PODCAST | Crónica de Ruperto Concha: Año enojado

Por Ruperto Concha / resumen.cl Opción 1: YouTube https://www.youtube.com/watch?v=PeAWc4LZHfM&ab_channel=ResumenTV Opción 2: Spotify https://open.spotify.com/episode/2PbHXeq9dli06JGXqwNcvg?si=Zx9UfkPtTQyGCgbXikqkMg Opción 3: Apple Podcast Hay mucha gente inteligente y culta que cree sinceramente en la magia. Una magia buena o magia blanca… Pero al creer en la magia buena es inevitable creer también en esa otra magia que llaman “Negra”. Una magia perversa. Yo, personalmente, creo, o percibo, que hay ciertas realidades misteriosas que a veces intervienen en nuestros asuntos de manera inexplicable. A veces para bien y a veces para mal, como si alguien o algo estuviese manejando las casualidades. Y, claro, uno opta por hacerse el desentendido sobre eso. En mi caso me sujeto bien fuerte a las cosas claras que encajan bien en nuestro entendimiento y nuestros sentimientos. Pero debo admitir que muchísimos personajes de brillante inteligencia, como los doctores Sigmund Freud, y Gustav Jung, o físico-matemáticos como Albert Einstein, Stephen Hawking y Benoit Mandelbrot, admitían que hay zonas misteriosas de la realidad que los seres humanos han percibido siempre, desde el más remoto pasado, y que han derivado en religiones, o códigos de conducta o ciertos ritos e incluso ciertos objetos que procuran que esas fuerzas misteriosas nos sean favorables. Desde la hostia consagrada y el agua bendita, de los cristianos, hasta los más raros amuletos de los creyentes del vudú y de la umbanda brasilera, que, según sus creyentes, son capaces de obrar milagros en favor de las personas. Y bueno, en la noche del 31 de diciembre pasado, un notable personaje chileno, francés, judío, escritor, cineasta, dibujante y creador de una misteriosa religión llamada “Pánica”, emitió una profecía sobre este año 2024. Ese personaje se llama Alejandro Jodoroswky y muy alegre y sano ya cumplió 94 años de edad. Según él, el agudísimo peligro de guerra mundial inminente que se produjo el año pasado, este año podría comenzar a disiparse. Los líderes del mundo quizás puedan encontrar alternativas a la brutalidad criminal, y, si logran librarse de la frenética odiosidad acumulada y alimentada por la propaganda belicista, este año podrían abrir el paso para que el año próximo, 2025, pueda ser el comienzo de la llamada Era de Acuario. Suena magnífico, ¿verdad? Pero, ¿podrán hacerlo estos líderes de la actual clase política que está gobernando al mundo?     En estos momentos hay dos guerras brutales. Una en Ucrania, donde las provincias orientales, habitadas por rusos desde el siglo 18, se independizaron del gobierno central de Kiev luego del golpe ultra derechista, financiado por Estados Unidos, que derrocó al presidente Viktor Yanukovic en 2014 y, ante la sangrienta represión militar del régimen golpista, pidieron protección a Rusia que intervino militarmente en 2022, dando comienzo a la actual Guerra de Ucrania. La otra es la guerra de Palestina, en la franja de Gaza, por la invasión del poderoso ejército de Israel, planteada como venganza por un brutal y masivo ataque terrorista del grupo islámico Hamás perpetrado el 7 de octubre pasado sobre territorio israelí, donde murieron 1.200 israelíes y otros 250 fueron capturados como rehenes. Según información publicada por la propia prensa de Israel, el contraataque del ejército durante el atentado incluyó intenso fuego de ametralladoras desde los helicópteros militares, quienes no tenían cómo distinguir a los terroristas de sus víctimas. Por ello se estima que, de los 1200 muertos israelíes, muchos perecieron por los disparos del propio ejército israelí. De inmediato el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, ordenó una devastadora acción de represalia supuestamente para exterminar a los miembros del partido Hamás, pero que se transformó inmediatamente en una acción genocida contra la totalidad de la población civil de Palestina en la franja de Gaza. Bombardeos indiscriminados, a menudo utilizando bombas incendiarias, han destruido más de cien mil edificios, incluyendo hospitales y escuelas. Aniquilando todos los servicios públicos, incluyendo el agua potable y la electricidad, y las reservas alimenticias existentes para la subsistencia de dos millones de palestinos. Hasta la semana pasada, se había contabilizado un total de 22 mil civiles muertos por las bombas y balas del ejército de Israel. De ellos, casi dos tercios son mujeres y niños. La atrocidad del ataque militar contra la población civil de Palestina naturalmente ha provocado asombro y repugnancia a nivel mundial, incluso en Estados Unidos, donde una gran mayoría de la población, según las encuestas, considera que el gobierno de Joseph Biden se ha hecho cómplice del gobierno de Israel en el genocidio del pueblo palestino. Más aún, en el Congreso, parlamentarios del propio partido demócrata, en el poder, han acusado a Biden de enviar a Israel grandes cantidades de armas y municiones, sin pedir autorización del Congreso, lo que lo hace directamente cómplice del genocidio criminal y claramente racista sobre el pueblo palestino.     También el propio pueblo de Israel ha comenzado a realizar protestas callejeras en contra del gobierno ultra derechista y ultra religioso de Benjamín Netanyahu, que se mantiene en el poder a pesar de que el apoyo a su persona y a su partido y ha caído a sólo un 28%. Por ello, tuvo que pactar una alianza con los dos partidos religiosos más fanáticos y ferozmente racistas anti árabes, el partido Shas, de los judíos sefarditas que hablan idioma ladino, y el partido Yahadut Hatorá, igualmente fanático y racista que reúne a los judíos europeos que hablan idioma yidish. Sin embargo, pese a esas alianzas de cuatro partidos que están respaldando su gobierno, Netanyahu ya tiene claro que en circunstancias normales será derrotado en las próximas elecciones. De ahí que, según varios analistas americanos, europeos e israelíes, existe la sospecha de que Benjamín Netanyahu intencionadamente se haya negado a acoger las informaciones de los propios servicios de inteligencia de Israel y también de la CIA estadounidense, que con muchos meses de anticipación habían detectado que los terroristas de Hamás estaban preparando el ataque que culminó el 7 de octubre. La sospecha apunta a que Netanyahu habría previsto que el ataque de Hamás le proporcionaría el clima emocional de vengativa furia anti palestina que se traduciría en el apoyo indispensable para salvarse él. De hecho, el lenguaje adoptado por miembros de su gobierno revela sin ningún escrúpulo la intención de eliminar por completo la presencia de palestinos en Palestina, tanto en Gaza como en Cisjordania. Hacer que el miedo y el sufrimiento haga que la gente de Palestina opte por huir a cualquier parte para poder sobrevivir. El periodista estadounidense Phil Aroneau, del diario The Nation, señalaba el viernes pasado que ya existe un fuerte consenso entre grupos judíos de todo el mundo que llaman a derrotar al régimen encabezado por Netanyahu al que consideran como una monstruosidad neonazi. Asimismo, la periodista de CNN Nadine Ibrahim, destaca cómo los líderes de todo el mundo islámico, desde Argelia, Túnez, Libia, Egipto, Sudán y Etiopía, en África, junto a Irán, los Emiratos Árabes, Jordania, Irak, Siria, el Líbano, Yemen, Turquía, y Azerbaijan, han enviado fuertes advertencias a Estados Unidos por su complicidad en la expulsión y el exterminio del pueblo palestino, al que quieren privar de su propia patria. En tanto, el viernes pasado, en Bagdad, el primer ministro de Irak, Mohammed Shía, acusó al gobierno de Estados Unidos de haber facilitado ayuda al grupo terrorista ISIS, el Estado Islámico, para perpetrar el asesinato de un comandante de fuerzas paramilitares iraquíes. El jefe de gobierno iraquí anunció que exigirá a Washington disponer de una vez por todas el retiro de las tropas estadounidenses que siguen acantonadas en territorio de Irak. Puede entenderse así que en estos momentos todo el Cercano Oriente está casi casi en pie de guerra.     Por lo pronto, ya el gobierno de los hutíes, en Yemen, con sus ataques con drones contra los buques de carga israelíes o al servicio de Israel, ha logrado que la actividad marítima por el Mar Rojo y el Canal de Suez haya caído ya en un 85%. De hecho, dos de las principales empresas de transporte marítimo ya anunciaron que han suspendido por tiempo indefinido la navegación por esa ruta, que incluye el Canal de Suez y el Mar Rojo. Ante ello, el primer ministro israelí Netanyahu había advertido al presidente Biden que, si Estados Unidos no actuaba para eliminar a los hutíes en Yemen, Israel iba a lanzar el en forma aniquiladora. En esas circunstancias, el gobierno de Irán, que ha prestado apoyo a Yemen, envió de inmediato un barco de guerra dotado del más moderno armamento, con la misión de apoyar la defensa ante cualquier posible ataque por parte de Israel. Las naves de guerra de Estados Unidos se han limitado a mirar cómo el crucero iraní cruzaba tranquilamente ante sus ojos. Israel, en tanto, ha intensificado sus ataques con misiles y drones contra posiciones en territorios de Siria y el Líbano. Y, por su parte, Irán ha reiterado su advertencia de que dispone ya de sus propias baterías de misiles hipersónicos capaces de impactar en cualquier punto de Israel en menos de 8 minutos desde su lanzamiento. Y, oiga, según los israelíes, ya Irán podría estar en condiciones de fabricar sus propias bombas atómicas de uranio con una potencia muchísimo mayor que la que Estados Unidos utilizó sobre Hiroshima, en Japón. ¿Permitirá Estados Unidos que las cosas sigan así, rumbo a un desenlace atroz? ¿Sobreviviría geográficamente, Israel a la primera etapa de una Tercera Guerra Mundial?   Según varios de los más prestigiosos analistas de estrategia, no sólo Israel está en grave peligro. Toda Europa está en peligro, no de una posible guerra con Rusia, en la que Europa y Rusia sin duda perderían al mismo tiempo. El verdadero peligro estaría en el cierre total de toda relación natural entre Europa y una Rusia que era esencialmente europea por cultura, por raza y por geografía. De hecho, se supone que Europa llega hasta la cordillera de los Urales, mil kilómetros al oriente de Polonia. Arrastrada por la estrategia imperial de Estados Unidos, Europa, y especialmente Alemania, se encontró comprometida en una política de odio sistemático contra Rusia. Un odio sin más fundamento que la narrativa de los medios de comunicación. Ya el año recién pasado, el 30 de marzo, en plena guerra de Ucrania, un informe de la organización alemana Statista Research señalaba que las fuerzas militares de la OTAN son inmensamente superiores a las de Rusia. Con 3 millones 360 mil soldados de la OTAN en servicio activo, frente un millón 300 mil de Rusia. Con una fuerza aérea de 20.600 aparatos, frente 4.200 de Rusia, y con 2.151 buques de guerra de la OTAN frente a 598 de Rusia. Ese informe fue corroborado por otros realizados en Estados Unidos bajo supervisión del Pentágono. ¿Cómo entonces podría suponerse que Rusia estuviera preparándose para atacar a Europa? Como lo señaló con tristeza el presidente Vladímir Putin, la Unión Europea, acatando la estrategia de Washington, resolvió convertir a Rusia en enemigo. Creó una enemistad artificialmente, y es posible que ya la ruptura entre Rusia y el resto de Europa haya llegado a volverse irremediable. Rusia ya ha encontrado nuevos amigos en el sur y en África y ha conservado a sus viejos amigos de Asia. Europa, en cambio, ¿tratará de convencer a Estados Unidos de que América no siga siendo sólo para los americanos?   Bueno, este año 2024 puede ser decisivo también para América Latina, donde seis repúblicas tendrán elecciones presidenciales en los próximos meses, comenzando con El Salvador, el próximo 6 de febrero, en que se da casi por segura la reelección del actual presidente Naguib Bukele. Un tipo de gobierno que es a la vez autoritario y se mantiene en permanente consulta con las bases populares. Desafiante frente a Estados Unidos, es posible que su estilo de gobierno sea tomado como modelo por otras naciones de la región. El 5 de mayo serán las presidenciales en Panamá en un clima de muchas tensiones políticas y también con la posibilidad de un triunfo de la izquierda. Y, por coincidencia, al día siguiente de las elecciones de Panamá, en Guatemala asumirá el gobierno el recién elegido presidente Bernardo Arévalo, apoyado por la izquierda. El 19 de mayo serán las elecciones en República Dominicana, donde supuestamente la centro-derecha se mantendrá en el poder, aunque enfrentada a una oposición cada vez más fuerte. El 2 de junio serán las elecciones generales en México, donde hasta el momento las dos candidatas ya definidas son de mujeres. Claudina Sheinbaum, apoyada por el actual gobierno del presidente López Obrador, y Xóchitl Gálvez, apoyada por la oposición de derecha. El 27 de octubre serán las elecciones presidenciales en Uruguay, donde las encuestas marcan apoyo mayoritario para el candidato opositor, de centro izquierda. Bueno, el 5 de noviembre serán las tremebundas elecciones en Estados Unidos, en que, al menos según las encuestas, el ex presidente Donald Trump, del Partido Republicano, podría volver al poder, visto el ya escasísimo apoyo a la reelección del actual presidente Joseph Biden que, curiosamente, tiene todavía un exiguo apoyo popular de 30%, casi idéntico al apoyo que tiene Netanyahu en Israel. Y, por último, en fecha aún no precisada de fines de año, serán las elecciones generales en Venezuela. Sería interesante ver lo que ocurriría si el ganador en Estados Unidos fuera Donald Trump, quien, en su gobierno anterior, llegó a amenazar con una posible invasión militar contra Venezuela.   Así, pues, resulta creíble la profecía de nuestro artista y místico chileno universal y judío, Alejandro Jodorowsky, de que este será un año de enojos y amenazas terribles, pero en el cual podremos crear las condiciones para que el año próximo, 2025, sea un año de paz, entendimiento y ganas de ser felices cada uno a su manera. Hasta la próxima, gente amiga. Cuídense. Hay peligro.   *Imagen: Putin y Netanyahu, 2015 | www.kremlin.ru
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