Paxaricu (significa “pajarito”) es el título del primer libro de Oscar Vidal, quien ha publicado anteriormente en antologías de poesía joven tales como En la bella esquina del poema el año 2006, en la muestra de poesía joven preparada por Alexis Figueroa el año 2008. Formó parte del colectivo cultural Carnestolendas entre los años 2006 y 2009, también del taller de Poesía de Damsi Figueroa en 1998 y dirigió uno en el liceo CEAT entre los años 2004- 2005, sus textos aparecieron recientemente, en la Antología poética de Balmaceda Arte joven. De este modo estos datos indican que la labor poética de Oscar Vidal ha sido constante y hoy podemos encontrar en éste, su primer libro, la realización de un trabajo poético pulcro que es admirable desde sus primeros versos.
Paxaricu no es un texto cuyos poemas sean independientes entre sí, está cruzado por una columna vertebral que relata la historia de un padre y su hija, una historia que se alza contra la muerte y eleva al infinito la esperanza y el amor porque tal como señala Damsi Figueroa: “Cada vez que este libro sea leído, la muerte se alejará más y más de nosotros”. La niña que transita por estos versos huidiza del padre que intenta contener su partida es, por medio de la escritura de Oscar Vidal, una hermosa elegía, un lamento al universo, un reclamo a los astros.
Uno de los epígrafes del libro “Nadie se percata que camino por ahí con el alma reventada de pájaros” de Rodrigo Rojas, nos invita a ser parte de una bella intimidad que se nos revela en la escritura de Oscar a través de versos con sentido universal.
Paxaricu es un eco en medio del silencio que se resiste a la oscuridad total, a la soledad, al vacío, porque en palabras de su propio autor, la experiencia poética es en sí misma un descubrimiento del mundo, un quitarle terreno a esta muerte.
Oscar Vidal es quizá uno de los secretos mejor guardados de la poesía chilena y Paxaricu, sin duda, se transformará en uno de sus tesoros, me es imposible no afirmar esto, como a la vez, me es imposible no citar unos versos:
“Andaré tras de ti/ Recogiendo esas hojas amarillas/ De los árboles hermosos”
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+ Juana Lucero
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