[resumen.cl] Ante una nueva y contundente demostración de movilización popular, Piñera ha dado un anuncio en cadena nacional que no responde en absoluto a las demandas populares que exigen una asamblea constituyente, en cambio solo mencionó la palabra plebiscito, dejando abierta la posibilidad de cambio a la constitución, pero sin el proceso democrático que la población exige. Es decir, señaló lo mismo que ya había dicho su Ministro del interior. Además no tuvo el peso para aumentar la represión mediante un estado de emergencia, evidenciando el debilitamiento de su gobierno y estrategia represiva.
En su mensaje Piñera llamó a 3 acuerdos. Un primer acuerdo “por la paz y contra la violencia” que busca condenar con mas fuerza las manifestaciones populares. En segundo lugar un “acuerdo por la justicia” para hacer supuestamente mas robusta su escuálida propuesta de agenda social.
Por un último un acuerdo por una nueva constitución, con un plebiscito ratificatorio para que los ciudadanos participen en la elaboración de este nuevo cuerpo jurídico. Sin embargo en ningún momento habló de asamblea constituyente, que es la herramienta que la población movilizada exige como salida a la actual crisis política que vive el país.
Además volvió a poner el énfasis en los “destrozos” y la “violencia” admitiendo que las fuerzas del orden están sobrepasadas y que necesitan ayuda de los efectivos policiales en retiro. En su afán lascivo de violencia estatal, de creer que todo se resuelve golpeando a los manifestantes en las calles, el Presidente de la República hizo un llamado a policías retirados a que se involucren en el “control” social y anunció la aplicación de la dictatorial Ley de Seguridad Interior del Estado contra las y los manifestantes que sean identificados.
Empantanado entre una tozudez brutal de la figura presidencial, la división en la clase política y multitudinarias protestas sociales, el gobierno de Piñera sigue flotando, a destiempo y con cada vez menor respaldo político.