[resumen.cl] Los bosques nativos de la Cordillera de la Costa de la zona centro-sur de Chile ya se encontraban en un alto grado de fragmentación y degradación debido a los cambios de uso de suelo durante la historia reciente, primero para cultivos agrícolas y luego para monocultivos forestales. Entre el 18 de enero y el 5 de febrero de 2017, 467.000 hectáreas resultaron quemadas en una de las peores temporadas de incendios forestales del periodo reciente. En la región del Maule, la superficie afectada alcanzó las 284.387 hectáreas, en un aumento desmesurado con respecto a la temporada anterior. La destrucción afectó a varios de los últimos remanentes de bosque nativo, que albergaban varias especies, entre ellas al género Nothofagus, en riesgo crítico de conservación.
Los bosques templados representan solamente un 16% entre los bosques de la Tierra. Debido a su alta productividad, los bosques templados han sido el ecosistema preferido para la conversión para agricultura y pastoreo. Esto ha resultado en una de las mayores pérdidas de hábitat a nivel global. Durante el periodo 2000-2005, los bosques templados han sufrido la segunda mayor pérdida de bosques en el mundo, más que las selvas tropicales de Brasil, Indonesia y Malasia, y este ritmo de deforestación es superado solamente por el bosque boreal de América del Norte, donde los grandes incendios y la mortalidad de debido a enfermedades es la mayor causa de cambios en el uso del suelo. Mientras tanto, el modo de producción de pulpa de celulosa, papel o biocombustibles a partir de monocultivos va en auge. A nivel mundial, las plantaciones forestales se han incrementado desde 178,3 millones de hectáreas en 1990 a 264 millones de hectáreas en 2010, con un aumento proyectado de 300 millones para el año 2020. [1]
En Chile, existen los mayores bosques templados en América del Sur y más de la mitad de los bosques templados en el Hemisferio Sur. Los bosques templados chilenos, son considerados como uno de los 35 "puntos calientes" (Hotspot) para la biodiversidad global, debido a su alta concentración de especies endémicas y su alto nivel de amenaza. [2] Los bosques remanentes, se encuentran localizadas en la costa, y en un alto grado de fragmentación, rodeados de monocultivos forestales Pinus radiata, Eucalyptus spp y sometidas a procesos antrópicos nocivos.
Cambios de uso de suelo y pérdida de biodiversidad en la Cordillera de la Costa.
La cordillera de la costa del la zona centro-sur de Chile, estaba originalmente cubierta con bosques dominados por especies de Nothofagus, compuestos mayoritariamente por especies como Nothofagus obliqua (Roble-Hualle), Nothofagus glauca (Roble-Hualo), Nothofagus alessandri (Ruil) y Nothofagus dombeyi (Coihue), Pitavia punctata (Pitao o Canelillo) y Gomortega keule (Queule) Cryptocaria alba (Peumo), Persea lingue (Lingue), Aristotelia chilensis (Maqui), Acacia caven (Espino), Quillaja saponaria (Quillay) y Maytenus boaria (Maitén) entre otras. [3]
[caption id="attachment_36547" align="aligncenter" width="800"] Reserva Nacional Los Ruiles en la comuna de Chanco[/caption]Estos bosques nativos han sido reducidos a menos de un 10% de su extensión original. [4] Los parches remanentes de bosque nativo muestran un significativo grado de degradación. Después de más de un siglo de explotación humana moderna y modificación del paisaje, la vegetación natural está extremadamente fragmentada. [5] Estas actividades incluyen el desmonte de los bosques para agricultura, la producción de madera, leña, y carbón vegetal, y la masiva introducción de plantaciones de pino en las últimas dos décadas.
Las plantaciones de monocultivos forestales, principalmente Pinus radiata, con un ciclo de rotaciones de 20 años establecidas en un proceso que comenzó a inicios de la década de 1970 y que continuó a una tasa acelerada, han afectado gravemente al bosque de la Cordillera de la Costa de la región del Maule. Además del reemplazo directo, estudios han concluido que Pinus radiata también invade continuamente los fragmentos de bosque maulino [6]
[caption id="attachment_36437" align="aligncenter" width="1366"] Cambios en la cobertura se suelo entre el río Maule y Cobquecura durante los años 1975, 1990 y 2000. Fuente: C. Echeverria et al., 2006[/caption]Situación del Ruil y Roble Hualo
En una situación crítica de encuentra el Ruil (Nothofagus alessandrii) árbol endémico de Chile y cuyo hábitat comprende solamente una pequeña área de las comunas de Curepto, Constitución y Chanco en la Cordillera de la Costa de la Región del Maule. Su estado de conservación es "En peligro crítico de extinción". [7] En 1991 se estimó que el hábitat del Ruil no sumaba más de 3,5 km2 y de acuerdo a estudios de 1998, esta especie estaría dispersa en 185 poblaciones de 1 a 2 hectáreas de superficie, rodeadas de monocultivo de Pinus radiata. Esta especie se encuentra protegida por el Estado en la Reserva Nacional Los Ruiles en la comuna de Pelluhue. La reserva tiene una superficie de 29 hectáreas y está ubicada junto a la ruta Cauquenes-Chanco en el km 29.
[caption id="attachment_36548" align="aligncenter" width="800"] Reserva Nacional Los Ruiles a un costado de la carretera Cauquenes-Chanco, rodeada de monocultivos forestales de Pinus radiata [/caption]Recientemente, CONAF informó que a partir de marzo, los bosques de ruiles estarán bajo mayores medidas de protección, en un trabajo conjunto con privados. Se estima que alrededor de 12 hectáreas de la reserva resultaron afectadas con los incendios de enero de 2017.
En la comuna de Empedrado, académicos de la Universidad de Talca y la Seremi de Medio Ambiente Ana María Morales, habrían evaluado la situación de algunos bosques remanentes de Ruil.
José San Martín, académico de la Universidad de Talca, señaló a Radio Bio-Bio que “es impresionante y deprimente constatar la destrucción del fuego, sobre todo cuando es favorecido por ciertas variables, como es la falta de espacio entre la heterogeneidad del paisaje” (…) “Aquí se necesita reordenar el paisaje y el uso del suelo forestal en Chile, porque no se puede seguir con el modelo de plantación rodeando remanentes del bosque maulino que quedaba, y por lo que he visto, el bosque maulino en la Cordillera de la Costa, prácticamente está en vías de desaparecer, de extinguirse”, añadió.
[caption id="attachment_36549" align="aligncenter" width="500"] Bosques de Ruil afectados por el incendio en la comuna de Empedrado. Foto: vivimoslanoticia.cl[/caption]La especie Nothofagus glauca (Hualo o Roble Maulino) también presenta un alto peligro de conservación. Esta especie está escasamente representada en el Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas por el Estado (SNASPE) Además, se reporta que no existe contacto reproductivo entre las poblaciones en la cordillera de la Costa y la precordillera de los Andes, debido a la alta discontinuidad de su hábitat. [8]
Pérdida de bosque nativo en el sector Name sur.
El cerro Name, con 800 msnm. es el más alto de la provincia de Cauquenes y sus vertientes y bosques nativos de roble, maitén, boldo y litre alimentaban a las Ciénagas del Name, un humedal de agua dulce cuya superficie es de alrededor de 200 hectáreas. El humedal se caracteriza por abundante vegetación acuática sumergida y alta diversidad de aves
Vecinos de la zona indicaron a Resumen, que es precisamente en la cara sur del cerro, se conservaban aún bosques de robles y ruiles, marcando un alto contraste con las plantaciones de monocultivos forestales que rodean el cerro, y que favorecieron la rápida propagación del mega-incendio “Las Máquinas”. Un vecino del lugar indicó la zona de la ladera del Name, donde él solía frecuentar los bosques de roble (Nothofagus spp) remanentes del lugar y que ahora fueron destruidos por el incendio.
[caption id="attachment_36384" align="aligncenter" width="1344"] Tan solo un pequeño parche de bosque se salvó del incendio en el cerro Name, llamando la atención de los vecinos del lugar[/caption] [caption id="attachment_36385" align="aligncenter" width="1219"] Devastación causada por mega-incendio “Las Máquinas” en torno a la ladera sur del Cerro Name y la Ciénaga del Name. El incendio se propagó rápidamente desde el sector “Las Máquinas” hacia el sector Name sur a través de los extensos parches de monocultivos forestales de Pinus radiata.[/caption]Esta zona se caracterizaba por presentar veranos largos, secos y calurosos, con inviernos cortos, fríos y lluviosos. Durante las últimas décadas, las tendencias de precipitaciones han ido a la baja, lo que repercute en el potencial de cursos de agua de la cordillera de Los Andes y de la Costa. Además, desde el punto de vista del potencial hídrico, ante el resultado de la comparación del efecto de diferentes coberturas de suelo, tales como monocultivos, pastizales, urbanos en cursos de agua, el consenso es que las áreas forestadas “usan” más agua que los pastizales.
La desecación progresiva de los terrenos, producto de el alto consumo de agua de estos árboles de rápido crecimiento, la alta combustibilidad de las especies usadas en el monocultivo, así como las elevadas densidades y extensas superficies de las plantaciones, son factores que generaron condiciones sumamente favorables para la propagación de mega-incendios como "Las Máquinas" en enero de 2017.
Cambio de uso de suelo, cambio climático y pérdida de biodiversidad.
La más seria, actual y futura amenaza a la conservación de la biodiversidad en ecosistemas terrestres, en conjunto con el cambio climático, son los cambios el uso de suelo, en la cobertura de suelo, y la fragmentación del hábitat. En muchos ecosistemas, estos cambios ya han ocurrido, o están actualmente ocurriendo. [9]
[caption id="attachment_36438" align="aligncenter" width="1105"] Figura 1. Mapa de cambios en el uso de suelo en el periodo 1986-2011. Fuente: R. Heilmayr et al., 2016[/caption]Un 14.3% de bosques en Maule, 12.6% Bio-Bio y 11.1 %, de la Araucanía fueron convertidas a plantaciones forestales entre 1986 y 2011 (Ver figura 1). Otras estimaciones anteriores indican que entre 1974 y 1992 fueron sustituidas más de 200 mil hectáreas de bosque nativo en Chile; que en las regiones del Maule y del Bio-Bío 48 mil hectáreas de bosque nativo fueron reemplazadas por plantaciones de Pinus radiata durante el período 1978-1987; y que en la Región de los Ríos, el 48.8 % de las plantaciones efectuadas entre 1981 y 1993 (1,902 hectáreas) fueron establecidas sobre áreas anteriormente cubiertas por bosque nativo. [10] En 1992, se estimaba que en Chile anualmente desaparecían 6.195 hectáreas de bosques debido a su sustitución por plantaciones. [11]
Actualmente, las áreas de bosque nativo remanentes a la conversión a matorrales o plantaciones forestales, se encuentran ubicadas en sectores de difícil acceso, fuertes pendientes, altitudes por sobre los 800 metros, o al interior de la escasa superficie de áreas silvestres protegidas por el Estado. Muchas de estas zonas en la Cordillera de la Costa del Maule fueron arrasadas con los incendios forestales de enero de 2017 y se requiere una evaluación urgente del estado actual de las especies en estado más crítico y de otras, cuya situación pudo haber empeorado con la catástrofe.
Referencias.