[resumen.cl] Sin lugar a dudas, EEUU vive las jornadas de protestas callejeras más grandes de sus últimos 50 años de historia. El rechazo y la condena que ha ejercido la comunidad norteamericana, tras el brutal asesinato de George Floyd, Breonna Taylor y otras personas más a manos de policías, ha retumbado en muchas ciudades y pueblos todos los 50 Estados del país.
Ni siquiera el adverso contexto sanitario por el que están pasando por la pésima gestión de Donald Trump -con 1 millón 800 contagios y más de 100 mil muertes por Covid-19- logró disminuir las expresiones de protesta contra este nuevo, pero recurrente, hecho de violencia policial con resultado de muerte.
En 2014, ya se habían vivido manifestaciones por el asesinato del joven afroamericano de 18 años, Michael Brown, a manos de un policía en Ferguson (Misuri), sin embargo, el nivel de movilización social de aquella vez no se compara al iniciado desde este 25 de mayo tras el asesinato de George Floyd de 46 años de edad.
La magnitud que ha alcanzado la protesta callejera, se debe a la suma de este nuevo hecho de racismo y violencia policial, pero además al abandono del Estado hacia sus ciudadanos durante la pandemia. Millones de personas en extrema pobreza, sin trabajo y por ende sin seguro de salud, mueren día a día en la apatía de las instituciones norteamericanas, estandartes del neoliberalismo.
Kelly Bauer, corresponsal de RESUMEN en Portland, Oregón, explica que “la gente no tiene nada que perder ahora. Mucha de las personas que antes no salían porque se preocupaban de no perder el trabajo, ya no lo tienen y el gobierno nacional no ha hecho nada. Por ejemplo, en Arizona, que es 100% conservador y que siempre vota a la derecha, nunca cerraron todos los negocios y ya el 15 de mayo reabrieron bares, piscinas, restaurantes, gimnasios, etc. Hoy, justo dos semanas después, están llegando al peak de contagios diario”.
En esta línea, además agregó que “existe mucha preocupación en la gente al salir a protestar, pero aquí la población negra está muriendo mil veces más que la gente blanca. O les mata la policía, el virus o la pobreza. Están cansados, no importa cómo el sistema les está matando, la raíz de todo es el racismo que no se puede desvincular del sistema capitalista. Viendo el costo o beneficio de salir o no salir, la gente lo está haciendo porque está harta. Los niveles de racismo estructural en la salud, viene de mucho antes de la pandemia. ¿Cuál sería la diferencia? Hasta oficiales y trabajadores de la salud han salido a favor de las protestas por esa misma lógica”.
Sobre las demandas en contra de la brutalidad policial norteamericana, señaló que “una de ellas es la desmilitarización de la policía. Acabar con un programa que existe hace años que consiste en la reutilización de armamento del ejército, de segunda mano. Otra de ellas es quitarle el financiamiento y por último la desintegración de la institución policial. Las protestas han alcanzado un nivel mayor y va más allá de George Floyd, mucho más allá de su asesinato. Tiene que ver con un nivel de reclamo válido y generalizado, por la pésima forma de vida que tenemos aquí”.
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Pese a los irrisorios intentos de solidaridad hacia el caso de George Floyd, que han manifestado algunos policías en Portland, arrodillándose ante los manifestantes, otras fuentes de RESUMEN expresaron que “minutos después de esos actos ha sido pura represión. Ha habido mucha violencia por parte de la policía, hasta han personas”.
George Floyd, quien tenía constante contacto con su comunidad y era relativamente conocido en ella, murió por la presión que efectuó el policía Derek Chauvin con su rodilla, por ocho minutos, sobre su cuello, estando ya esposado e inmovilizado. Nuevamente se acusa racismo por parte de las instituciones, tanto policiales, como gubernamentales. Este sería otro gran factor en la alzada de violencia en las protestas a lo largo de todo el país.