Por Ruperto Concha / resumen.cl
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No me cabe duda de que Ud. habrá leído concienzudamente el Apocalipsis de San Juan. Y recuerda claramente el comienzo del capítulo 6°, donde Jesucristo aparece en forma de un cordero con 7 ojos y 7 cachos, recostado como muerto en su trono y rodeado por una corte de animales cubiertos de ojos, y de ancianos suplicantes.
Uno de los ancianos extiende ante el Jesús-Cordero un libro cerrado por 7 sellos que sólo él puede abrir. Solemnemente, Cristo abre el primer sello, y aparece un gran caballo blanco, montado por un guerrero con arco y flechas.
Es el guerrero que mata desde lejos. Según algunos, es nada menos que el Anticristo que viene a conquistar el mundo a punta de misiles. Pero, según otros, es el mismísimo Jesucristo.
Luego, Jesús-Cordero abre el segundo sello y ahora aparece un caballo colorado, montado por un jinete con espada. Es el jinete de la Guerra Generalizada. Sobre él, en 1917, el Papa Benedicto XV comentó: “Ahora vemos que en el mundo, como jamás se había visto antes, la guerra se ha convertido en una institución permanente sobre toda la humanidad”.
Y, realmente, la humanidad entera parece ahora estar en una guerra interminable en contra de sí misma.
El tercero de los sellos que abre el Jesús-Cordero deja salir un gran caballo negro, con un jinete armado de una balanza comercial, mientras una voz dice algo así como “medio kilo de trigo por un denario y kilo y medio de cebada por un denario. Y no hay que falsificar ni el vino ni el aceite”.
Por supuesto se entiende que ese jinete es la miseria, el hambre, la carestía y la especulación tramposa.
Pero el cuarto sello es el más terrorífico de todos. De ahí surge un caballo de color cadavérico, amarillento y medio verdoso. Su jinete es una especie de zombi y lleva el nombre de la Muerte, y lo sigue un ser que es el Infierno, el Hades.
Se ha entendido que representa a la muerte por enfermedad. La peste, la pandemia.
Por cierto, para un gran número de evangélicos ligados al Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, estamos llegando al momento en que se nos viene encima el Apocalipsis con sus cuatro caballos.
¿Será cierto? ¿Qué está pasando en el mundo entero? Y ¿qué papel le asignan a Donald Trump en este asunto?
En la perspectiva de los evangélicos de Washington, el presidente Donald Trump tiene que ganar en las elecciones de noviembre, o sea, en sólo 4 meses más, y seguirá gobernando hasta 2024.
Según la mayoría de las encuestas hasta ahora, el triunfo de Trump es prácticamente imposible, y su contrincante Joseph Biden, lo aventaja por un 14% en las intenciones de voto. O sea, aunque las encuestas se equivocaran en el 5% de su margen de error, todavía Biden ganaría con una apabullante.
Como destaca el anlista Stephen Collinson, de la CNN, incluso entre los estrategas de la campaña demócrata, que es más “anti-Trump que pro Biden”, resulta casi palpable el miedo que tienen de que Trump nuevamente les salga con una sorpresa inesperada, tal como en 2016 cuando derrotó a la Hillary Clinton mientras las encuestas lo daban como perdedor.
Sobre todo están asustadísimos por los posibles efectos del enorme estallido social por la muerte de George Floyd a manos de un policía estúpido y brutal, que aparece como un episodio más del racismo que impregna a la sociedad estadounidense.
Sin duda, las decisiones de Trump frente a esta dramática crisis han sido internacionalmente repudiadas por la prensa, y ante gran parte del mundo Estados Unidos aparece como un estado hipócrita que carece de mérito moral para auto definirse como campeón de la paz y las libertades civiles.
De hecho, Ucrania fue el único país europeo que exhibió manifestaciones de apoyo a Donald Trump, y en un partido de fútbol una barra de neonazis levantó un letrero pidiendo libertad para el policía que mató a George Floyd.
Pero para entender la política estadounidense hay que tomar en cuenta otros factores que son decisivos. Primero que todo, las cifras del último censo de población, de 2019, que dice que un 60, 4% de los estadounidenses son gente de raza blanca.
Frente a ellos, un 18,3% son hispanos o latinoamericanos y sólo un 13,4% son afroamericanos o mulatos con rasgos negroides. O sea, juntos alcanzan al 31,7%.
Es decir, claramente el resultado de las elecciones de noviembre próximo tendrá que producirse sobre la base del voto de los blancos.
Según el diario Los Angeles Times, las encuestas señalan que una fuerte mayoría de la gente dice que confía en la policía, sigue confiando en la policía, aunque hay una gran mayoría también que admite que es indispensable reformar los procedimientos policiales y corregir los abusos que evidencian brutalidad y racismo.
Ya son bien conocidas las cifras de muertos a manos de la policía. Entre 2017 y 2019, los policías estadounidenses han matado a 2.966 personas. Y, de ellas, 125 de las víctimas fatales estaban desarmadas.
En estos momentos, la presión política encabezada por los movimientos “ANTIFA” y “Black Lives Matter” está siendo infiltrada por grupos no sólo ajenos a la lucha contra el racismo, sino, en demasiados casos, por pandillas que buscan obtener lucro de los saqueos.
También se ha denunciado, con apoyo de filmaciones mediante celulares, la presencia de agentes provocadores que intentan generar choques de violencia entre los manifestantes y la policía, o con los grupos de contra-manifestantes blancos.
Otras decisiones del movimiento antirracista es un llamado a boicotear a todas las tiendas y servicios que no han apoyado las protestas. En sus propias palabras, se trata de “hacerlos sentir que no tendrán nuestro dinero”.
Ese tipo de iniciativas de boicot comercial generalmente provoca rechazo y desconfianza en un sector muy amplio del público, incluyendo la gente de color. De hecho, provocó un tremendo impacto en la opinión pública la entrevista del periodista Connor Perret, del periódico Business Insider, a Muhammad Ali Junior, el hijo único el legendario campeón de box Muhammad Ali, ex Cassius Clay, que murió en 2016.
Ante el asombro de todos, el hijo de Muhammad Ali declaró que su padre no habría apoyado las protestas del movimiento “Black Lives Matter”, las vidas de los negros importan. Según él, su padre habría apoyado a Donald Trump.
Oiga, ¿qué impacto en las comunidades negras tendrá esa entrevista?
Por su parte, los propios policías han iniciado también acciones de protesta, mostrándose como si fueran víctimas de una generalización sobre los casos de brutalidad, corrupción y racismo que, según ellos, no llega a involucrar más de un 5% del total de los policías.
Asimismo han destacado que en estos momentos hay un 20% de policías negros.
Sin embargo, un alto número de policías entrevistados coinciden en admitir que es indispensable una reforma profunda en la preparación y los procedimientos policiales. Y que esa reforma no será posible a partir de la policía como está ahora. De hecho, admiten que las reformas necesarias tienen que ser impuestas “desde arriba” y poniendo en vereda a los sindicatos policiales.
En cuanto a las respuestas de los grupos blancos contra las protestas antirracistas, también evidencian posturas heterogéneas, incluso contradictorias que van desde un rechazo airado pero inactivo, hasta iniciativas de choque, como en Ohio, el pasado miércoles 17, en que cientos de blancos provistos de palos y también de armas de fuego pusieron en fuga a una manifestación pacífica de negros que en su mayoría eran gente de edad avanzada.
Asimismo, ha provocado furia la muerte de dos jóvenes negros que aparecieron ahorcados, colgando de árboles, en un barrio de California porque ahí hicieron muchos linchamientos en décadas anteriores.
Según la fiscalía ambos casos serían suicidios. Pero las familias y los compañeros de ambos han rechazado esa calificación, señalando que hasta las horas previas a su muerte ninguno de ambos había dado ni la menor muestra de querer suicidarse.
Es decir, en estos momentos existe una gama de posiciones profunda y dramáticamente diferenciadas, que hacen muy difícil prever cuál será el efecto final de esta dramática crisis en la decisión electoral de noviembre próximo.
Los otros dos factores que pesarán en el electorado son, por supuesto, la acción del gobierno ante la pandemia del coronavirus, tanto en términos de salud como en los efectos económicos.
La revista Asia Times, con oficinas centrales en la India, entrevistó esta semana al estratega de campañas electorales Steve Bannon, quien fue figura clave para el triunfo de Donald Trump en 2016, cuando también las encuestas lo daban como perdedor ante Hillary Clinton.
Según Bannon, la situación de este momento es incluso más fuerte en favor de Donald Trump que la que tenía en 2016. De hecho, según él hay una mayoría enorme de gente que agradece lo que él llama “un bazucazo” de 6 millones de millones de dólares emitidos por la Reserva Federal por orden de Trump, para ayuda directa a la gente y también para reactivar la economía paralizada por la pandemia.
Y, en cuanto a la pandemia misma, Steve Bannon considera que ya hay una mayoría de la gente que percibe que la pandemia puede haber comenzado realmente a desvanecerse y, por el contrario, aplaude el término de las cuarentenas y el retorno de la actividad económica.
Al mismo tiempo, el estratega republicano destaca que en el enfrentamiento contra China, en que republicanos y demócratas compiten por quién es el que tiene más odio a los chinos, Trump ya ha mostrado en hechos su decisión de emplearse a fondo contra Beijing, mientras que Biden aparece contradiciendo sus propias acciones pro-chinas que mostró mientras fue vicepresidente de Barack Obama.
Es decir, según la perspectiva de Steve Bannon, los demócratas se están dando cuenta de que no lograrán derrotar a Donald Trump.
¿Y qué pasa en el resto del mundo?... Por un lado, en Hong Kong, un fracaso desalentador resultó del apremiante llamado de los dirigentes anti-chinos a reanudar las protestas en una gran concentración contra la recién aprobada legislación que aumenta las atribuciones de Beijing.
El llamado a la protesta seguida de huelga contaba con movilizar al menos a 60 mil participantes, que tendrían también que expresarse en una encuesta rechazando las nuevas leyes. Pero, llegado el momento, no lograron reunir más que 8.943 participantes. Asimismo, la plataforma de estudiantes de la enseñanza media también rechazó, por votación, la propuesta de boicotear la reiniciación de clases.
Simultáneamente, se informó el viernes que la megaempresa Huawei había logrado llegar a un acuerdo de alianza con la coreana Samsung, para reemplazar por completo la producción de microchips que eran producidos con maquinaria estadounidense.
Con eso, el bloqueo impuesto por Estados Unidos perdió toda su efectividad.
Pero el centro noticioso más intenso se produjo en los Himalayas, en la zona fronteriza entre China, la India y Pakistán, por una asombrosa trifulca a palos, piedrazos y patadas, entre un grupo de militares indios, que incluye a un teniente coronel, y otro grupo de militares chinos.
En el enfrentamiento no se disparó ni un solo tiro. Los indios sacaron la peor parte y tuvieron que darse a la fuga incluso abandonando a 17 de sus compañeros que estaban heridos y quedaron a merced del frío, que los llevó a la muerte.
Los indios exhibieron unos garrotes con puntas de clavos que, según ellos habían utilizado los chinos. Pero no quedó claro cómo fue que ellos lograron apoderarse de esas armas en circunstancias de que estaban huyendo a toda prisa y abandonando sus propios equipos y a sus compañeros heridos.
Por su parte el gobierno chino admitió que el enfrentamiento se había producido espontáneamente en una zona que la India y la China consideran parte, respectivamente, de su territorio.
Pese a la reacción popular de furia anti china, estimulada por la oposición al gobierno del primer ministro Narendra Modi, que exigen una respuesta armada, en defensa del honor patriótico de la India, en los hechos ambos gobiernos están mostrándose dispuestos a normalizar la situación fronteriza lo antes posible.
Pero, por supuesto, Estados Unidos se ha apresurado en contactar a los opositores al gobierno de la India, procurando elevar al máximo las posibilidades de que se enfrenten los dos países, ambos con más de mil millones de habitantes cada uno, y ambos provistos de arsenales atómicos.
¡Dos gigantes masacrándose mientras Washington los contempla!
Así, pues, ¿no resulta inquietante que la situación mundial de este momento encaje con los dichos de San Juan Evangelista en su Apocalipsis?...
La guerra mandando la muerte a gran distancia. La guerra generalizada en innumerables guerras menores pero sangrientas, en todo el planeta La miseria, la pobreza y el hambre, con la recesión económica generalizada. Y la Pestilencia, la muerte por enfermedad en plagas sucesivas...
Ya el gran físico Alberto Einstein había vaticinado que, tras las nuevas armas de alta tecnología, los estúpidos humanos volverían a pelear como antes, con palos, piedras y patadas...
¿Empezaron ya a pelear así en los Himalayas?...
Como fuere, ya nos estamos dando cuenta de que el viejo y tonto mundo que conocíamos está derrumbándose sin gloria, mientras los nacionalistas insisten en buscar la gloria mediante guerritas lastimosas que más bien parecen peleas de conventillos, que siguen estropeando nuestro lindo pero único planeta.
Hasta la próxima, gente amiga. Hay peligro, pero se nos despierta una intensa curiosidad. Oiga, ¿y si fuera cierto eso del Apocalipsis y un retorno de Jesucristo en forma de un cordero con 7 cachos y otros tantos ojos?...