Trabajadores del destruido puerto de Talcahauno, además de permanecer sin fuente laboral, ahora están impedidos de renovar su permiso que les permite ingresar a los puertos del país a laburar.
Todos los portuarios poseen un permiso, entregado por la Dirección General del Territorio Marítimo y de Marina Mercante (Directemar), para entrar a los puertos. Este se entrega luego de que los trabajadores pagan un curso de capacitación de alrededor de 75 mil pesos a un Organismo Técnico de Capacitación (OTEC).
La vigencia de este permiso es de 4 años y si el trabajador no acredita haber laborado un mínimo de turnos en los puertos, este caduca por lo que debe hacer nuevamente el curso, pagándole a una OTEC por ello.
Los portuarios de Talcahuano enfrentan la falta de trabajo desde mucho antes del maremoto y la cesantía absoluta a partir de la destrucción del único puerto estatal de la región. Producto de ello, a quienes se les ha vencido este permiso, no pueden acreditar la cantidad de turnos que Directemar está exigiendo. Los obreros plantean que la institución debiera revisar esta medida y renovar los permisos y en cuanto al Estado; generar fuentes de empleo.
Hasta el momento, muchos portuarios dependen de los cupos abiertos en el Cuerpo Militar del Trabajo, ganando el sueldo mínimo ($172.000) y con la incertidumbre de que estos finalizarían en septiembre.