[resumen.cl] A las 19:30 hrs de ayer, agrupaciones de pobladores y pobladoras adheridas a la Federación Nacional de Pobladores (FENAPO), se manifestaron cortando el tránsito de la avenida General Bonilla, en el paso sobre nivel de calle Camilo Henríquez, denunciando un problema estructural que afecta a millones de personas en Chile: la dificultad de acceso a una vivienda digna y un ambiente saludable para vivir.

La protesta se estaba enmarcada dentro de la campaña denominada “Santiago no es Chile” en donde distintas agrupaciones de pobladores sin casa, buscan que la Ministra de Vivienda de Bachelet, Paulina Saball Astaburuaga, se haga presente en la región del Biobio para resolver los conflictos que aquejan a los pobladores organizados, los que están hace varios años entrampados en la burocracia del SERVIU regional, en periodos de espera que muchas veces significan más de una década para recibir solución habitacional.

Vecinos y vecinas de las las tomas y ocupaciones de Santa Sabina, Punta de Parra, Las Princesas y Talcahuano, mantuvieron el tránsito cortado por aproximadamente una hora gritando consignas contra las políticas de vivienda del Estado, el potenciamiento del negocio inmobiliario, la mercantilización creciente de los suelos en la ciudad y el endeudamiento generalizado con los bancos, llamando a la población afectada por esta problemática, para que también se movilice para buscar soluciones. Las protestas de pobladores y pobladoras en la provincia, que han incluido marchas, tomas de servicios públicos, irrupciones en sedes de gobierno regional, la toma de una grúa, cortes de ruta, barricadas y el despliegue de un lienzo en el Mall del centro de Concepción, buscan generar un contacto directo con la ministra de vivienda, Paulina Saball, para así plantear de forma precisa y concreta las demandas históricas del movimiento de pobladores en Chile: expropiación de terrenos a privados y entrega de solución habitacional por parte del Estado a los comités de allegados, buscando el fin de la mercantilización de los suelos por el negocio inmobiliario y la segregación clasista en la ciudad.