[resumen.cl] El 10 de diciembre del 2013 la Mutual Bautista Van Schouwen de Concepción, junto a ex prisioneros políticos del MIR y familiares de ejecutados políticos de la comuna de Tomé, inauguraron un espacio de Memoria en el sector de Quebrada Honda en el limite de las comunas de Penco y Tomé, tras cuatro años de arduo trabajo. En este mismo lugar, el 9 de octubre de 1973, fueron ejecutados los militantes del MIR: Héctor Lepe, Miguel Catalán y Tránsito Cabrera, junto al militante socialista de la vecina comuna de Penco: Mario Ávila.
Aquella vez se inauguró un monolito y junto a él, estructuras de hormigón, que generan un sitio de la Memoria, que como muchos otros en la región ha sido levantado por los familiares y compañeros, en forma independiente y que ha diferencia de los memoriales “oficiales” en nuestra región, no discriminan nombres por militancia y la forma en que fueron asesinados por la dictadura.
Este año el acto iniciado a las 11:30 de hoy sábado 10 de octubre, contempló corregir una omisión e incorporó al militante del MIR de Tomé, Ricardo Barra en el listado. Barra fue detenido y procesado junto a Cabrera, Catalán y Lepe, sin embargo, no fue ejecutado en Quebrada Honda, ya que este obrero de FIAT Tomé fallece producto de las torturas al interior del Fuerte Borgoño en Talcahuano unos días antes. (28 septiembre 1973).
En el acto también se rindió homenaje a otros militantes del MIR caídos en la lucha contra la dictadura como Ana Luisa Peñailillo, Lisandro Sandoval y del compañero Patricio Sobarzo cuya familia reside actualmente en la ex comuna textil.
Como número musical participó el Grupo Semilla de Schwager y Pablo Araneda de Coronel. Hicieron uso de la palabra Cesar Cabrera, a nombre de los familiares de los compañeros caídos y Óscar Barrera a nombre de la Mutual Bautista Van Schouwen.
Durante los discurso se resaltó el valor, como personas y militantes, de estos compañeros que se quedaron a organizar la resistencia a la dictadura en Tomé y que dejaron su vida en ello.
El 29 de Diciembre del año pasado, la Corte Suprema ratificó las sentencias que condenaban a los ex infantes de marina Bernardo del Rosario Daza Navarro y Juan Heraldo Maldonado Sanhueza, a cumplir la pena de 10 años y un día de presidio, sin beneficios, y a Patricio Salamanca Marín, a la pena de 5 años de presidio, con el beneficio de la libertad vigilada, por su participación y responsabilidad en los asesinatos de Héctor Lepe Moraga, Tránsito Cabrera Ortíz y Miguel Ángel Catalán Febrero. Los tres condenados gozaban del beneficio de la libertad provisional y debían presentarse ante los tribunales en la fecha señalada para ser notificados de las condenas que debían comenzar a cumplir de inmediato.
Sin embargo, los dos primeros no se presentaron aduciendo su reticencia a ser internados en el penal penitenciario de El Manzano, de Concepción, y esgrimiendo que no se presentarían en tanto no se les garantizara ser ingresados al Penal de Punta Peuco, en Santiago. Es decir, se auto arrogan el derecho de determinar el lugar y condiciones en que estarían dispuestos a someterse a las dictámenes de la justicia.
Tras la negativa de los ex marinos a someterse al veredicto de los tribunales, el Ministro Aldana habría solicitado al Programa de Derechos Humanos del Ministerio del Interior un informe sobre la situación del Penal Punta Peuco y de los condenados en esta causa. Esta acción evasiva y complaciente del Ministro Aldana constituyó otra forma de privilegio de que se aprovechan y abusan estos criminales; lo que debiera haber hecho es decretar su detención por fuerzas policiales y su internación en los recintos que ha establecido la ley, cumplido eso, los condenados pueden ejercer sus derechos y solicitar lo que requieran, pero no es posible que se haya condicionado el aplicar los dictámenes de los tribunales a que se cumplan determinadas exigencias de hotelería.
Tras el cambio de la resolución del Juez Aldana, los condenados fueron enviados al “hotel” Punta Peuco, evitando el Penal El Manzano de Concepción.
Era diciembre de 2013 y se inauguraba un memorial donde se acaba Penco y comienza Tomé, en un sector de cerros y barrancos, el paisaje propio de nuestra costa, en ese lugar y en ese momento se hacía un poco de historia popular. Historia popular porque se reunió un grupo de ex militantes del MIR, amigos y familiares de tres ejecutados políticos de la zona, tres jóvenes comprometidos con los cambios que los trabajadores intentaban conquistar para escribir el futuro.
Una organización popular de ex militantes y amigos, la Sociedad Mutualista Bautista Van Schouwen, decidió autogestionar este espacio, limpió, midió, construyó, sin mayor empeño que la convicción de mantener viva la presencia de esos tres jóvenes ejecutados en Quebrada Honda, los mutualistas tomaron la tarea que le toca a quienes dignifican el amor que se le tiene al pueblo, ese amor al pueblo representado en tres de sus jóvenes trabajadores que a su vez, amaron al pueblo hasta ser masacrados por aquellos otros, los que odian a la clase trabajadora.
Pero hoy, reunidos en este espacio hermoso, humilde y significativo que la organización popular erigió a pesar del poder y los malos gobiernos, hoy hacemos uso de este lugar de memoria para recordar a Tránsito Cabrera Ortiz, Miguel Catalán Febrero y Héctor Lepe Moraga, para traerlos al presente y en ellos recordar a los militantes miristas, más vivos que nunca, diciéndole a Chile, denunciando la injusticia, inquiriendo al poder por boca de los otros, a los que no derrotaron, a las viejas y a las nuevas bocas que retoman el hilo del proyecto revolucionario.
La última década ha visto aparecer trabajos en todos los formatos, testimonios, documentales, libros de historia, seminarios, escuelas populares y un sin fin de actividades que, en estos lugares de memoria construidos por el pueblo le gritan a la cara del poder que estamos aquí haciendo ejercicio de dignidad, de orgullo por los nuestros, por los miristas, por los revolucionarios que renacen en cada marcha de los movimientos sociales y populares, en cada medio popular que denuncia la injusticia desfachatada, en cada rebeldía de los pobladores, de los mapuches, de los trabajadores.
Estamos aquí, en esta escarpada zona, bella y misteriosa, en esta región llena de historia popular y rebelde, para decir que hemos vuelto, en miles de formas y en todos los espacios, reconquistando nuevas ideas en nuevos instertersticios deiesta intrincada realidad del populismo capitalista que nos hincha de deudas y de miedos. En este país, en esta realidad existe todavía la dignidad del pueblo y, le guste a quien le guste, esa dignidad tiene un rostro rojo y negro, lo tuvo y lo seguirá teniendo mientras los cuervos, al decir de Javier Rebolledo, sigan machacándonos desde sus directorios de empresa, desde sus cuarteles, desde sus bancadas partidistas.
HASTA LA VICTORIA SIEMPRE!!!