La organización internacional de conservación marina Oceana pidió determinar las responsabilidades legales y aplicar drásticas sanciones a los responsables de la muerte de toneladas de especies marinas dentro de la central termoeléctrica Santa María de Colbún, ubicada en Coronel. Un reciente informe del Servicio Nacional de Pesca (Sernapesca) determinó que el sistema de enfriamiento de la central, que usa agua de mar, tiene falencias técnicas que han redundado en la muerte masiva de especies.
“Este episodio de muerte masiva de importantes especies marinas no puede quedar impune. Se deben aplicar drásticas sanciones a los que tienen la responsabilidad de evitar que estos organismos vivos terminen siendo exterminados por esta termoeléctrica”, señaló Alex Muñoz, director ejecutivo de Oceana.
El informe de Sernapesca explica que pese a que la varazón de crustáceos que ocurrió en marzo en Coronel se relaciona con un fenómeno natural denominado surgencia, la central Santa María de Colbún tiene falencias tecnológicas que hicieron que los langostinos ingresaran a los ductos que succionan el agua de mar para enfriar la planta, quedaran atrapados en los filtros y luego fueran reenviados a un relleno sanitario. A modo de ejemplo, Sernapesca detectó el 27 de marzo en la inspección a la termoeléctrica que había aproximadamente 200 litros de langostinos moribundos en uno de sus canastillos.
Tras conocer el documento, Colbún declaró que “implementó mejoras técnicas en su sistema de enfriamiento y adquirió dispositivos de última generación en el mercado internacional, que están actualmente en proceso de fabricación”, y que estarían disponibles sólo a partir del verano del próximo año, lo que generó el rechazo de la ONG Oceana.
El informe de Sernapesca se enmarca en un recurso de protección interpuesto por las algueras de Coronel tras la varazón en marzo de millones de langostinos y miles de jaibas. El documento contiene cifras entregadas por Colbún sobre el ingreso de especies marinas a los ductos de recolección de agua. Según la empresa, en diciembre de 2012 y enero y febrero de 2013, la termoeléctrica absorbió 25.4 toneladas de pez mote o bacaladillo.
Colbún también reporta el ingreso al sistema de enfriamiento de 4.2 toneladas de langostino colorado en marzo. Ese mismo mes, Oceana había solicitado el cierre preventivo de las termoeléctricas de Coronel mientras se desarrollaba la investigación de la fiscal de Talcahuano, Ana María Aldana, que dilucidará si estas centrales de energía tenían responsabilidad en la muerte masiva de crustáceos.
Los resultados del proceso de inspección y el informe de Sernapesca fueron remitidos a la Superintendencia del Medio Ambiente, que determinará si la absorción de organismos marinos es un impacto ambiental no previsto o si Colbún está incumpliendo la Resolución de Calificación Ambiental de la termoeléctrica.
Fuente: http://oceana.org