Mi nombre es Eva Aránguiz Carrasco, soy profesora de Artes Visuales y desempeño labores docentes en el Liceo San Felipe de Arauco desde 1986, con 26 años de servicio.
Estoy contratada por la Municipalidad de Arauco por 31 horas pedagógicas, con un contrato de carácter indefinido. Poseo 4.186 horas de perfeccionamiento. En el año 2000 fui seleccionada a nivel nacional por el Ministerio de Educación para realizar una pasantía en la ciudad de Londres. En 2009 fui evaluada “Competente” y hace un par de semanas elegida representante gremial del liceo ante el Colegio de Profesores, cargo que para mí es muy importante.
En mis años de trabajo siempre he tomado extensión horaria. En los últimos años en mayor cantidad por necesidades del establecimiento y obviamente por la necesidad de aumentar mis ingresos.
Es de conocimiento público que muchos profesores deambulan de colegio en colegio juntando horas para aumentar su carga horaria y alcanzar un sueldo que en ningún caso podríamos catalogar de “reguleque”. En nuestro liceo, de acuerdo a la cantidad de cursos, se produce un número de horas a las que los profesores de planta con menos de 44 horas podemos acceder en cada subsector y las que son solicitadas por el director del colegio al Departamento de Administración de Educación Municipal (DAEM) en diciembre de cada año para el periodo escolar siguiente.
Regularmente cada año se inicia el año escolar y los profesores atendemos los cursos de acuerdo a las horas de contrato y a las horas solicitadas, aunque el documento oficial que decreta las horas asignadas generalmente demora unas semanas en llegar.
Cuando iniciamos este año se nos entregaron los horarios y comenzamos a atender los cursos, pero a comienzos de marzo llegó una indicación del DAEM de no atender los cursos mientras no tuviéramos la orden de trabajo. Por lo tanto, quedaron cursos sin atención (hasta hoy, incluso, siguen algunos sin profesor). Todos esperábamos el documento que oficializaba la carga horaria, pero ya intuíamos que algo sucedía. Grande fue nuestra sorpresa cuando nos informaron a cuatro profesores que se nos había negado la asignación de extensión horaria.
Las razones que el DAEM ha dado son antojadizas, todas sin asidero, sobrepasando la lógica, ya que esta negativa no fue para todos los profesores a los que se les solicitó extensión, sino extrañamente a profesores que participamos de los paros de profesores y apoyamos la movilización estudiantil del año pasado.
Entre las justificaciones que esgrimió Pedro Soto, actual director del DAEM, en una reunión que solicité para pedirle una explicación, dijo que era necesario asignar a las personas más preparadas las horas de extensión. Lo que nosotros pedimos es que se consideren las evaluaciones al momento de asignar las horas, haciendo de éste un proceso democrático de postulación.
Debo agregar que esta acción, que considero represora, se agrava en mi caso, ya que el DAEM me adeuda una cifra que se aproxima a los cinco millones de pesos por conceptos de asignación de perfeccionamiento, que a la fecha no ha actualizado y que se ha negado a determinar de manera oficial contraviniendo la Ley de Transparencia.
Después de mucho reclamar, finalmente el 21 de marzo se reconsideró mi situación y se me asignaron sólo 4 horas de extensión de las 13 que estaba solicitando.
Frente a la situación que nos aqueja, y de manera personal, realizo esta denuncia para dar a conocer a la comunidad la persecución de la que estamos siendo víctimas sólo por ejercer nuestro derecho de expresarnos libre y democráticamente, tener una posición frente a la problemática educacional y participar de los llamados a movilización nacional que realiza el Colegio de Profesores, porque de otro modo no me explico que el criterio del DAEM sea considerarnos competentes para asumir las horas de contrato indefinido pero no las de extensión.
Publicado en Ciper
Foto de Archivo: Expresiones de protesta y propuesta educacionales, 2011.
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