Veinte días han logrado resistir un grupo de jóvenes que el 15 de febrero pasado se instalaron bloqueando el camino de acceso adonde se pretende construir la Central Rucalhue, a unos diez kilómetros de Santa Bárbara, en la confluencia de los ríos Biobío y Quilmes. El proyecto fue aprobado en 2016 por las autoridades ambientales pese a como afectan al pueblo Pehuenche y al ecosistema local la imposición de, en los últimos treinta años, tres enormes represas: las de Pangue, Ralco y Angostura: ¡Y se insiste en seguir con el ecocidio!Fotografías y texto por Cristián Opaso
En un ecosistema tan intervenido, de extrema fragilidad, con antigua y permanente posesión Pehuenche (hasta el día de hoy) siguen intentándose imponer no uno, sino varios proyectos de centrales hidroeléctricas pequeñas y no tan pequeñas, “limpias y sustentables”, pero todas potencialmente fatales para el frágil sistema ecológico y humano. Dos son los proyectos actuales: la Central Rucalhue y la Pequeña (vaya nombre) Central Hidroeléctrica de Huequecura en la cercana localidad de Quillaileo.
Es verdad que si bien la toma no ha detenido definitivamente el proyecto, el grupo de jóvenes, liderados por tres organizaciones locales: Semillas del Lirken de Rucalhue, Somos Biobío y Movimiento Autoconvocado de Santa Bárbara, han obligado ya dos veces a la empresa a sentarse a conversar y han generado una creciente solidaridad, expresada con los constantes bocinazos de aquellos que transitan la carretera Q-61-R hacia el vecino Ralco, con la significativa asistencia a varios actos culturales organizados en la toma y por el apoyo municipal con agua y un baño para los resistentes, tras lo que incluso el medio local SB Televisión les dedicó recientemente un programa.
La toma tiene lugar en un camino en construcción paralizado desde el 13 de febrero, día en que se interrumpieron los trabajos viales. Sería el acceso al cercano Biobío donde se pretende instalar el muro e inundar la confluencia del río Biobío con el prístino río Quilmes.
Pero no es solo la toma la que complica a la empresa china. Durante las últimas semanas ha sido incapaz de conseguir declarar su proyecto como de interés público, por lo cual aún no puede intervenir ejemplares de bosque nativo protegido por ley.
Se trata de la intervención de especies forestales protegidas, como lo son el Guindo Santo y el Naranjillo, solo posible si la actividad es declarada de interés nacional, a lo que se opuso recientemente la Municipalidad de Santa Bárbara, lo que llevó a la empresa que se desistiera de la petición.
Pero la toma ha sacado a la luz también la inapropiada participación ciudadana, especialmente aquella de los Pehuenche.
EL ECOCIDIO CONTINUA EN EL BIOBÍO
Es que se continúa destruyendo progresivamente el hábitat y la vida, sobretodo de los miles de Pehuenche que hacen ya cientos de años habitan el sector. En ocasiones ni siquiera han sido reconocidos como tales, como sucediera con la Central Angostura construida por Colbún el año 2014.
Como resultado de ese proyecto, algunos Pehuenche resultaron relocalizados por segunda vez: primero por la central Pangue quien en 1991 los movió a la fuerza a Los Notros y luego por la Central Angostura, que nuevamente los trasladó algunos kilómetros mas abajo. A muchos nunca se les reconoció su calidad de indígenas.
En relación a los recursos naturales el componente cuya degradación ha sido más documentada es la de los peces: la fauna íctica en términos científicos. Lo explicaban claramente cinco científicos del centro Eula de la Universidad de Concepción, con ocasión de la evaluación ambiental de la Central Rucalhue.
Los científicos en un documento de 2014 insistieron en la necesidad de considerar el real estado del río:
“(...) han considerado como área de influencia solo una pequeña porción del ecosistema fluvial, ignorando por ejemplo, la interacción río-mar y la cadena de impactos que se generan por la serie de aguas embalsadas, las que transforman, fragmentan y alteran gran parte del área ritrón del río. La zona de ritrón del río Biobío, del cual ya se han embalsado aproximadamente 70 km lineales del ecosistema fluivial, corresponde al tramo más prístino, oligotrófico, de mejor calidad del agua y de una gran diversidad biológica. Todos estos aspectos se han ignorados o bien no han sido tratados correctamente en las evaluaciones ambientales”.
Según el Eula, no se han considerado los estudios que obligatoriamente debieran estar llevando acabo Endesa (hoy Enel), dueños de Pamgue y Ralco:
“No es lo mismo construir una cuarta o quinta central hidroeléctrica en el curso principal del río, que la primera o segunda. La línea base ambiental del EIA ignora y desconoce los impactos ambientales proyectados a las centrales Pangue, Ralco y Angostura. Al respecto, no analiza ni discute si ellos han ocurrido, o han emergido nuevos impactos no predichos, ni si los programas de seguimiento ambiental informan sobre éstos. Sin ese conocimiento, la línea de base de Rucalhue es incompleta, ya que no da cuenta de la condición actual del río más allá del área de donde ocurren sus acciones (NO sus impactos). Por tanto, una línea de base incompleta, no permite realizar una evaluación de los impactos de la nueva central que son acumulativos y sinérgicos a los del complejo de centrales ubicados directamente aguas arriba”.
Como si esto fuera poco otra empresa, esta vez Los Morros S.A., controlada por una fondo de inversión asociado a una empresa minera, está insistiendo, ¡Por sexta vez! Con un proyecto hidroeléctrico en el río Quillaileo, para represar otro de los únicos hábitats restantes (junto al Quilmes que inundaría Rucalhue) para los peces endémicos y en peligro de extinción. Se trata del obtuso intento del holding Los Morros S.A. de Inversiones Carenpa S.A. controladores del 38% de la transnacional de minería no-metálica Molymet.
INCIERTO FUTURO
Como decíamos al principio, los jóvenes en toma han sentado dos veces a la empresa a conversar. La primera vez el 17 de febrero en el lugar mismo de la toma.
En la ocasión Emilio Urriola chileno representante de la empresa y un funcionario chino, identificado como traductor, intentaron ver cómo se podían identificar asuntos pendientes y conversar respecto a posibles soluciones. Querían una reunión urgente en uno o dos días, más con el fin de poder retomar los trabajos. Los jóvenes insistieron no estar disponibles para negociar dado que su intención era que no se hiciera el proyecto, pero aceptaron, sin embargo, una nueva reunión, pero una semana después.
En esa reunión sostenida el pasado viernes en el Hogar Indígena de Santa Barbara los jóvenes, acompañados de un par de aliados/asesores, plantearon sus fuertes reparos al proyecto, no solo en el ámbito ambiental, sino en la falta de participación ciudadana.
Por este motivo participó en la última reunión la Pehuenche Hilda Riquelme, hija de una de las mujeres que resistieron al proyecto Ralco, miembra de Mapu Domuche Newen y hoy propietaria de tierras en las cercanías. Ella insiste nunca haber sido consultada. En la reunión no se llegó a acuerdo y fue terminada abruptamente por la empresa.
“La empresa reitera su posición de continuar las obras, buscando generar negociaciones como solución ante la problemática de la sinergia destructiva ecológica, sin asumir realizar una participación ciudadana nuevamente o consulta indígena de forma más representativa”, recuerda uno de los asistentes a la reunión.
Los jóvenes han continuado movilizando a la gente. Al día siguiente en la toma se escucharon desde raperos locales a artistas folkloricos. Se agregó ese día otro letrero al principal “Nosotros somos el río”. Se trata de un gran letrero escrito en mandarin que se levantó cerca del escenario. “Las aguas y las montañas verdes son nuestra sangre y nuestro cuerpo”, decía la frase que correspondería al presidente chino.
El 8 de marzo, como no, llegaron en masa mujeres del sector.
Nadie descarta que el permiso faltante a la central Rucalhue eventualmente sea otorgado, aunque según la ley no podrían ser intervenidos ni naranjillos ni guindo-santos, a no ser por interés nacional, calificación que no logró sortear la empresa, lo que la llevó a desistirse de ese proceso para la obtención del permiso.
Contactos con la elite del poder burocrático no parecen faltarle a la empresa China. Después de todo, la empresa matriz de China International Water & Electric Corporation (CWE) es nada menos que la estatal Three Gorges Dam, operadores del mayor complejo hidroeléctrico del mundo.
Personas claves trabajan para ellos. Por ejemplo, uno de los participantes en la importante reunión sostenida el pasado viernes 5 de marzo entre los jóvenes en toma y la empresa fue Freddy Castillo profesional que trabajó anteriormente cuatro años con CONAF, precisamente en manejo de bosque nativo.
Que ironía que ahora esté maquineando alguna triquiñuela para aprobar un permiso en el servicio adonde hasta hace pocos años trabajaba. Otro contacto es el diputado Pablo Vidal, ex RD quien reconoció haber trabajado por Atiaia, anteriores dueños del proyecto, relacionándose con algunas de las familias afectadas, algunos de cuyos miembros lo funaron exitosamente en redes las sociales. Vidal es ahora presidente de la Comisión de Energía y Minería de la Cámara de Diputados.
En cualquier momento la empresa podría ordenar el desalojo.
No sé porque surge a la mente el ruego de Mariano Puga: “Que la lucha no pare nunca”. Parece escucharse en el campamento.
¿Será por estar la acción de resistencia ubicada a solo 100 metros del fundo Los Junquillos de propiedad de la familia Puga, donde Mariano pasó muchos veranos de su vida?