¿Qué pasó mi pata? Breve cronología del desastre político peruano

Por Julio Rocha Para entender lo que esta ocurriendo hoy en la política actual del Perú debemos obligadamente remontarnos un poco en el tiempo. Era marzo de 2018, la caótica ciudad de Lima, atiborrada de vida se enteraba que el ahora expresidente Pedro Pablo Kuczynski– más conocido como PPK- renunciaba al cargo luego de que explotara el bullado caso ODEBRECH[1]. La noticia no era sorpresa para nadie, muy lejos de esto, pero aun así se amontonaban los limeños en las vitrinas del retail para observar los noticiarios que transmitían en directo el discurso de Kuczynski a la nación desde Palacio Pizarro. Por ese entonces ya estaba todo podrido, Kuczynski estaba inexorablemente metido en un camino directo a una moción de censura propiciada por el Congreso Nacional. Como buen liberal se plantea su última movida desde una lógica del win-win. La muy sobrevalorada acción con arreglo a fines. Así, Kuczynski inicia negociaciones con Fuerza Popular (movimiento organizado y liderado por los hijos del expresidente Alberto Fujimori) en el cual ofrece un indulto a su padre, condenado hace varios años por crímenes de lesa humanidad durante su mandato. El indulto seria argumentado ante la opinión pública como un acto humanitario, dada la avanzada edad de Fujimori y sus constantes problemas de salud. A cambio, Fuerza Popular votaría en contra de la moción de censura. Todo muy probo, como pueden ver. Luego de esto y con Fujimori padre ya indultado, los hermanos Keiko y Kenji volvieron a la carga y, como era de esperar, terminaron propiciando lo inevitable, aprobando a trámite la moción de censura y dándole una clase magistral de estrategia política al defenestrado PPK. Ya con la moción aprobada y con la renuncia consumada, el asunto estaría lejos de terminar. Días después asume Martín Vizcarra, quién hasta esa fecha se había desempeñado como embajador de Perú en Canadá. Liberal igual que su exjefe y de mediana experiencia política a nivel nacional, arribó al Palacio Pizarro pregonando respecto de lo relevante que sería para su gestión la probidad y la lucha contra la corrupción. Declaración de intenciones que le costarían caro. Ya estamos terminando septiembre del 2019 y la relación entre el Ejecutivo y el Congreso ha sido paupérrima. Vizcarra sin bancada política que le respalde parece estar solo en el desierto limeño, por el contrario, la corruptela existente en el legislativo sólo parece pensar en cómo sacar su tajada y en cómo posicionarse ante el vacío de liderazgo opositor dejado por el descredito acaecido a los hermanitos Fujimori. Octubre llegaba y explota la primera bomba, Vizcarra declara finalmente la disolución del Congreso tras apegarse a un artículo de la Constitución que se lo permitía dadas las constantes obstrucciones y bloqueos de éste. Aquí recordaremos a Mercedes Araos, exvicepresidenta de Vizcarra a quien el Congreso ya disuelto proclama presidenta constitucional del de la República. Sin legislativo y con dos presidentes durante un día.  ¡Sí!, otra crisis, pero la dejaremos para otro artículo. ¿Dónde estamos? Dos años después de asumir la presidencia, y en plena pandemia sanitaria -que tiene al país sumido en una gran crisis económica y social- surge un nuevo capítulo de este culebrón. Durante el mes de mayo se revela la contratación por parte del Ministerio de Cultura de un cantante conocido como Richard Swing quien habría dictado varias charlas motivacionales de forma virtual al personal del Ministerio además de presentaciones artísticas en diversas actividades de la institución. Por lo anterior, al señor Swing (o Cisneros) se le habría pagado cantidades excesivas dada realidad peruana, cerca de diez mil dólares estadounidenses (US $10.000) En plena crisis social y económica, con cerca de 700.000 contagiados por Covid-19 el asunto escaló hasta Vizcarra. Nadie entendía por qué se le pagaban tales cantidades a un señor sin la experiencia técnica para realizar este tipo de charlas. La respuesta llegó cuando el presidente reconoció que conocía a Richard Cisneros desde la campaña presidencial de 2016, al mismo tiempo que negaba cualquier tipo de nexo o intervención en su contratación. También puedes leer: Estudio analiza dramático aumento de la mortalidad en Perú y Colombia por COVID-19 Cuando los peruanos entendieron por qué Cisneros era el regalón del Ministerio de Cultura, explotó otra crisis ligada a la corrupción. De menor calado que ODEBRECH, pero dadas sus consecuencias, igual de importante. Así llegamos a septiembre de 2020. Hace unos días se conocieron tres audios grabados por Karem Roco, ex asesora de confianza de Martín Vizcarra, a quien el presidente conocía desde sus primeros pasos en lo público en Moquegua, su ciudad natal.  En uno de ellos se escucha una conversación -evidentemente privada- entre Roco y Vizcarra, en donde se discute la permanencia de la asesora en palacio dado que se encuentra investigada por el ministerio público por el caso Cisneros ya mencionado. Allí Roco deja claro que se siente utilizada por Vizcarra al ser ella quien deberá asumir las posibles sanciones judiciales, cuando el responsable de esta situación el mismo Vizcarra. El resto ya es conocido, a partir de esta filtración el Congreso inicia una moción de vacancia en contra del presidente, aceptada a trámite durante la tarde del viernes recién pasado. La crisis es total y de muestra algunos botones. Durante la mañana del sábado 12, el presidente del Congreso contacta a varios altos mandos de las Fuerzas Armadas para “conocer su postura” respecto de la moción. Situación que ha sido interpretada como un acto de sedición e intento de Golpe de Estado. Por otro lado, se espera que el Gobierno recurra al Tribunal Constitucional para cuestionar la legalidad del articulo de la constitución utilizado para levantar la moción de censura. Cuestión que también ha sido parte del debate público de constitucionalistas de diversas corrientes. ¿Qué pasó mi pata? ¿cuándo se jodió el Perú?     [1]  El Caso ODEBRECHT es una investigación judicial sobre la constructora brasileña ODEBRECHT, en la que se detalla que la misma habría realizado coimas de dinero y sobornos, a presidentes, expresidentes y funcionarios de diversos gobiernos latinoamericanos, entre los cuales se encuentra el Perú.
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