PODCAST | Crónica de Ruperto Concha: Lenta guerra mundial

Por Ruperto Concha / resumen.cl Opción 1: YouTube Opción 2: Spotify https://open.spotify.com/episode/0IbRB5AvHZojwavvabesSv?si=3mSFMT98QhinPbS-8kOe1A Opción 3: Apple Podcast El viernes 22 de marzo, en una sesión más bien malhumorada, la Cámara de Representantes, o sea, la Cámara de Diputados del gobierno de Estados Unidos, aprobó en primera instancia un presupuesto de gobierno de un millón doscientos mil millones de dólares. Oiga… eso es muchísimo dinero. Fíjese que, si estuviera en billetes de cien dólares, que pesan sólo un gramo cada uno, harían un paquete que pesaría… ¡doce mil toneladas! Se necesitaría una caravana de camiones grandes para transportarlos. Pero, aunque supuestamente esos billetes tienen una existencia real, en la práctica no son más que cifras que incluso se pueden mandar por teléfono. Ahora bien, de esos mil 200 millones de millones de dólares, un 70%, 886 mil millones de dólares, están destinados a la Defensa de la Patria. A las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos, y, sobre todo, a las tremendas megaempresas que producen las armas y aparatos aniquiladores para que Estados Unidos pueda triunfar en la Guerra Perpetua con la que se preserva la Paz Perpetua sobre el planeta Tierra, según la teoría del Siglo de Oro Americano y el Fin de la Historia que contó el japonesito Francis Fukuyama...   Bueno, eso de la Guerra Perpetua parece estar cumpliéndose con mucho entusiasmo y, además, con ciertos detalles inquietantes que de repente harían pensar que quizás el Diablo esté metiendo su cola peluda. De hecho, mire qué casualidad que ese mismo viernes 22 de marzo, alrededor de las 8 de la tarde, todavía buques y aviones estadounidenses y británicos estaban bombardeando la ciudad de Saná, capital de la república árabe de Yemen, sobre el Mar Rojo, donde efectivos guerrilleros han logrado interrumpir la mayor parte de la navegación de buques cargueros al servicio de empresas israelíes. En cambio, se confirmó que los yemenitas habían acordado proteger y permitir el libre paso de los buques de carga rusos, chinos, iraníes e hindúes. Recordemos que el Mar Rojo es la única ruta marítima entre el Océano Índico y el Mar Mediterráneo, a través del Canal de Suez. En ese mismo viernes, a esa misma hora, en Nueva York, se anunciaba que el precio del oro se había instalado en las nubes, llegando a los 70 dólares el gramo de metal que inicialmente costaba sólo un dólar, según el acuerdo mundial de Bretton Woods. Y eso por cierto ha dejado a muchos especialistas reflexionando sobre… cuál será el futuro del dólar. Y… bueno, también ese viernes 22, más o menos a la misma hora, unos terroristas, supuestamente islámicos, dotados de uniformes y armamento de guerra, comenzaban a disparar contra jóvenes y niños que habían acudido a un concierto de rock en el Crocus City Hall, de las afueras de Moscú. En realidad, la ansiosa rapidez con que Ucrania y sus protectores han tratado de dar por hecho que aquel atentado en el Crocus City Hall fue sólo una acción terrorista de los musulmanes del Isis o del Estado Islámico, en realidad es un intento para lograr que no se hagan nuevas investigaciones, sobre todo sobre una posible complicidad entre el grupo terrorista ISIS y el gobierno de Ucrania. Sin embargo, han surgido varios contrasentidos en relación con el grupo terrorista islámico, que es fanáticamente religioso y por lo tanto no habría podido permitir una acción criminal tan sanguinaria exactamente en momentos de la venerada festividad religiosa del Ramadán, que, en su dulzura y carácter apacible es equivalente a la Navidad de los cristianos. Pero todavía faltan pruebas que respalden la sospecha de que el gobierno ucraniano haya sido cómplice. Es posible que en las próximas semanas pueda llegarse a un resultado concluyente y verídico.     En realidad, son demasiadas las cosas raras que se están haciendo notorias y que van quedando sin explicación. De partida, la acusación incesante, y desprovista de base, de que Rusia estaría sometida al gobierno de un dictador, que sería el presidente Putin, y que este satánico dictador de Rusia estaría preparándose para lanzar a la guerra a Rusia contra Europa. ¿Para qué?… no se sabe para qué. Uno de los más inteligentes analistas de la prensa de Estados Unidos es el periodista Tom Engelhardt, de la revista Counterpunch. quien la semana pasada publicó un análisis de estrategia bajo el título “¿Comenzó la Tercera Guerra Mundial, pero en Cámara Lenta?” Engelhardt señala que, en un período de casi 90 años, desde que Estados Unidos lanzó sus bombas atómicas sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, los sucesivos gobiernos de Washington han incrementado sus acciones de guerra en todo el planeta, provocando enorme destrucción, pero sin ganar ni una sola guerra. Ya en 1951, Estados Unidos y sus aliados se lanzaron a la conquista de Corea del Norte, pero fueron derrotados y ya en 1955 –cuatro años de sangrienta guerra- tuvieron que aceptar un patético empate con Corea del Norte y la China. Y luego Estados Unidos inició una guerra desastrosa que duraría hasta 1975 en la que murieron decenas de miles de soldados estadounidenses y concluyó en una retirada que más parecía una fuga. Las demás intervenciones militares de Estados Unidos han sido acciones de destrucción contra regímenes peligrosos, como los gobernantes Muammar Khadaffi, de Libia que fue asesinado finalmente, y Bashir Assad, de Siria, que logró mantenerse en el poder con apoyo de Rusia e Irán. Y, además, la invasión a Irak y el ahorcamiento de Saddam Houssein, quien antes había sido el tirano regalón de Estados Unidos; y la guerra y ocupación de Afganistán, iniciada en 2001 y que culminó en agosto de 2021 con la patética retirada de las fuerzas norteamericanas. Así mismo, otros políticos y multimillonarios millonarios estadounidenses jugaron papeles importantes creando conflictos anti rusos, como George Soros, que invirtió más de 6 mil millones de dólares en promover un golpe contra el gobierno democrático de Eduard Schevarnadze, en la República de Georgia, e instalar en el poder a Mikhail Saakashvili, quien llevó a su país a la invasión de Osetia del Sur y luego a una desastrosa guerra con Rusia. Así mismo, el senador republicano John McCain, promovió el derrocamiento del presidente de Ucrania, Viktor Yanukovich, y se ufanó ante la prensa de que Estados Unidos hubiese financiado con 5 mil millones de dólares los disturbios de la Plaza Maidan que iniciaron aquel golpe. Según Tom Engelhardt, los mismos aliados europeos y asiáticos de Estados Unidos ahora están percibiendo que el liderazgo americano, impuesto desde 1944 y 1945, está evidenciando un deterioro progresivo, está sufriendo un final de su época, un fracaso terminal que es el fracaso de la “Pax Americana”, la paz impuesta por un imperio en decadencia. Y, sin embargo, el analista concluye, con tristeza, señalando que, ante las elecciones presidenciales de noviembre próximo, el pueblo de Estados Unidos tiene que elegir entre dos candidatos ya muy ancianos, que se odian mutuamente y hacen augurios de un baño de sangre sobre la nación. Bueno, Tom Engelhardt concluye diciendo… ¿Acaso la clase política estadounidense le está declarando la guerra al planeta Tierra, una guerra lenta, de la que la gente no se percatará hasta que sea demasiado tarde?     Cada vez con más frecuencia, altos voceros de la política y de las fuerzas armadas de Europa, están anunciando que, según ellos, Rusia estaría preparando una invasión militar a gran escala para apoderarse de Europa. La semana pasada, el primer ministro de Polonia, Donald Tusk, lanzó un llamamiento en tono dramático, afirmando que todas las naciones europeas deben prepararse para la guerra, pues, si Rusia resulta vencedora en la guerra de Ucrania, seguidamente se lanzará a invadir otros países europeos. Tusk destacó que ya Polonia ha comenzado su inversión de presupuesto militar llegando al 4%, como lo sugirió el Pentágono, pero acusó que la mayoría de los demás países europeos no llegan a más del 2%.  Al parecer los partidos políticos de Europa perciben que las bases populares no comparten el odio anti-ruso promovido por los regímenes político-empresariales del llamado “Mundo Occidental”. En Estados Unidos, también la semana pasada, se dio a conocer una encuesta avalada por el gobierno, sobre la posibilidad de guerra con Rusia. El 61% de la gente admitió que cree que la posibilidad de una guerra es real y es alarmante. Sólo un 22% dijo que no creía que Rusia fuera a atacar a Europa. Entre los encuestados jóvenes, entre 18 y 29 años, un 26% de los encuestados dijo que no se presentaría para la conscripción en caso de guerra. Un 19% dijo que se declararía no apto para la guerra, y sólo un 12% de los jóvenes se declaró dispuesto a ir a la guerra.   Pero la pregunta más fundamental sobre una presunta invasión de Rusia sobre Europa occidental es realmente sencilla: “¿Por qué y para qué podría Rusia querer invadir a Europa?” … La población de Europa sin contar a Rusia es de 600 millones de habitantes. La población de Rusia es de solo 146 millones. O sea, frente a cada ruso hay unos 4 europeos que no se muestran nada de felices, la economía de Europa está estancada o en recesión, y con un proceso inflacionario que está afligiendo a la gente. En cambio, pese a las brutales sanciones impuestas por Estados Unidos y la OTAN, la economía de Rusia tuvo un crecimiento real superior al 3% y sus exportaciones superaron los 700 mil millones de dólares el año pasado.  De hecho, por ejemplo, el año pasado también aumentó a más de 400 mil el número de turistas rusos que se fueron de vacaciones a países del África y el Sudeste Asiático. Entonces repitamos la pregunta: ¿Para qué podría Rusia querer apoderarse de una Europa empobrecida y enojada? Políticamente, la Federación Rusa está compuesta por 24 repúblicas confederadas y 65 territorios confederados, contando a Crimea y el Donbass. En su territorio, Rusia tiene vastos yacimientos petrolíferos y de gas natural y riquísimas minas en explotación de níquel, uranio, bauxita, tungsteno, cobre, hierro, aluminio, oro, platino y diamantes. Sus tierras agrícolas son vastas y bien explotadas. De hecho, Rusia es mundialmente el mayor exportador de trigo y de fertilizantes agrícolas. Sus reservas forestales incluyen la “Taiga”, ese gigantesco bosque natural que se extiende desde Finlandia hasta el Estrecho de Bering, frente a Estados Unidos, todo el norte de Europa y de Asia. Su producción de maquinaria agrícola, industrial y de transporte, incluye el célebre camión Kamaz, que ha sido vencedor en las más duras competencias mundiales de transporte en condiciones extremas. Bueno, entonces, ¿por qué y para qué podría querer Rusia invadir a Europa? ¿No será que, al revés, haya algunos potentados europeos que quisieran una guerra para apoderarse ellos de las riquezas naturales de Rusia?   Y, en términos de poderío militar, las cifras disponibles son del año pasado, 2023, entregadas por las organizaciones Rand, de Estados Unidos, y Statista, de Alemania, ambas reconocidas por el Pentágono y la OTAN. Y ambas investigaciones muestran la desmesurada dotación militar de la OTAN frente a la dotación de Rusia que es claramente sólo defensiva. Frente a los 4.182 aparatos aéreos de la fuerza aérea de Rusia, la OTAN tiene 20.633 El poderío naval de la OTAN es de 2.151 buques de guerra, frente a 598 de la marina rusa. Rusia tiene una fuerza de 2.600 tanques, la OTAN tiene 9,460. Y, en términos de efectivos humanos, el año pasado la OTAN disponía de 5 millones 817 mil soldados, frente a 830 mil de Rusia… ¡Casi 7 soldados de la OTAN por cada soldado ruso! Sobre esas cifras, es indudable que Rusia debe haber realizado un esfuerzo grande para equilibrar la situación. Pero, aún con ello, está clarísimo que toda esa imagen de que el régimen ruso sea belicoso, imperialista y ferozmente amenazador no está describiendo ninguna realidad. Quizás, por el contrario, esa propaganda pareciera ser la confesión de que algunos gobiernos europeos quieren que la gente esté muy asustada cada vez que se acercan elecciones políticas. Ahora, frente a la posibilidad de un ataque de la OTAN contra el territorio de Rusia o de sus aliados, el gobierno encabezado por Wladimir Putin ya dejó bien claro su advertencia: El armamento nuclear de Rusia es capaz de dar un contra-ataque aniquilador… incluso después de que haya muerto hasta el último defensor humano de la patria rusa. Eso parece muy claro, ¿verdad?... Es el anuncio de que Los rusos se vengarán incluso después de muertos.   Bueno, pero siempre hay peligro. Pero el peor peligro está en las falsedades disimuladas detrás de una narrativa que parece real. Ante ese peligro con que nos quieren engañar, lo sano y saludable es atreverse a pensar y hacer preguntas. ¡Hay que hacer todas las preguntas que hagan falta! Hasta la próxima, gente amiga. ¡Cuídense! Hay peligro.
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