Enharinados se fueron el titular del proyecto Octopus, Juan Gallardo, junto a un asesor de Biobíogenera de la Participación Ciudadana (PAC) del proceso de evaluación ambiental del Terminal GNL Penco. La reunión tuvo una alta convocatoria de opositores que a medida avanzaba la reunión fueron molestándose por la actitud de la empresa hasta que estallaron despidiendo a dichas personas con harina al final de la reunión.
La PAC fue realizada en la Escuela Isla de Pascua de Penco la tarde del 13 de enero fue introducida por Esteban Llanos, Director de Desarrollo Comunitario de Penco, quien recalcó la importancia de las distintas visiones y la participación pidiendo “que la participación ciudadana sea una práctica habitual”.
Andrea Santelices, al igual que en la PAC de Bulnes, explicó en qué consiste el proceso de evaluación, en que el Terminal GNL Penco ingresa al Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) por el artículo 11 de la Ley 19.300 Sobre Bases Generales del Medio Ambiente. “Este proyecto asume dos letras que sí tienen afectación dentro del riesgo de salud para las personas y efectos adversos en flora y fauna” añade la socióloga.
Santelices también mencionó alguna de las observaciones ya dadas por los servicios técnicos como el municipio de Penco que recalcó su incompatibilidad con el Plan Regulador o el Gobierno Regional que señaló que es contrario a la Estrategia Regional de Desarrollo (ERD) y la Política Regional de Turismo, daño que tampoco considera el plan para potenciar el borde costero que se proyecta conjunto a la Dirección de Obras Portuarias.
Preocupa que no se hayan pronunciado organismos como la Seremi de Bienes Nacionales y el Consejo de Monumentos Nacionales entendiendo que la playa La Cata tiene un importante valor patrimonial paleontológico, reconocido incluso por la empresa. Asimismo, el Serviu no entregó observaciones siendo que el gasoducto pasa cerca de poblaciones, mientras que la Superintendencia de Servicios Sanitarios y la Superintendencia de Electricidad y Combustibles se excluyeron de participar.
En última instancia, la especialista destacó la importancia de la participación de la comunidad debido a que entrega elementos claves como el levantamiento de medio humano, y la predicción de impactos y su relación con las medidas de compensación, mitigación y/o reparación que proyecta la empresa en el territorio.
Dentro de las otras instancias de PAC está la de Talcahuano a realizarse este martes 20 de enero a las 17:30 horas. en el Liceo Técnico C- 25 (Avenida Blanco Encalada 1250, Talcahuano, al costado de la Tortuga). A pesar de no ser considerada por la empresa, en Tomé se va a realizar otra PAC a pedido de la comunidad. evento al que aún se le está coordinando fecha y lugar.
Todo bien por el momento, hasta que se le preguntó a la profesional acerca de la poca difusión que se le dio a la reunión, en que participantes que se enteraron por suerte o a través de las redes sociales, respondiendo la representante del SEA que se habían pegado más de cien afiches en Lirquén asunto que comenzó a molestar a la gente que dice que en los hechos no se vio. De la misma forma indignó que se entregaran invitaciones al Presidente de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos, Romualdo Sáez, diciendo algunos que no es representativo porque ya se ha manifestado y está trabajando a favor del megaproyecto.
También se emplazó a Cristián Campbell, Presidente de la JJ.VV. Nº12 de Cerro Verde Bajo, quien ha declarado de ignorantes por los medios de comunicación a los opositores y que además recibiría $20 millones de pesos conjunto a las agrupación que está a favor del proyecto.
Asimismo, problemas causó que la profesional del SEA pidiera que la gente firmara la lista de asistencia porque los manifestantes señalaron que eso es utilizado a favor de la empresa, como si los firmantes formaran parte de mesas de trabajo en la que la gente está de acuerdo como recalcó Dagoberto Orellana, representante de los pescadores artesanales del Sindicato Carlos Condell. Aún más crítica es la situación ya que recuerda con gusto amargo la reunión que tuvieron con representantes de la empresa en el sindicato Punta Lisa y Carlos Condell hace cuatro meses. “Le golpeamos la mesa y termina la reunión. Van y a un compañero le dicen ‘oye dile al lengua que se calle porque va a haber plata para él’. Y en la primera reunión que estuvimos con Alfonso Ardizzoni (Gerente General de Biobíogenera), el otro joven representando igual nos golpeó la mesa: ‘cállate, apóyanos y así trabajamos nosotros’. O sea de qué estamos hablando ¿Van a seguir siempre con lo mismo? Al menos yo soy delegado del sindicato, represento a siete y los siete sindicatos le golpeamos la mesa, por lo tanto nosotros estamos en contra” declara el representante tan molesto que encaró a los titulares del proyecto en la reunión diciendo que él no se vende.
El dirigente de los pescadores también recalcó que hay instrumentos legales que respaldan la incompatibilidad del proyecto: “la zonificación territorial, que se empezó a traer desde Chillán, donde un agente de gobierno expone que a contar de esta fecha no se construye ninguna empresa contaminante desde el borde costero de la Isla Rocuant hasta la punta de Quintero, eso quiere decir de Talcahuano a Lirquén” agregando que la ley de pesca dice que los únicos autorizados para tomar, lavar, baldear sus bodegas son los pescadores artesanales.
De la misma forma, molestó que la PAC se hiciera tan tarde ya que fue el momento en que se informó que la comunidad tiene plazo hasta el 4 de febrero para presentar sus observaciones por escrito o través de la plataforma web del SEA www.sea.gob.cl.
En ese tira y afloja los opositores gritaban “¡Qué venga a empresa!”, instancia que al llegar recibió al titular y sus asesores técnicos con toda la comunidad gritando a coro “¡A defender la tierra y el mar del saqueo trasnacional!”.
Con una tiritona voz comenzó Gallardo, Gerente de Asuntos Externos de Biobíogenera, la presentación del proyecto junto a Alberto Miranda, jefe técnico del proyecto, y Cristobal Selís, jefe de medio ambiente, éste último tiene el mismo cargo en el proyecto de Central El Campesino, fraccionamiento duramente criticado en la reunión.
Al momento de las dudas las repuestas fueron creciendo la molestia de la gente. Un participante que dijo ser ingeniero mecánico señaló que tanto la ubicación del proyecto como el proceso de cambio de temperatura del agua de mar a través de la regasificación no fueron lo suficientemente detallados y claros en la exposición. Andrés Escalona de Protección al Medio Ambiente y la Cultura de Lirquén (Promac), dejó en evidencia la ignorancia de los asesores técnicos que no pudieron especificar que tipo de evaporador utilizarían para ese proceso.
Molestia causó la forma de mitigación de especies en peligro de extinción que fueran relocalizadas, asunto que para una veterinaria fue considerado como “una vergüenza”.
A medida que la reunión avanzaba el encaramiento era más directo, como Marcos Torres de la Coordinadora Penco-Lirquén que pasó adelante a desafiar a que Gallardo desmintiera que el terreno de la termoeléctrica en Bulnes fue comprado por medio de mentiras diciendo que era para uso frutícola considerando a la empresa como “sinvergüenza, mentirosa y que se quiere aprovechar de la gente”. Este mismo hecho utilizó Escalona para criticar que la empresa se excusara de lo difícil que era comprar un domicilio con el que tributaría en la comuna, asunto que sólo queda en promesas vacías bajo las actuales condiciones.
Leonidas Arancibia, vocero de la Coordinadora Penco-Lirquén, dio dos argumentos contundentes a través de dos personas. Félix González, Consejero Regional, como uno de los 26 consejeros que rechazó unánimemente el proyecto, y María Patricia Paz Quilapán, representante lafkenche de la agrupación Koñintu Lafken Mapu Penco, que no fue consultada violando el Convenio 169 de la OIT que Chile ratificó recientemente y que obliga a consultar los pueblos originarios que se vean afectados, y en este caso Quilapán considera el sector afectado como un sitio patrimonial y religioso, por lo que Arancibia bajo esos argumentos les preguntó a los dueños del proyecto ¿Qué están esperando para irse?
“Actualmente la región esta consumiendo alrededor de 60 millones de metros cúbico al mes (MMm3/mes). En el 2006 cuando era el período en que el gas se extraía de la región llegaron, que esto fue lo máximo, 83 MM3/mes. Y ustedes con un solo barco van a traer 90 MMm3/mes. Ahora supongamos en un caso hipotético, les aprueban la termoeléctrica El Campesino y no les aprueban el gasoducto acá ¿De a dónde van a sacar el gas? Eso es para demostrar que están particionando el proyecto. Y por otro lado si la termoeléctrica El Campesino no se la aprueban, no saben qué diablos van a hacer con ese gas porque la demanda de la región jamás ha sido de 90 MMm3/mes, y ese es un barco y este gasoducto puede traer hasta cuatro”. Así de contundente fue la exposición de Escalona que es Asesor Técnico de Promac sacando la mayor conclusión “entonces acá la intención que hay por detrás es hacer termoeléctricas a base de GNL, esa es la verdadera intención. Bulnes es solamente la piedra del iceberg de esto” comuna que tendría la mayor termoeléctrica a gas lo que aún no saciaría el hambre del pulpo.
Para finalizar fue el turno el consejero González quien introdujo diciendo que tanto la termoeléctrica en Penco como Hidroaysén fueron proyectos que se asumieron como de antemano aprobados. Con respecto a la votación en contra del Consejo Regional de ambos proyectos “se nos dijo que no era vinculante como bajándole el perfil. Esta reunión tampoco es vinculante, las marchas tampoco son vinculantes, y sin embargo la decisión no se va a tomar aquí sino que se va a tomar en la calle” invitando al pueblo de Penco a canalizar toda esa rabia en una manifestación potente.
Así concluía la reunión que con el calor y la discusión convertía a la sala de la Escuela Isla de Pascua en una olla a presión. Sin embargo, la molestia aún cundía y cuando se iban retirando Juan Gallardo junto a un asesor, los pencones los despidieron echándoles harina para que se llevarán un recuerdo de Penco que les recordará lo turístico que es Penco.