POESÍA| "Una gruesa hacha de bronce parte el mundo en dos". Humberto Díaz Casanueva y El niño de Robben Island

El niño de Robben Island es una poética de la integración en la imagen de dos niños que por medio del juego desaparecen la diferencia con que la sociedad los separa: “Un niño blanco con un niño negro zambúllense en/ la nube/ hacen trizas el remoto silencio con sus voces/ de júbilo/ ¡eh eh oh oh/ aaaah!”. El poeta escribió que el libro surge de un “episodio auténtico”. Refiere también a la matanza en Soweto en 1976 cuando estudiantes marcharon contra las políticas raciales. Este hecho marcó el comienzo de la lucha contra el Apartheid. Gloria Sepúlveda Villa / resumen.cl El Apartheid en Sudáfrica se ejerció a partir de la creación de una serie de leyes que beneficiaba a la minoría blanca extranjera y dominante, en detrimento de la población original del sur del continente provocando segregación y, por ende, discriminación. En 1944 comenzó el nuevo régimen y no se detuvo hasta 1990. Los extranjeros blancos impulsaron a la población a instalarse en otros territorios, los Bantustanes porque los negros eran los bantúes. De esa situación surgen las reinvindicaciones impulsadas por Nelson Mandela (prisionero durante 27 años en la cárcel de Robbe Island) y Steve Biko que bajo la premisa: “El arma más potente en manos del opresor es la mente del oprimido” impulsó una noble lucha de resistencia bajo el Movimiento de Conciencia Negra donde la educación de las niños y niñas era - y es- fundamental contra los gobiernos opresivos. Biko organizó diversas iniciativas de empoderación cultural y económicas. En 1977 fue detenido por la policía que lo ató desnudo a su Land Rover (vehículo policial) y recorrió con él, arrastrándolo alrededor de dos horas, la ruta entre Port Elizabeth y Petroria. Después, encerrado en una celda Steve Biko murió por la gravedad de sus heridas, tenía 30 años. Recién en 1997 la policía admitió su participación, puesto que el gobierno sostuvo que la causa de muerte fue una huelga de hambre. Con enormes reservas naturales a disposición los occidentales buscaban explotar Sudáfrica sin beneficiarla y en el contexto de la Segunda Guerra Mundial su posición geográfica era estratégica. La Guerra Fría fue motivo para que Estados Unidos y Europa vieran en el Apartheid una contención al avance del comunismo. La comunidad internacional no presentó una ofensiva contra la situación en Sudáfrica porque de alguna forma había un beneficio para ellos. No es extraño que terminara con la Guerra Fría en los noventa. Sin embargo, somos testigos que al rededor del mundo continúan la segregación y la discriminación de minorías. Sólo debemos mirar a Medio Oriente y no es alentador. Las protestas en Estados Unidos, debido a la muerte de ciudadanos, trae la consigna “Black Lives Matters” (Las vidas negras importan) que toma el pulso de una sociedad que insiste en prácticas irracionales y crueles en todas latitudes del globo. Muchos años antes de la instauración del Apartheid el poeta chileno Humberto Díaz Casanueva era expulsado del país en 1928, en pleno régimen de Carlos Ibáñez del Campo, debido a su colaboración activa en la Reforma Educacional que impulsaba el gremio de los profesores. Pero años antes, en 1921 fue expulsado del Liceo de Aplicación por fundar un grupo de estudios y ser acusado de “hereje” por un docente de religión. Esto no impidió que consiguiera titularse de profesor normalista a los 17 años en la escuela José Abelardo Núñez. [caption id="attachment_87429" align="aligncenter" width="800"]Humberto Díaz Casanueva Rosamel del Valle junto a Humberto Díaz Casanueva (autor de El niño de Robben Island) en New York.[/caption] A pesar del exilio decretado por Ibáñez del Campo, Díaz Casanueva desarrolló una carrera diplomática –él prefería nombrarse “técnico en relaciones internacionales” porque el diplomático está ligado al lujo, comentó a su amiga Ana María del Re en una entrevista en 1988. Fue embajador ante la ONU en el Gobierno de Salvador Allende cargo al que renunció en 1973 con la llegada de la Dictadura. Permaneció en Nueva York y obtuvo una Beca Guggenheim en 1976 con la que escribió EL HIERRO Y EL HILO, además, fue profesor en las Universidades Columbia y Rutgers. El año 1983 regresa a Santiago y en 1985 viajó a África como uno de los Seis Expertos Mundiales de la ONU encargados de analizar las consecuencias de las prácticas del Apartheid en África y al verse profundamente impresionado y conmovido escribe EL NIÑO DE ROBBE ISLAND. En una nota de prensa, Díaz Casanueva explica que Apartheid es una palabra holandesa que denota segregación: “Se trata de una doctrina que justifica y promueve la discriminación racial de 28 millones de negros por parte de 4,5 millones de blancos, los cuales dominan y explotan a ellos” (en EL DIARIO 5 de junio de 1989). Díaz Casanueva murió en 1992, afortunadamente, no alcanzó a enterarse del genocidio en Rwanda en 1994. Guardando las proporciones, parece que habitamos un Apartheid constante en lo que respecta a minorías que controlan cultural y económicamente a los pueblos tal como vimos en el desglose de la votación del Plebiscito en octubre pasado. La Biblioteca Nacional Digital pone a disposición publica el libro de Díaz Casanueva en el enlace http://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-article-3458.html En la presentación, el poeta señala que recorrieron todo el continente salvo un sitio al que les negaron el acceso porque el gobierno de Petroria desaprobó la comisión de la ONU en Sudáfrica. EL NIÑO DE ROBBEN ISLAND es una poética de la integración en la imagen de dos niños que por medio del juego desaparecen la diferencia con que la sociedad los separa: “Un niño blanco con un niño negro zambúllense en/ la nube/ hacen trizas el remoto silencio con sus voces/ de júbilo/ ¡eh eh oh oh/ aaaah!”. El poeta escribió que el libro surge de un “episodio auténtico”. Refiere también a la matanza en Soweto en 1976 cuando estudiantes marcharon contra las políticas raciales. Este hecho marcó el comienzo de la lucha contra el Apartheid. Lo que Díaz Casanueva observó en Sudáfrica da origen a una denuncia que declara que ese niño de Robbe Island es también un niño en Siria, un niño en Temucuicui, un niño en Puerto Príncipe, un niño en Bangladesh. Todos los niños y niñas sometidos, sin saberlo, a un sistema que se alimenta de la diferencia y la segregación en una sociedad que asegura avanzar, pero a la que le falta mucho por hacer y reparar: “Nada saben...nada absolutamente de lo/ prohibido/ en la plenitud de la fuerza/ pienso: el designio de la vida es un sueño súbito/ equilíbrase la forma en la unidad de la gracia”. Pero el poeta ve también el horror y escribe: Catorce niños negros de ocho a diez años/ agonizan/¿y qué más… ¿qué más da?/comen mendrugos… beben su propia orina/ culatazos”. Una madre busca a su hijo, el poeta lo nombra Dipheko: “De la prisión de Rodhe Island sale un niño negro/ dentro de un ataúd blanco/un ataúd blanco hecho astillas vuela/ sobre todos nosotros”. EL NIÑO DE ROBBE ISLAND Humberto Díaz Casanueva (1985) Ediciones Manieristas 25 pp. Fotografía principal: Rosamel del Valle junto a Humberto Díaz Casanueva (autor de El niño de Robben Island) en New York. Extraída de bibliotecanacionaldigital.gob.cl
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