La medida implicará además acondicionar edificios, vegetalizar las calles, instalar más fuentes. En términos ciclístico, un deporte muy popular en el país, París vive una carrera a "contrarreloj" contra la crisis climática, que traerá en pocos años olas de calor de más de 40 grados, situación que hoy ya se vive en regiones de Grecia, Italia y España.Por Joaquín Pérez
El cambio climático y las cada vez más recurrentes olas de calor azolan con violencia las grandes ciudades en ambos hemisferios, sin embargo aquellas que han logrado conservar áreas verdes y principalmente un buen cuidado de sus árboles urbanos, han conseguido mitigar, al menos en parte, este drama que ya es visto como problema de salud publica en las naciones del denominado primer mundo.
Hoy, las ciudades, lejos de aumentar el asfalto, luchan en forma acelerada y contra reloj, por aumentar las áreas verdes urbanas. La capital noruega Oslo posee un 74% de su área urbana como área verde, un 30% del total de la superficie urbana son árboles. Las capitales de Eslovenia, Liubliana, posee un 67% de áreas verdes en su zona urbana, Helsinki, capital de Finlandia, un 62%, y Vilma, en Lituania 57%.
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Ciudades como Tampa en Estados Unidos posee un 37% de su superficie urbana destinada a árboles urbanos, Singapur en Asia la cifra alcanza al 30%, en Vancuver en Canadá llega a un 26%, en Sydney (Australia) también un el 26%, Montreal en Quebec un 25,5% corresponde árboles urbanos, Johannesburgo en Sudáfrica 23,6%, Frankfurt en Alemania 21,5%.
A medida que crece la concientización sobre los beneficios de las zonas verdes en las áreas urbanas, principalmente por los efectos del cambio climático, cada vez más ciudades están tomando la iniciativa para hacerse más verdes, arborizar sus calles y plazas, además de generar parques urbanos. Ciudades como la capital holandesa de Ámsterdam incluso han iniciado el trabajo de ocupar los techos de las casas con cubierta vegetal.
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La capital francesa es conocida por su impresionante arquitectura, sus grandes bulevares y sus parques de gravilla más que por sus espacios verdes. Sin embargo, París ha establecido un ambicioso plan para convertirse en la ciudad más verde de Europa para 2030.
Como parte de sus esfuerzos, la ciudad tiene previsto plantar cuatro nuevos “bosques urbanos”, junto a grandes monumentos como el Hôtel de Ville, la Gare de Lyon y la Opéra Garnier. Para 2026. París se ha comprometido a que el 50 % de la ciudad esté cubierto de zonas verdes, sumando la plantación de 170.000 árboles, además de flexibilización de las normas de construcción para animar a los parisinos a plantar sus propios árboles en sus barrios.
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Según Dan Lert, concejal de Transición Ecológica, París debe quitar ya al menos un 40% del asfalto de la ciudad: "Esperamos y anticipamos picos de calor muy fuertes, muy elevados, y olas de calor con 50 grados. El clima en París se va a parecer al de una ciudad como Sevilla en el sur de España en los próximos años".
En ese contexto, París no tiene otra alternativa que transformarse para bajar sus temperaturas, según Lert, y convertirse en una ciudad más habitable incluso en los momentos de olas de calor.
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Otra medida fundamental tiene que ver con la arquitectura de la ciudad, cuyos edificios están poco aislados y preparados para las altas temperaturas.
Los tejados negros, por ejemplo, concentrarían menos calor, algo que ya se está haciendo con algunos edificios públicos como guarderías o bibliotecas para que haya entre tres y seis grados menos.
Los ritmos de la ciudad también deberán cambiar, predice Lert, para aprovechar las horas más frescas. Así, los parques, por ejemplo, deberán ser accesibles por las noches y las ciudades deberán dar refugio a las personas sin techo contra el calor, al igual que ahora se hace contra el frío en invierno.
Más fuentes, parasoles y pulverizadores de agua por la ciudad serán también claves y se están implementando ya este verano y de cara al verano del 2024, en que se realizarán los Juegos Olímpicos.
Foto principal: Arborización en zona urbana de Copenhague, capital de Dinamarca.
