Uva de mesa, manzana y cítricos presentan el mayor porcentaje de muestras positivas
En un evento para clientes y empresas del sector hortofrutícola, AGQ Labs dio a conocer las estadísticas arrojadas por los análisis multirresiduos realizados en su centro tecnológico de Chile sobre la presencia de pesticidas en frutas, hortalizas y alimentos procesados durante la temporada 2012-2013.
El estudio – realizado entre el 1 de junio de 2013 hasta el 31 de julio de 2013 – midió la presencia de pesticidas mediante cromatografía gaseosa GC/MS-MS y cromatografía líquida HPLC/MS-MS.
La muestra incluyó frutas frescas: berries (arándanos, boysenberries, cranberries, frambuesas, frutillas, moras y zarzaparrillas); cítricos (clementinas, limones, mandarinas, naranjas y pomelos); carozos (ciruelas, damascos, duraznos, cerezas, nectarines, plumcots y pluots); pomáceas (manzanas y peras); uva de mesa; kiwis; paltas; y granadas.
También fueron analizados lechugas, tomates, acelga, zapallo italiano, apio, espinaca y repollo, y alimentos procesados, como pulpas (manzana, pera y durazno), vinos y aceite de oliva.
En el plano de la fruta fresca, el estudio destacó que la uva de mesa es la “reina” de las muestras positivas (aquellas cuyo resultado analítico está por sobre el límite de cuantificación del laboratorio), seguida por las pomáceas – consideradas a nivel global una de las especies con mayor cantidad de pesticidas – y los cítricos. Por el contrario, la palta fue la fruta con menos muestras positivas.
Un caso especial fue el kiwi, fruta que presentó un número mayor de muestras positivas durante la temporada 2012-2013, hecho que se podría atribuir a un mayor número de muestras con tratamiento de poscosecha.
En detalle, cerca del 60% del total de berries analizadas tuvo residuos de pesticidas. Del total, los arándanos se llevaron el mayor volumen.
En el caso de los carozos, los nectarines contaron con el mayor número de muestras positivas, seguidos por los damascos y cerezas.
Por su parte, peras y manzanas se comportaron de manera parecida, con una carga importante de pesticidas, mientras que en los cítricos, la clementina es la que más muestras positivas presentó, seguida por los limones, naranjas, tangelos y mandarinas.
Numero de moléculas distintas encontradas por especie
En toda la temporada se detectaron 36 moléculas distintas en arándanos, 16 en frambuesa, 25 en frutilla y 9 en mora. Las principales sustancias activas determinadas en arándanos fueron: Fosmet (SP), Fenexamida y Boscalid.
Los nectarines no sólo fueron los carozos con el mayor número de muestras positivas, sino también de moléculas distintas. En total, en esta fruta se detectaron 34 moléculas, superando a las 28 del durazno y 24 de la cereza.
Las principales sustancias activas determinadas en nectarines fueron Tebuconazol y Espinosad (A+D).
En cuanto a las pomáceas, se detectaron 42 moléculas diferentes en manzanas y 36 en peras. Los principales productos utilizados en ambas frutas son insecticidas. En el caso de las manzanas destacan el Acetamiprid (SP), Tiacloprid y Metoxifenoxida, mientras que en la pera son el Tiacloprid y el Chlorantraniliprole.
En los cítricos, las naranjas arrojaron el mayor número de moléculas distintas (29), seguidas por las clementinas (21) y limones (20). La mayor sustancia presente en todas fue Clorpirifos Etil.
En el kiwi se detectaron 22 moléculas distintas, en palta 9 y granadas 5.
De todas las frutas analizadas la uva de mesa se llevó todos los premios, con 51 moléculas distintas detectadas, con Boscalid, Fenexamida e Imidacloprid como principales sustancias activas detectadas en la fruta.
Hortalizas y procesados
En el caso de las hortalizas, el tomate presentó 61 moléculas diferentes. Le siguió la lechuga con 54 (insecticidas básicamente), la acelga (33), apio (33), zapallo italiano (20), espinaca (19) y repollo (13).
A pesar de este resultado, el tomate no sobre pasa por mucho la norma de los LMR, a diferencia de la acelga, alimento que concentró el mayor número de casos (87%)
A nivel de productos procesados, se detectaron 38 moléculas distintas en la uva vinífera y 17 moléculas distintas en el vino.
Las sustancias activas más detectadas en uva vinífera (principalmente fungicidas: Tebuconazol, Clorpirifos Etil y Ciprodinil) no se repiten en el vino (Boscalid, Fenexamida, Imidacloprid).
En aceite de oliva se detectaron 7 moléculas distintas, principalmente insecticidas y, en cuanto a la pulpa de manzana, se detectaron 24 moléculas distintas.