Cuestión similar ocurre con otro humedales en Concepción y Talcahuano, y es que al parecer quienes lucran inescrupulosamente sin preocuparse del daño medio ambiental han descubierto que durante el verano es posible hacer retroceder vía incendios intencionados el terreno que ocupan dichos sitios ecológicos, para así poder ocuparla a futuro sin la oposición y la protesta de una población cada día más consciente de la necesidad de defender estos espacios.
Una fenómeno similar ocurrió en décadas pasadas, cuando la expansión forestal se encontró con sectores de bosque nativo protegido, los incendios sobre estos fueron habituales hasta sustituirlos por plantaciones de pino.