Patricio Villa / resumen.cl
El Puerto de Talcahuano está destruido. La subsecretaría de Transportes definió su estado como inutilizable. A raíz de esta situación quedaron 140 trabajadores cesantes. Sin embargo, la cesantía ha agobiado desde hace años a los trabajadores de este puerto estatal.
Los trabajadores portuarios laboran cuando hay alguna carga que embarcar o desembarcar. Su salario se compone a través de contratos por turnos de trabajo. Cuando termina un turno, pueden declararse cesantes, pues su contrato termina junto con el turno. Así están los obreros de este puerto, desde hace ya varios meses antes del terremoto.
El sismo vino a rematar un puerto que ya venía en agonía, a causa del abandono en que el Estado lo dejó. En el 2003 se definió que el Puerto de Talcahuano iba a ser privatizado, para lo cual su venta debía justificarse con el viejo argumento: lo estatal funciona mal y necesita ser privatizado.
Es así como el puerto comienza a sufrir una política de abandono de parte de los gobiernos concertacionistas. Sin inversión, el terminal portuario fue siendo desplazado por los puertos privados que prestaban servicios más completos y sus trabajadores fueron quedando cesantes.
El 2004, los portuarios instalaron una Olla Común que duró más de 240 días, exigiendo el fin de esa situación. Las continuas movilizaciones lograron que el puerto se reactivara, pero de forma mínima
El Estado argumentaba que no podía invertir en el puerto, pues esto podía ser considerado competencia desleal hacia los puertos privados de la zona. Sin embargo, según lo establece la propia ley 18.042 que privatizó el sistema portuario; la Empresa Portuaria Talcahuano San Vicente (ex Emporchi) debía administrar, desarrollar y conservar el puerto.
Aquí, la ley quedó en el papel. La muestra es que el 2008, el puerto concentró sólo el 1,12% del movimiento de carga en la Región.
Hoy, reina la incertidumbre. El Plan Maestro que fue presentado por el municipio y la intendencia no responde a la pregunta de los portuarios ¿Dónde trabajaremos?. Mientras un puñado de empresarios decide que negocio hacer, el gobierno ha ofrecido parte de su millón de buenos empleos; inscribirse en el Cuerpo Militar del Trabajo por el sueldo mínimo, sacando a pago 130 mil pesos.
El Seremi de Economía Claudio Lapostol, pidió comprensión. Les dijo que "hay que entender una cosa: aquí ha habido un terremoto". Pero a él no le ha afectado, pues su sueldo de 1.445.833 más bonos, no se ha visto menguado.
Los trabajadores del puerto de Talcahuano, han laburado en un puerto estatal, por lo que con todo derecho pueden exigir que el Estado les garantice trabajo con remuneraciones que satisfagan las necesidades de sus familias.
Privatización de los Puertos
En 1981, con la ley 18.042 comenzó la privatización de los puertos del país. En ese entonces el Estado era dueño de la Empresa Portuaria de Chile (EMPORCHI) que administraba los puertos. En 1981, se permitió que empresas privadas trabajaran al interior de los puertos. Así Emporchi fue privatizando distintos servicios, hasta privatizar los puertos enteros.
El 1998, el gobierno dividió Emporchi en 10 empresas. Para nuestra zona se creó la Portuaria Talcahuano San Vicente. Con esta división sólo quedaron 480 trabajadores, de los 1.720 que había. El año 2000 se privatizó el puerto de San Vicente.