El «Opus Dei», grupo de ultraderecha de carácter sectario ligado a las dictaduras en América Latina y España (y en Chile con un brazo político como la UDI), tras un decreto emitido este martes por el papa Francisco, dejó de ser «una prelatura personal», es decir, depender directamente del pontífice, un cargo creado por el anti-izquierdista Juan Pablo II y que ninguna otra organización ha tenido antes en los siglos de existencia de la Iglesia Católica.
Por Alejandro Baeza
El papa Francisco emitió este martes un decreto que convierte a las "prelaturas personales", estatus exclusivo que gozaba hasta ahora el Opus Dei, en organizaciones similares a las asociaciones clericales públicas, por lo que el Vaticano tendrá injerencia directa, perdiendo así ese derecho exclusivo a manejarse de manera autónoma que hasta ahora gozaba esta agrupación de ultraderecha de carácter sectario.
Hasta ahora, la única Prelatura Personal que existía era del Opus Dei. Se trata de un concepto creado por Juan Pablo II para que pudieran realizar su trabajos no en un territorio específico ni responder a algún obispado.
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El nuevo Motu Proprio (un decreto) del papa señala que esta figura ahora se “asimila a las asociaciones clericales públicas de derecho pontificio con la facultad de incardinar clérigos” y que sus estatutos pueden ser “aprobados o emanados por la Sede Apostólica”. Además, el prelado actúa “como Moderador, dotado de las facultades de un Ordinario”.
“Estudiaremos qué consecuencias puedan tener estas modificaciones para la configuración jurídica del Opus Dei, también en el marco de los trabajos que se están realizando con el Dicasterio del Clero sobre la adaptación de los Estatutos requerida en el Motu proprio Ad charisma tuendum, en un clima de comunión con el Santo Padre”, señalan en un comunicado desde la agrupación sectaria.
Juan Pablo II y el Opus
En el derecho canónico nunca existieron órdenes, agrupaciones u organizaciones al interior de la Iglesia Católica similares al Opus Dei. Ése fue el regalo que le hizo Juan Pablo II en 1982 a esta organización ultraderechista surgida al mismo tiempo en que triunfaba el franquismo en la Guerra Civil española, al que «la obra» (como sus militantes llaman al grupo) estuvo ligada indisolublemente y que se trata de una respuesta de derechas a la "doctrina social de la Iglesia" que marcó la medianía del siglo XX.
Así, el papa Francisco fin a esta situación privilegiada que tuvo el grupo durante 40 años, obligándolo en la práctica a una suerte de refundación.
Ya en agosto del año pasado, el pontífice había establecido que no podrán ser obispos, ni podrán portar los ropajes ni el anillo episcopal y había realizado el anuncio de la eliminación de su estatus de "prelatura personal". Además, estableció que cada año habrá una revisión con la intención de evitar se sigan cometiendo los abusos denunciados contra el grupo a nivel mundial, las que hasta 2019 siempre negó.
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Cabe recordar que Juan Pablo II no sólo fue un protector especial del Opus Dei, sino que en 2002 convirtió en santo a su fundador, José María Julián Mariano (conocido también como Escrivá de Balaguer), siendo la canonización más rápida ocurrida a una persona apenas unos años después de su muerte, esto pese al público apoyo que brindó a dictaduras sangrientas como la Franco en España o a la Pinochet en Chile.
Además, el Opus Dei también estuvo cuestionado por acusaciones -dentro de la misma Iglesia Católica- de secretismo, elitismo y sectarismo, esto por la imposibilidad de acceder libremente y estar limitada (para las tareas de verdad y no de servidumbre) sólo mediante el poder adquisitivo y vínculos familiares, así como por sus prácticas que cuestionan la actividad sexual llevándola a límites.
