Por hambre miles de hombres y niños enfrentan la muerte cada día en la zona del carbón.

 Curanilahue nuevamente esta de luto, y con él toda la zona del carbón, este Miércoles 5 de Noviembre a las 20:30 horas las paredes del pirquen Lázaro (ubicado 16 Km. al sur de Curanilahue) cedieron bolsones de agua inundaron la galería, un pirquinero quedo atrapado y permanece desaparecido: Héctor Garcés de 31 años.  Esta historia no es muy distintas a otras que han ocurrido en Curanilahue, basta recordar los 21 mineros que murieron tras la inundación de la mina “Los Castaños” el año 1989.

Como siempre las autoridades, con una desvergüenza impresionante, arremeterán contra estos “inconscientes” que arriesgan sus vidas en faenas ilegales, lo que jamás señalan es que son empujados allí por hambre y la miseria que se vive en la ex zona minera.

Más triste aún es saber ese mismo día que el gobierno cierra la ultima mínima de carbón explotada el Estado: “La Fortuna” de Lebu, es triste pues si bien el hecho que la creación de ENACAR durante el gobierno de Salvador Allende, nunca pudo terminar con los accidentes y tragedias en las minas de carbón, sin duda las disminuyo notablemente, además de que los mineros que allí laboraban contaban con todos los seguros médicos y sociales.

Hoy miles de trabajadores en la zona del carbón, muchas veces menores de edad, jóvenes que han abandonado la escuela se introducen en pirquenes ilegales, sin ningún contrato, por una paga diaria miserable, o por solo llevar combustible a sus casas para calefacción o cocinar, se introducen a las fauces de la tierra arriesgando la vida por un poco de pan.

¿Que paso con la reconversión de la zona minera? El impulso a las faenas forestales, otra  empresa puramente extractiva, hoy en crisis también, que tras el desastre medioambiental esta dejando un regadero de cesantes.

Fuentes productivas de trabajo verdaderas son las que hoy necesita la zona minera, para terminar de una vez por todas con tanta tragedia y muertes.