[resumen.cl] El histórico barrio de Puchacay tiene una asamblea de vecinas y vecinos bastante activa, surgida a partir de los cacerolazos de los días del toque de queda durante el Estado de Emergencia, tras el estallido social chileno. Ha desarrollado diversas asambleas, talleres y actividades culturales; organizados en mesas temáticas y comisiones de trabajo, sus acciones van desde la construcción de un huerto orgánico colectivo y la apreciación del entorno natural con caminatas por sus cerros, pasando por obras de teatro, talleres de danza, yoga a Asambleas de Niñes o jornadas de análisis y debate político.
Una de estas jornadas, organizada por la “Mesa Constitución” de la Asamblea, fue el “Mate Barrial”, un trabajo de discusión en grupos en base a preguntas y al calor de un mate, que posteriormente desembocaban en un plenario, durante una mañana de domingo, donde los vecinos y vecinas definieron como ellos querían que fuera el proceso constituyente.
En un rico debate, los vecinos abordaron diversos aspectos sobre cómo debería ser una asamblea constituyente, desde su génesis y desarrollo hasta su ratificación, en un documento que supera con creces - no solo por el carácter político de las definiciones, sino además por su claridad y detalles - al documento elaborado por el conjunto de la clase política de este país en el ex congreso en Santiago, en el acuerdo denominado de “La Cocina”, por ser definido bajo los parámetros propios de esta clase desprestigiada, dejando de lado la deliberación política ciudadana.
La Jornada original de trabajo, desarrollada en el Teatro El Oráculo, en la Población Lagos de Chile, donde se establecieron los acuerdos generales, debió complementarse con una segunda jornada en la Plaza de la misma población, donde las cuestiones donde hubo disensos entre los vecinos se sometieron a debate y votación.
Las conclusiones se plasmaron en un documento que fue finalmente ratificado en la Asamblea abierta del martes 3 de diciembre y que constituye todo un insumo para otras Asambleas ya gestadas y en formación que están desarrollando este proceso, no solo en Concepción o la región, sino que en todo el resto del país e incluso para asambleas de chilenos en el exterior. Este hecho político da cuenta de este trabajo en territorios que ha comenzado en diversos rincones del país y que va en paralelo a dinámicas sectoriales como Unidad Social u otras organizaciones y que tiene una potencia democrática importante al provenir desde la base social a través de procesos participativos reales y de conversaciones trabajadas en los barrios.
Metodología Mate Barrial
Un aspecto fundamental a la hora de sentar la soberanía desde las bases, consiste en asegurar la deliberación amplia de las ideas de todas y todos. Por otro lado, dada la necesidad de llegar a acuerdos programáticos concretos de las asambleas, es necesario implementar metodologías que permitan conocer las propuestas y opiniones de quienes participan frente a aspectos generales y a la vez específicos en materia de la futura constitución.
Para esto, se trabajó sobre un rediseño de la metodología de “Café de Mundo”, bautizada como “Mate Barrial”. En esta metodología, se consideró la realización de la actividad en tres etapas: Una introducción breve, exposición comparativa de los distintos aspectos de otras asambleas constituyentes realizadas en el mundo y principalmente en Sudamérica, seguida de una explicación formal de la metodología a los/as participantes, para inmediatamente pasar a la deliberación en mesas de trabajo en torno a preguntas y finalmente, concluir en una plenaria.
En la etapa de deliberación los participantes distribuidos en distintas mesas temáticas van abordando una pregunta por mesa, ayudados por una facilitadora que hace las veces de “moderador” y “memoria” del grupo. Para identificar las preguntas adecuadas, se intentó abarcar los distintos aspectos del mecanismo de la Asamblea Constituyente, a la vez que dirimir aspectos relevantes y polémicos que se detectaron posterior a la generación del “Acuerdo por la Paz” de la Cocina.
De esta manera, se identificaron 3 ejes de preguntas, las cuales abarcaron aspectos sobre: la elección de Representantes; las funciones y deberes de los/as Representantes y finalmente, acerca de aspectos del inicio, funcionamiento y ratificación del proceso constituyente.
En cada uno de estos ejes se plantearon 3 preguntas, cada una de ellas con 15 minutos para ser respondidas. Mientras se responden las preguntas, las “ideas fuerza” y propuestas son registradas por el facilitador, quien busca ayudar a los participantes a llegar a consensos y la elaboración de ideas concretas que puedan ser evaluadas por los demás participantes. Al finalizar el tiempo, los participantes deben rotar a una nueva mesa y así sucesivamente, hasta que todas las preguntas del eje han sido respondidas por todos/as. Finalmente, los facilitadores presentan los consensos y disensos alcanzados por los participantes de su mesa y estos son debatidos por el grupo completo.
En el caso de Puchacay los disensos se zanjaron en una asamblea extraordinaria y con ello se establecieron las conclusiones, que presentamos a continuación, denominado "Por una Asamblea Constituyente desde el Pueblo y para el Pueblo."