Por Juan Contreras Jara / resumen.clEl pasado lunes, 12 de febrero, en su acuerdo N°25/2018, el Consejo Nacional de Educación determinó quitar del plan común de las y los estudiantes de 3° y 4° medio; filosofía, orientación y ciencias. Pese a que la inclusión de dichas asignaturas fue propuesta por el Ministerio de Educación, el organismo -autónomo del Mineduc- rechazó la inclusión de dichas materias en la malla curricular, pues pese a considerarlas “necesarias”, no eran pertinentes.
Adriana Del Piano, ministra de educación, señaló esta semana esperar un nuevo pronunciamiento del Consejo Nacional de Educación (Cned) luego de no llegar a un consenso en cuanto a la inclusión de dichas materias. Sobre las repercusiones de esta medida, Rosario Olivares, vocera de la Red de Profesores/as de Filosofía de Chile enfatizó en que “las principales consecuencias tienen que ver, para nosotros, con el escaso espacio que hay en la educación pública para desarrollar el tipo de habilidad que la filosofía permite. No hay espacio para desarrollar el pensamiento crítico, lógico, la argumentación; el poder preguntar sobre las cosas”.
La medida, que por lo demás afecta solo a la educación pública de este país, profundiza la disparidad entre liceos municipales y privados, o sea, entre la educación para ricos y para pobres. “Es sabido en todo Chile que en muchos colegios particulares que hoy existen, la filosofía se enseña desde la educación básica. En la educación pública en cambio, solo tenemos esos espacios en los 3° y 4° medios, y si los retiran, les están quitando la oportunidad a las personas que forman parte de este espacio de poder pensar de otra manera el mundo en el que habitan” advirtió Olivares.
La educación pública en Chile, otro de los derechos sociales más mercantilizados por los gobiernos de la Concertación y la Nueva Mayoría, sigue interpretándose como una herramienta que debe cuadrarse con el sistema económico y no con el entendimiento de la realidad de la comunidad estudiantil. Según la vocera de la Reprofich “en el país en el que vivimos se deja muy poco espacio para la reflexión, pese a que el contexto en el que nos desenvolvemos amerita generar más espacios como éste. Tiene que ver con que los intereses están más destinados a aspectos técnicos, a producir más personas que trabajen en una sola cosa y dedicarse a eso, no preguntarse por la labor que realizan y solo realizarla. En esta visión de educación no entra la filosofía”.
Consultada por la contradicción que significa para un país laico, contar hoy en día con más horas de religión que de filosofía o ciencias naturales en la educación pública, la vocera Rosario Olivares comentó que “eso ya lo hemos consultado al Ministerio y en definitiva, la iglesia tiene mucho poder en Chile. Aunque a ellos les parezca que es mejor tener más filosofía que religión, el mismo Ministerio ha señalado que no tiene posibilidad de diálogo, por ejemplo, para sacar religión. Nadie se ha atrevido a tomar esa reforma educativa y no creo que se haga por ahora. Es un espacio de debate con el que no se quieren meter”.
El Consejo Nacional de Educación está compuesto por 11 consejeros, seis de ellos estarán en el cargo hasta 2021. Los y las “expertas” en educación provienen de distintas esferas educativas, o sea, hay representantes del área pública, privada y técnico profesional. Los consejeros son propuestos y designado, en el caso del presidente del Cned, por la Presidencia de la República, además de ser ratificados por el Senado.
Sobre este organismo evaluador de los programas que el Ministerio de Educación imparte en la enseñanza pública, Olivares señalo que “en realidad es muy poco democrático, desde nuestra perspectiva no son representativos. La mayoría de la gente apoya nuestra demanda y ellos la sacan, o sea: no sé en base a qué mirada de educación de país ellos están tomando esta decisión.”
Mediante un comunicado público, los profesores de filosofía de Chile instaron al Cned, a desarrollar una argumentación mínima que permita comprender las razones técnico educativas y filosófico pedagógicas que expliquen la marginación de la asignatura que imparten del currículum escolar, de lo contrario –señalan en el pronunciamiento- “sólo nos queda pensar que este Consejo funda sus decisiones en razones técnico ideológicas”.
