias.
Resumen no pudo contactarse con la empresa.